Capítulo 8

91 12 1
                                    

The Fray - Never Say Never

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

The Fray - Never Say Never

―Es un milagro divino que hayas aceptado venir a mi casa.

―No exageres.

― ¡Pero es la verdad! Tú nunca sales.

―Pues, es porque no me gusta.

―Puff, da igual. Lo importante es que ya estás aquí y que nos divertiremos esta noche.

Betsabé observaba atentamente los movimientos de su amiga mientras ésta sacaba una infinidad de conjuntos, vestidos y demás, intentando descifrar cuál sería el adecuado de la noche.

―Básicamente porque tú me has obligado ―dijo con insolencia.

Amelia se giró y la encaró sosteniendo un vestido negro en su mano.

―No seas tan sosa, Bess. Necesitas salir, explorar el mundo.

―No necesito de ello para vivir.

―Pero si para ser feliz.

― ¿Nunca te has preguntado si tal vez mi idea de felicidad es muy diferente a la tuya?

―Pues sí, pero ¿no crees que conocer, salir, y disfrutar te ayudarán a abrirte más al mundo? ¿No quieres descubrir nuevas cosas?

― ¿Y una fiesta si me ayudará?

― ¡Obvio, muñeca! Habrá chicos y chicas de nuestra misma edad, podrás hablar con quién quieras porque serás bien recibida.

Betsabé bufó.

―No opino lo mismo, Amelia.

―Claro, claro ―repitió con sorna―. Para ti no hay nada mejor que estar sumergida en uno de tus dichosos libros ―dijo, logrando que Betsabé se molestara.

― ¿Acaso hay algo de malo en ello?

―Pues obvio, querida, los libros son pura ficción; no me parece correcto que estés todo el tiempo sin querer descubrir nada más, nada de lo que sucede en tu mundo de lectura se cumplirá algún día.

―Haré como que no acabaste de decir eso ―musitó ofendida. Amelia se mofó ante su seriedad.

―Era mentira, cariño, tú sabes que yo respeto tus gustos. ¿Qué te parece este? ―cuestionó alzando al aire un lindo vestido rojo y demasiado corto. Nada comparado con los gustos de Betsabé.

―Ha de quedarte perfecto.

― ¿De verdad? Más vale que sea así, porque me costó un buen dineral.

―Te quedará bien, eso júralo.

―Y tú ¿qué te pondrás?

Betsabé no se inmutó ante su pregunta.

El silencio de sus ojos © (#Wattys 2019)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora