kuma 31

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—Hum...

—Hum, ¿Qué? —pregunto Yoongi frunciendo sus cejas.

Intentando mirar también la radiografía que el hombre mayor de cotona blanca observaba pensativo, ignorándolos.

Después de meditarlo uno segundos más, el hombre mayor chasqueo su lengua y se volteo a ver a Jimin, quien se mantenía distraído balanceado su pie bueno de atrás hacia adelante gracias a la altura de la camilla en la cual estaba sentado.

—Lo siento Hyojin, pero es más grave de lo que se ve —la mujer enseguida se alertó al igual que Yoongi—. Pero nada que una bota no pueda mejorar.

—¿Quieres dejar de hacer eso? —gruño la mujer cruzándose de brazos sobre su pecho, pero a pesar de la postura que tomó, obviamente no estaba enojada por la broma del doctor.

Ojalá fuera tan fácil para Yoongi. Tenía la mandíbula tensa y aguantando las ganas de golpear al hombre.

—Hyung... —susurro el menor jalando de su camisa, distrayéndolo—. ¿Qué significa eso? ¿Estoy bien o mal? —preguntó inclinando ligeramente su cabeza, tiernamente confundido a los ojos gatunos del rubio.

—Te pondremos una bota, Jimin —respondió el hombre mayor, regalándole una tranquilizadora sonrisa al menor.

—Ohhh —exclamó Jimin asintiendo con su cabeza, observando con ojitos a los tres mayores—. ¿Me dolerá?

Iba a sufrir un coma diabético si permanecía al lado de Jimin pero definitivamente valía la pena.

Sonriendo Yoongi negó con su cabeza y se acercó más para tomar su pequeña mano.

—No Jimin, no dolerá nada —prometió el doctor mientras se comenzaba a desplazar por la habitación.

—¿Y entonces por qué me la pondrán? —pregunto en un susurro a Yoongi.

—Porque tu piecito está lastimado y esa bota inmovilizara tu pie y te ayudará a sanar —respondió en un susurro su

madre, entrometiéndose.

Su hijo formó una perfecta "o" pequeña mientras volvía asentir con su cabeza, pasó saliva apenas y apretó fuertemente la mano de su Hyung, esperando lo peor.

—No dolerá —prometió Yoongi devolviéndole el apretón, entrelazando sus dedos.

Esta vez Jimin creyó y esperó pacientemente lo que vendría a continuación, más concentrado en la diferencia que había entre su pequeña mano y la de Yoongi.

Minutos después Jimin salía con Yoongi apegado a su lado, su brazo rodeando su cintura para ayudarle a mantener el equilibrio, le gustaba esa excusa a decir verdad.

Las mejillas del menor estaban ligeramente coloreadas con un lindo rosa mientras le daba miradas furtivas y rápidas al mayor.

Sonrojándose aún más cuando el mayor le atrapó y le sonrió con esa hermosa gummy smile que aturdía al castaño claro por su belleza.

Ambos estaban en silencio mientras esperaban pacientemente a que la madre de Jimin terminara de hablar con el doctor, se notaba que eran buenos amigos.

—L-lo siento Hyung —pronunció apenas, encontrando más interesante observar el blanco suelo de la clínica.

—¿Puedo preguntar por qué? —el menor apretó sus rellenos labios y asintió con su cabeza.

—Por... Mi culpa me está ayudando cuando podría haber estado haciendo otra cosa, tal vez... Tenía un compromiso y por mi culpa está aquí conmigo —explicó torciendo suavemente su boca.

KumamonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora