Cuando niño, mi padre quería que fuese un hombre de gran influencia en la corte, tal vez esa habría sido la razón de presentarme frente al resto de los generales todos ellos grandes caballeros que se habían probado en combate contra los irlandeses. Y el más grande de todos ellos fue mi maestro, Edward Lanfield.
El hombre era alto y fuerte como un toro de cabello corto oscuro y ojos azules. El hombre era tan buen espadachín que podía pelear con dos espadas al mismo tiempo. Pero Dios le dio dos regalos, uno la fuerza y otro la astucia, Durante la segunda invasión lo encontré en Summerset. Choqué espadas con él en un duelo singular, sabía que no podía vencerlo, pero un soldado tratando de hacerse fama lo vio y le enterró la pica de la lanza en la rodilla.
Ser Edward me vio con los ojos de un hombre en calma. Y yo... le di un rápido corte en la garganta.
Ser William se encontraba nuevamente en el muro, mirando otro día más comenzar. Lady Allys y Nicole continuaban durmiendo y La Reina no había pedido los servicios de William. Sin embargo, desde que se había separado de Selene y Jaques. Sus sueños recurrentes volvían.
Entonces vio que dos guardias traían a los pies del castillo un hombre moribundo. Ser William tuvo curiosidad sobre quien parecía ser aquel hombre. El caballero volvió a su cuarto. Las palabras de la reina continuaban retumbando en la mente del joven caballero.
"Desde que había sido un niño supe que mi camino sería ser un caballero, supe que la vida sobre un caballo. Peleando las batallas de aquellos que no podían pelear, viajando por el mundo. Compitiendo en torneos y ganando premios eso era lo que yo siempre quise ser, sin embargo, en momentos como este, me pregunto ¿Qué es lo que usted hubiese hecho Ser Edward?" se preguntó William mientras en sus manos sostenía su espada. la sacó de su funda y se miró en ella. la cara del caballero se reflejaba en el frío acero de la hoja de la espada.
Ser William sabía exactamente lo que Ser Edward hubiese hecho, hubiese protegido a su rey hasta su ultimo aliento. Aun siendo el rey equivocado. Había una obstinación en cada caballero, La tenía Ser Edward y la tenía William también. Entonces alguien tocó a la puerta de su alcoba.
--Ser, La reina lo busca. Quiere que se reúna con ella y con el duque en el salón principal. —había dicho el sirviente de voz femenina de la reina. El caballero volvió a enfundar su espada.
En el salón estaba el duque Germain algunos de sus guardias, la reina y el hombre empapado debía ser aquel moribundo que había entrado al castillo minutos antes. El hombre tiritaba de frio bajo una gruesa capa de piel que le habían dado para secarse.
--Ser William, gracias por acompañarme. —dijo la reina y se acercó al caballero tomándole del brazo.
--Alteza, duque Germain, ¿Qué ocurre?, ¿Quién es este hombre?
--El hombre se llama Belec. —dijo el Duque, es un mensajero de la Duquesa Geneve de Aquitania.
--¿De Poitiers? —preguntó el caballero.
--Si Ser William, créame le interesará escuchar esta historia. —le dijo la reina. —Mensajero por favor cuéntenos lo que ocurrió.
--Si alteza. —dijo Belec. —La Duquesa Geneve envió mensajeros a todos los aliados de Poitiers. Para que manden ayuda. El Duque de Charboneaux ha sitiado la ciudad. Podemos aguantar. Pero el hombre mandó a desollar a todos los campesinos que no se encontraban dentro de la cuidad.
--Dígale sobre sus acompañantes. —dijo la reina.
--Si alteza, salí de Poitiers, en compañía de dos personas. Un hombre llamado Jaques y una mujer caballero llamada La Doncella de Hierro.
--¡Selene! —exclamó Ser William.
--Ella misma. —dijo el mensajero.
--¡Donde está!, ¿Qué le pasó?
--Fuimos emboscados por unos borgoñeses y Jaques me arrojó al rio esperando que la corriente me llevase hasta la ciudad. Los tomaron presos. Y había un hombre con una capa negra, un tal Erembourc. Esa fue la última vez que los vi.
--¿Erembourc?
--Baptise Erembourc, es uno de los paladines al servicio del príncipe Raphael. Conozco al hombre. —dijo la Reina. —Es un maniático que le gusta ver a la gente sangrar. El hombre siempre me ha dado escalofríos.
--Este Erembourc, tiene a Selene y a Jaques como sus prisioneros.
--Si Erembourc los tiene, no hay muchas esperanzas, el hombre se alimenta de la violencia. —dijo la reina.
--Debo hacer algo no me puedo quedar aquí como si nada. —dijo el caballero. —Duque Germain, por favor concédame un escuadrón de guardias, para buscarles.
--No.—respondió Germain Martel. —No puedo disponer de hombres para una misión suicida.
--Además, usted tiene otra misión más importante. —dijo La Reina.
--¿Una misión? —preguntó el caballero
--Mis contactos en Bretaña confirmaron que el Príncipe Raphael marcha con un ejército de 10,000 hombres—dijo el duque Germain. — tiene pensado reunirlos con sus aliados en Borgoña.
--Ser William, es sensato suponer que El príncipe Raphael tratará de tomar Tours, de camino a Borgoña. Sobre todo, porque ya a estas alturas ha de sospechar que me encuentro en el interior de la ciudad. —dijo la reina
--¿El Rey sabe algo de esto? —preguntó Ser William—10,000 hombres no es algo que se pueda esconder tan fácilmente.
--Se podría llenar una biblia con todo lo que Louis desconoce. —dijo la reina. —Esto depende de nosotros Ser William.
--Iré a reunirme con el príncipe Raphael. —dijo el duque Germain. —Le imploraré si es necesario, que no pase por aquí.
--No, si el Príncipe Raphael lo captura no habrá nada que salve a la ciudad. —dijo la reina. —Pero usted Ser William...Usted podría ir y reunirse con el príncipe Raphael.
--¿Quiere mandarme a mí? —dijo Ser William y se empezó a reírse. --¿Qué le hace pensar que el príncipe Raphael me escuchará a mí?
--Usted llevará una carta donde explicaré mis términos para mi rendición. —dijo la reina. —Si Raphael quiere el trono que lo consiga en el campo de batalla no chantajeando a mi esposo.
Ser William no dijo nada, solo salió de la habitación. Tomó sus cosas y se apresuró a los establos. No tenía tiempo que perder.
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La Doncella de Hierro II
Historical Fiction¡GUERRA! Después de la Batalla de Orleans, las cosas no han hecho mas que empeorar. Con una Francia dividida y debilitada por los continuos saqueos e insurrecciones, Selene y sus amigos continúan su viaje para llegar a tierra santa, a través de...