Kuma 35

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—Hyung... ¿Ya puedo abrir mis ojitos?

—No, y no hagas trampa —advirtió observando algo desconfiado el lugar que escogió.

—Está bien —refunfuño frunciendo sus labios.

Sus labios, tan suaves y rellenos, esponjosos. Yoongi sacudió su cabeza para volver a concentrarse.

—Primero, quiero que si en algún momento te sientes mal, me lo digas enseguida.

—Bieeen.

—Segundo, si no te gusta, nos podemos ir, no hay problema.

—Bieeen.

—Bueno... Ya puedes abrir tus ojitos —mordió su labio inferior preocupado.

—¡Es un parque de diversiones! —chillo el menor emocionado mientras observaba fascinado el lugar frente a él.

—¿Te gusta? —pregunto Yoongi acomodando su cabello bajo la gorra, colocándose también el marco de unos lentes—. Escogí hoy porque no hay mucha gente los lunes.

—Vamos Hyung, entremos —exclamó tomando la mano del mayor para comenzar a jalarlo adentro.

El rubio sonrió ante la emoción del menor, no pensó que en verdad le servirían algún día las entradas que le dio Jungkook.

Después de todo, ¿por qué iría él a un parque de diversiones? Pero estaba más feliz al ver cómo su pequeño cada vez salía más de su casa y cada vez más lejos, y esta vez solo con él y no su molesto hermano raro.

—Wah... Ya me puedo imaginar cómo sería ir a Disneyland si es como esto —susurro el menor observando maravillado mientras hacían una pequeña fila para entrar.

—Mochi.

—Hum —respondió el pequeño castaño claro, perdido en un gran disfraz de del oso Ryan que entregaba globos con helio.

—Te prometo que un día te llevaré a Disneyland —prometió captando enseguida la atención del menor.

—¿Es en serio? —pregunto con sus hermosos ojos bien abiertos, emocionado—. Mamá me dijo que era muy lejos y caro.

—No para mí —respondió feliz de lograr aquella hermosa sonrisa.

En un futuro cercano tenía que hablar con Namjoon para que le consiguiera un viaje y las entradas. Luego de hablar con la madre del pequeño Mochi, claro.

—Hyung, es nuestro turno —aviso jalándolo hacia adelante, donde estaba el hombre detrás del vidrio.

—Claro —saco las dos entradas en su bolsillo y las dejó sobre el mostrador, en la pequeña abertura donde el empleador podía tomarlas—. ¿Algún problema? —pregunto cuando este se le quedó mirando.

—Nada, adelante.

Yoongi no espero más, tomando bien la mano del menor ingresó al lugar. Casi podía ver al menor dando pequeños saltos mientras caminaban alrededor, viendo todo.

—¿A qué quieres ir ? —preguntó deteniéndose, igual había un poco más de personas de lo que se esperaba Yoongi y aunque eso le preocupaba un poco, Jimin se veía demasiado emocionado con lo que había a su alrededor por el momento.

Lo bueno para Yoongi, era que tenía la excusa para abrazar al menor, protegerlo de los empujones de algunos idiotas.

—No sé... —susurro emocionado viendo maravillado todo, mucho tiempo que no estaba por estos lugares tan comunes para algunos—. ¡¿Qué tal ese?! —chillo sacando su pequeña mano para apuntar a un gran barco.

KumamonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora