El domingo tardamos muchísimo en poder despertar, en realidad me sentía como muerta a pesar de las 10 horas que dormimos, supongo que queríamos dormir lo que pocas veces podíamos.
Yo desperté primero y comencé a acariciar la espalda de Nayeon que tenía frente a mí, sentí como su piel se erizo ante el contacto y comenzó a moverse sin despertar, hasta después de algunos minutos de molestarla.
—Buenos días, Coneja hermosa—dije y le di un beso en mejilla.
—Buenos días, guapa— dijo sonriendo.
—¿No pensabas despertar después de tantas horas? — pregunté divertida
—En realidad pensaba ir a hibernar.
Reí por su último comentario y me senté en la cama para levantarme, pero olvidé que mi ropa había quedado en toda la sala y me daba pena levantarme y que Nayeon me viera así.
Después de pensar unos minutos salí corriendo de la habitación para evitar que me viera por demasiado tiempo.
—¿Tan malo fue que ahora sales corriendo? —Escuché preguntar a Nayeon y comencé a reír.
Fui poniéndome la ropa que encontraba al menos en lo que podía ir al carro a buscar ropa limpia.
Después de unos minutos salió Nayeon envuelta en una sábana
—¿Qué se supone que haces? — preguntó riendo.
—Me visto— dije como si fuera obvio
Asintió algo confundida y regresó a la habitación a vestirse también, supuse y me tomé todo mi tiempo para volver con ella.
—¿Quieres ir a desayunar algo y volvemos a mi casa para estudiar? Que recuerde tienes un examen mañana.
—Oh, por dios, lo había olvidado— dije algo preocupada
—Tranquila, vamos ya y te ayudo a estudiar, se lo que te preguntarán, no te lo diré, pero me aseguraré que estés preparada.
Asentí y busque las cosas que había traído para poder ir al pueblito que estaba cerca del bosque a desayunar y Ella hizo lo mismo.
—¿Todo listo? — preguntó y asentí.
Subimos a su auto y comenzó a manejar de regreso, nos detuvimos a comprar un café y pan para el camino y salimos.
Llegamos a casa de Nayeon después de unas dos horas de que manejara y yo estuviera quejándome de que estaba preocupada y quejándome de que reprobaría; y si lo sé, anoche lo olvidé por completo.
—Comienza a estudiar pancreatitis aguda, iré a preparar algo en serio para desayunar y vuelvo para ayudarte con lo que falte— me dijo y desapareció en la cocina.
Pasamos el resto de la tarde estudiando cosas que Nayeon aseguraba que vendrían en el examen del profesor y agradecí por tenerla.
En la noche me botó de su casa porque necesitaba dormir y si me quedaba, seguro que no lo haría, así que como a las 6 me Llevó de vuelta a mi casa, me sentía bastante tranquila para pasar el examen.
La abracé y le di un beso en los labios cuando se estacionó frente a mi casa.
—Gracias por el fin de semana y por ayudarme con lo del examen— dije sonriendo, la miré por última vez y bajé de su auto para regresar a casa.
No había nadie, supongo que ya a nadie le importaba si regresaba o me iba el fin de semana, a fin de cuentas nadie parecía notarlo.
Fui directo a dormir para descansar lo suficiente y estar preparada para el examen.
Desperté como cada molesto lunes, con una taza de café que parecía no hacer efecto y fui a la universidad, empezaba con psiquiatría, lo repito, no se a quien se le ocurre hacer eso, pero no me podía quejar
Las horas pasaron bastante lentos hasta que tocaba clínica quirúrgica, caminé lo más rápido que pude de la escuela al hospital y llegue a la sala, donde Nayeon esperaba en la puerta y sonrió cuando me vio.
—¿Descansaste? —me Preguntó cuando me vio
—Bastante bien—sonreí y asentí.
—Te irá bien, te estaré esperando aquí afuera.
Respiré profundo, sequé mis manos y entré a la sala, esto debía ser fácil después de la ayuda de Nayeon.
Después de unos minutos Entró el profesor con los exámenes y sentí que mi estómago se encogía, siempre había tenido miedo a los exámenes y no a ellos como tal, sino a reprobar y quedar como una perdedora.
Volví a respirar después de que dejara las copias en los escritorios y comencé a contestar.
Para mi sorpresa, todo era bastante sencillo, todo lo había repasado con Nayeon. Terminé antes que todos mis compañeros y entregué mi prueba con una sonrisa de satisfacción al doctor y salí de la sala.
Con la mirada busqué a Nayeon, pero no la encontraba, se supone que estaría esperando por mí, así que seguí caminando Hacía la salida y la encontré platicando con otra residente, supuse, puesto que se veía de la edad de Nayeon y con uniforme del hospital.
Me detuve antes de llegar porque no quería interrumpir, las observé hasta que la chica abrazó a Nayeon, quien al inicio se veía un poco Incómoda, pero después de nada la apretó contra sus brazos y le dio un beso en la mejilla.
Se alejó un poco de ella y miró hacía la dirección en donde yo estaba, levanté las cejas y la miré por dos segundos antes de salir enojadísima del piso de cirugía y volver a la escuela.
No vi si se levantó y me siguió o se quedó con la residente y sinceramente no quería saberlo porque quizás terminaría más enojada.
Me escondí en la biblioteca por quince minutos y salí para volver a mi casa. Quizás había sobre reaccionado, pero por el momento no quería saber nada de Nayeon ni la extraña chica. Apagué mi celular y Pasé la noche estudiando para mis otras asignaturas.
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Mi Doctora Favorita [Minayeon][FINALIZADA]
FanfictionEl problema con ella, era que al igual que muchos de los medicos residentes en el hospital era: a) Narcisita. b) Odiosamente egocentrica. c) Tenia complejo de Dios. d) Si no eras un residente, no existias ante sus ojos. ¿Como se supone que actuas fr...