Kuma 53

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La zona en la que estaba ubicado el nuevo departamento de Yoongi definitivamente era diferente en muchos sentidos.

Todos buenos, por supuesto.

Primero, eran tres edificios rodeados por sólidas murallas que dejaban el espacio suficiente como para salir a caminar en la tarde y disfrutar del jardín hermosamente cuidado o incluso disfrutar de la piscina que estaba a disposición de todos.

Segundo, la seguridad definitivamente era de más calidad y eficiencia. Había dos guardias en la entrada de la residencia que verificaban si era un residente o si era en verdad una visita esperada.

Tercero, dentro del edificio había otros dos guardias por seguridad y su interacción con ellos no era más que profesional sin llegar a ser descortés.

Namjoon le había dicho que todo eso era necesario ya que eran muchos los famosos que vivían allí, desde actores reconocidos, cantantes, modelos e incluso, uno que otro presidente de empresas muy influyentes.

El departamento de Yoongi estaba en el quinto piso, solo eran dos apartamento por planta, por lo que a su lado ubicaron estratégicamente a Jungkook.

El nuevo apartamento del pelinegro era en estructura bastante similar al anterior, solo que su sala de estar era un poco más grande y tenía un gran ventanal. Era el mismo estilo de cocina que su antiguo departamento, su habitación era un mucho más espaciosa y con su propio baño incluido.

Había dos habitaciones de invitados un poco más pequeñas que la habitación principal y un baño compartido.

—¿Te gusta? —preguntó Yoongi a su pequeña pareja que se veía bastante fascinado.

Jimin aún con su frente y sus manos recargadas en el vidrio del ventanal, asintió con su cabeza como pudo, disfrutando de la vista.

—Es muy hermoso, Hyung —pronunció dando media vuelta para observar a su pareja—. Es increíble que vaya a vivir aquí contigo por unos días —expresó emocionado.

—Si fuera por mí sería para toda la vida —murmuró abrazándolo.

—Hyung —musito el menor avergonzado.

—¿Qué?, es la verdad pero lamentablemente no se puede... O al menos hasta que cumplas los veintiún años, aunque tal vez pueda convencer a tu madre de que te deje antes —planeó sacándole una carcajada al menor—. Después de todo los puntos que me gane con ella tiene que servir de algo.

Era alentador escuchar como su pareja planeaba un futuro juntos con tanta seguridad, alentándolo a tener el mismo deseo.

—Vamos, ve a acomodar tu ropa y tus peluches mientras yo preparo algo de comer —pidió rompiendo el abrazo luego de darle un pequeño beso en la frente.

—¿Está seguro de que también quiere que saque mis peluches? —pregunto algo avergonzado.

Como que no iba con la imagen de su Hyung tener tantos peluches en la cama. Sabía incluso que para muchos era infantil tener tantos, pero eran suyos.

—Son importantes para ti, me dijiste que te lo dieron las personas que te seguían, tus fans —respondió acariciando su mejilla.

—Pero aun así... Tenerlos en su cama... —balbuceo, enamorado de que recordara algo tan simple como eso que había mencionado con descuido.

—Bien, entonces puedes dejar la mayoría en una de las dos habitaciones de invitados pero al menos quiero tres de tus peluches en mi cama, los que más te gusten —resolvió al percibir lo incómodo que se veía el menor—. Pero a cambio de eso, exijo que toda tu ropa esté guardada junto a la mía y no en otro lugar, ¿hecho?

KumamonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora