Lo que salía de mi boca en forma de plan era arriesgado, porque los lobos tendrían que confiar en mí y ellos no lo hacían. Aunque Josh los presionara por escucharme, sabía que lo que yo les estaba ofreciendo no los convencía. Lo que estaba proponiendo era hacer una barrera mágica, pero para que esta sirviera necesitábamos anclar la magia a algo. Algo fuerte, vivo y perteneciente a la tierra. Necesitaba que fueran los lobos.
Estaba comprometiéndome a mí misma y a mi familia en esto, requería de mucho poder y de experiencia que seguramente yo no manejaba, pero creía que era una buena forma de activar nuestra ofensiva. Se trataría de una honda de magia enviada de todos nosotros, algo que desorientaría a los enemigos durante al menos un par de segundos que nos darían ventaja.
—Necesitamos estudiar al enemigo primero —concluí—. Saber a qué nos enfrentamos nos dará mucha más ventaja.
—Pero no sabemos qué criatura es —recordó Abel con expresión exhausta.
—No hay tantas como crees —sopesé—. No con las características que sabemos. Tengo que repasar mis libros, tal vez encuentre algo relevante.
—De acuerdo, terminemos por hoy —decidió Josh.
Froté mi cuello con mis manos, estaba cansada y tensa. Cuando los hombres salían, permanecí junto a Josh, sin mirarlo le pregunté: —¿Ivy?
—Mi madre la ha convencido de quedarse con ella en una caballa de descanso que tenemos, tendrán una noche de mujeres o algo así —refunfuñó.
—Felicidades, tu madre arreglará esto.
Respiró con fuerza.
—¿Eso crees? ¿Crees que...lo arreglará?
—Christina es muy persuasiva, a veces me asusta —acepté—. No sé si logrará arreglarlo, pero estoy segura que ganará una nueva amiga.
Era fácil sentirse cómodo con Christina, ella y Ivy tenían esa cualidad, ambas eran trasparentes, dulces y preciosas.
—Te acompañaré a casa —se ofreció Abel con una pequeña sonrisa.
Mi corazón vaciló.
—Necesito que te quedes aquí —cortó Josh—. Tenemos que repasar algunas cosas.
Solté el aliento aliviada.
—Josh, déjame acompañarla, regresaré rápido.
—Está bien —negué—. Sabes bien que puedo cuidarme sola. Nunca he necesitado un escolta.
Toqué su brazo para tranquilizarlo y salí de allí antes de que siguiera insistiendo.
*****
Hoy se sentía diferente.
Todo.
Incluso las personas.
Incluso yo.
Había ocurrido lo impensable. Creía que Josh había tocado fondo y yo también.
De pronto lo veía todo diferente. No sentía esa ira desgraciada arrastrándome y controlándome. Durante todo el tiempo que había estado con los lobos hoy solo sentí...lastima hacia ellos, estaban ciegos, estaban dispuestos a ponerse en peligro porque no me veían como una aliada, sino como su enemiga.
Me di cuenta cuando los miraba, la forma en la que ese odio y rencor se volvía un peso innecesario. Seguía molesta, pero yo...no quería ser como ellos, no quería estar ciega y furiosa todo el tiempo, no quería vivir esperando una venganza que no iba a hacerme sentir mejor. Iba a acabar conmigo.
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La bruja y los lobos
Hombres Lobo"Era magnifica. Perfecta. Perfecta. Perfecta. La voz en mi cabeza no se callaba, seguía gritándolo y lo supe, supe lo que era para mí, supe lo que éramos. Ella ya se había ido, pero yo me quedé en el suelo, me miraba a mí mismo, tan delgado que los...