las personas normales piensan en silencio.

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Ambas bajamos del auto y ella me guió a la entrada de su casa, era bastante linda, tenía un jardín bien cuidado, un lugar para un auto y un camino de piedras a un costado.

Hacia un rato me había dicho que vivía sola y yo moría de ganas por preguntarle la razón, pero decidí no hacerlo por el momento.

Llegamos a la puerta, buscó las llaves en su bolso y la abrió.

Me tomó de la mano y entramos a la sala principal, se veía amplio y bastante lindo para que Nayeon lo mantuviera así, considerando que prácticamente vivía en el hospital.

Se sentó en uno de los sillones y la seguí, se notaba en serio cansada.

- ¿Quiéres algo?- me preguntó cuando me senté.

- A ti- le respondí, bienvenida otra vez, torpe Mina.

- ¿En serio?- preguntó divertida con las cejas alzadas.

- ¡No! No, no, no me refiero a... No, lo siento, estoy bien, Nayeon, gracias- sonreí totalmente ruborizada.

- Lo Sé, estoy bromeando- me dijo y se recargó en mi hombro.- yo si quiero algo- dijo antes de bostezar.

- ¿Qué?

- Que me des un beso y vayamos a dormir- me pidió.

Se separó un poco de mi y aproveché para besarla, esperaba algún dia acostumbrarme a todo lo que causaba en mi cuando sus labios tocaban los míos.

Sentí sus labios húmedos envolver los míos y por primera vez, su lengua comenzo a jugar con la mía, justo cuando creía que tenía la gloria, Nayeon me sorprendía con algo Más.

Sentí como Nayeon pasaba su mano por mi cabello mientras me jalaba Más hacia ella y su otra mano acariciaba mi pierna cruzada que quedaba a su alcance.

Se separó un poco de mi para tomar aire, pasó su lengua sobre su labio inferior y volvió a mis labios; sentía el sabor a menta de su labial.

Mordió mi labio y me descubrí a mi misma soltando un pequeño jadeo cuando lo liberó. Sentí un escalofrio recorrer todo mi cuerpo y sonreí.

¡Dios, Nayeon! ¿¡Que me haces!?

Se separó de mi para poder respirar y juntó nuestras frentes.

- Vamos a dormir, Minari- me dijo bajito y yo asentí.

Se levantó del sofa y tomó mi mano para que la siguiera.

- Puedes dormir conmigo si tu quieres, pero si no, arriba hay otra habitación, o puedes dormir en mi cama y yo voy arriba- dijo confundiéndome un poco y rei.

- Me gusta la idea de dormir contigo- le dije con una sonrisa Tímida y le di un beso en la mejilla.

- Vamos.

La seguí hasta su habitación, era espaciosa, como el resto de la casa, era color rosado y tenía muy pocos adornos, solo una de las paredes estaba llena de fotos y era todo. Al fondo había un closet amplio y había algunos muebles con cajones y al centro tenía una cama gigante que me quedé viendo como si fuera una niña pequeña en una dulcería.

- Cuando la mayoria de noches las pasas fuera de casa es genial poder llegar a dormir en esta- me explicó.

Me abrazó de lado por la cintura y me dió un beso en la mejilla.

- Lo último que me gustaria hacer en ella es dormir en ella- dije sin pensar.

Maldita sea, ¿¡otra vez, Mina!?

Nayeon me miró sorprendida con los labios entreabiertos.

- ¿Sabías que la gente normal piensa en silencio?- me preguntó riendo.

Agaché la cabeza con la cara ardiendo por el rubor.

- Ya, no es tan malo, relájate, bonita- me dio otro beso en la mejilla y se alejó de mi.

- ¿Me... Prestas una pijama, por favor?- pregunté para intentar aligerar el ambiente.

- Claro, ven.

Caminamos a su armario y lo abrió, encontró algo de ropa y me lo pasó para que me lo pusiera.

Caminé al baño, le lavé la cara con agua fria en un intento de quitar la torpeza extra que hoy tenía.

Me puse la ropa que Ella me prestó y salí a buscarla, ella ya se había cambiado y estaba sentada en la cama Esperándome.

- Te ves muy bien, Mina- me dió un rapido beso en los labios y se alejó para apagar la luz.

Dudé un momento y me acerqué a la cama, abrí las cobijas y me metí, vi que Nayeon hizo lo mismo.

Me quedé cerca de la orilla, era un momento bastante Incómodo. No sabía que era lo que debía hacer.

Aún con la oscuridad vi que Nayeon sonrió y se acercó a mi hasta quedar muy cerca.

- ¿Ahora te alejas de mi? ¿En serio?.

- No es eso, calla- le dije riendo.

- Me gusta tenerte aqui, ¿sabes? Es divertido.

- No es divertido, solo digo cosas torpes- dije con vergüenza.

- Y eso es lo que me gusta de tenerte, que no te importa decirlas.

Acercó su cara lo suficiente para besarme y me miró a los ojos.

- Eres muy especial, si no te lo Habían dicho antes- me dijo y sonrió.

- Nadie antes me importa, me gusta que lo digas tu.

Sonrió y me abrazó atrayéndome más hacia ella.

- Te quiero Minari, con todo lo torpe que seas, que no se te olvide.

Me dio un Último beso en la frente y nos quedamos dormidas.

Mi Doctora Favorita [Minayeon][FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora