Secreto..."16"

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Yamcha.
¡Este maldito caso me tiene mal! No pude dormir anoche, a si que me levantó de mi escritorio y camino a la maquina de café,  de regreso en los pasillos veo a ese hombre recargado en la pared con los brazos cruzados, con esa mirada tan penetrante y profunda, mirando cada uno de mis movimientos, me acerco a él, tratando de ocultar mi nerviosismo y la incomodidad que me provoca.

Yamcha: ¿que hace aquí?
Vegeta: ¡se lo dije! Estaré al pendiente del caso, viendo que el caso se lleve bien y en orden.
Yamcha: estoy investigando bien el caso, no es necesario que venga a ver.
Vegeta: ¡no tendría que preocuparme x esa mujer! Pero ¿x que me preocupa?

Me miro su mirada es muy penetrante, como si sospechara de algo, tal vez sea mi imaginación, no pude sostenerle la mirada a si que gire mi cabeza para el otro lado.

Yamcha: ya le dije que no se preocupe, se hará justicia, a si que ¡vallase!

Vegeta
Sigue su camino, tengo que intentarlo... Si no lo hago sera muy sospechoso a si que cuando pasa junto a mi le hablo.

Vegeta: ¡valla fiscal Yamcha! ¿X que toma café barato? ¿Eso le quita el sueño?

Se detiene de golpe, yo me giro para verlo de frente pero evita mi mirada.

Vegeta: ¿Este caso le quita el sueño? ¡Se ve muy cansado! ¿O tal vez es x que tiene que madrugar para llegar puntual aquí? Me entere que no tiene un auto.

Dicho esto gira la cabeza y me mira... Es lo que quería, ¡que me vieras maldito insecto! A si que lentamente me acerco a él mirándolo directamente a los ojos...

Vegeta: ¡fiscal Zedaki!... Usted dijo que tenia una novia ¿cierto?

El trata de ocultar su nerviosismo, como no lo vi antes, es tan obvio.

Yamcha: ¡eso no le interesa!

Doy un paso más frente a él, sin quitarle la mirada encima.

Vegeta: ¡amor!... ¿Que impresionante tiene que ser para ser amor?

Puedo sentir su nerviosismo, No pienso soltarle toda la información que se él, Todavía no es el momento y seria divertido jugar con su mente un poco más.

Vegeta: la fallecida Lazuli y yo... ¡Realmente nos amábamos! Aunque todo mundo nos decía que no era amor... Pero yo ¡realmente la amaba!

Sentí como su respiración se cortaba x mis palabras, por miedo, x nervios por quien sabe que idiotez, me gusta jugar a con los malditos insectos insignificantes como el... Me gusta manipularlos a mi antojo.

AMOR SECRETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora