Kuma 30

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Despertó con un pequeño bostezo y se sentó en su cama, observando con sueño a su alrededor.

—Fue un sueño —murmuro tratando de abrir bien sus ojitos.

Se levantó de la cama y fue director al baño para hacer sus necesidades. Salió de su habitación y retuvo su bostezo al escuchar hablar abajo.

—¿Hyung? —pregunto aunque sabía que eso no era posible, después de todo, lo de ayer solo fue un sueño, un lindo sueño después de la horrible pesadilla.

—Aquí estoy, Mochi —respondió aquella grave voz despertando por completo a Jimin.

—¡Hyung! —volvió a llamarle entusiasmado mientras bajaba rápidamente la escalera.

Tal vez demasiado rápido para tener una colita de dinosaurio siguiéndole.

—¡Jimin! —grito asustada la mujer al ver como su hijo perdía el equilibrio.

Tratando de no caer, el castaño claro se agarró de los barrotes de seguridad tratando de detener a la fuerza su caída desde la mitad de la escalera. Su cuerpo se fue a un lado por el impulso y terminó sentado de espaldas a la entrada, sus dos brazos agarrados a los barrotes, casi ahorcándolos.

—¡Jimin! —grito Yoongi esta vez mientras subía las escaleras.

—Estoy bien —respondió una vez que el susto paso, hizo una mueca y soltó uno de los barrotes para sobar su frente.

Fue levantando antes de darse cuenta, y en cosa de seguros estaba entre los brazos de Yoongi mientras bajaban la escalera.

Min Yoongi lo sentó en el sofá y se agachó frente a él. Hizo una mueca de dolor al ver roja la frente del menor.

—¿¡Qué te he dicho de correr por las escaleras!? —regaño exaltada la mujer por el susto.

Jimin hizo un puchero, no pensaba que iba a ser tan bobo como para caerse por las escaleras, aunque no se cayó ya que alcanzó a agarrarse.

—Que no lo haga —respondió en ese tono amurrado que usan los niños luego de que les regañan—. Pero estoy bien, no me caí —sonrió tratando de arreglarlo todo así.

—Tu frente está roja —señaló preocupado Yoongi.

—Bueno, tal vez me lastime un poco pero no me caí —insistió abultado su labio inferior en un lindo mohín.

—Ugh, traeré un poco de hielo —aviso la mujer—. No te muevas —ordenó entrecerrando sus ojos en dirección al menor, siendo imitada por Jimin.

Sonriendo divertido Jimin volvió a observar al mayor.

"¡En verdad no fue un sueño! " pensó feliz, lo cual no duró mucho al ver que el mayor le seguía observando preocupado.

—Hyung, estoy bien —insistió.

—Casi te caes desde la mitad de la escalera y tu frente está roja —señalo obvio.

—Pero no me caí —volvió a insistir rellenando sus mejillas con aire.

—Pero te lastimaste.

—De todas formas no es como si nunca me lastimara —murmuró, con un suspiro dejó ir el aire en sus mejillas.

—¿Cómo es eso? —pregunto frunciendo el ceño.

—Soy propenso a tener accidentes —explicó en pocas palabras.

—¿Eh?

—Ahora que lo pienso, tal vez sea el karma —pronunció la mujer volviendo a la sala con una bolsa que contenía hielo.

KumamonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora