Dos

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Narra Asa.

Pasé un tiempo muy divertido en el set de filmación, quedaba ya muy poco para sacar todo el producto y que pudieran a empezar a editar todo. Estaba pasando mucho tiempo con todos ellos también, sobre todo con Jaz, Aurora y Clara.

Creo que empecé a tener sentimientos extraños y encontrados. Resulta que pasaba momentos preciosos, profundos y divertidos con Jaz, pero también tenía momentos con Clara, no sabía cómo explicarlo, sabía que entre ella y yo había química, había cierta atracción que no podía controlar. Lo peor: Jaz sabía que me volvía loco por ella y clara sabía que me volvía loco por Jaz, pero ninguna de las dos sabía mi atracción por Clara.

-Buenos días, rayitos de sol. – Dijo Jaz, entrando en el set con lo que parecía cinco vasos de café. – Fui a comprar café para mí, y traje cuatro más, por si alguien más apetece. Por favor, no me rechacen. – Dijo poniendo los cafés en la mesa de bocadillos.

-Gracias, guapa, que amable eres. – Me acerqué, tomé un café y besé su mejilla.

Ella solo sonrió y tomó un sorbo de su café. Yo morí por dentro al ver su expresión. Era tan hermosa, sus expresiones tan sinceras, y mis pensamientos engañándola con otra. Sabía que no había problema si otra me gustaba, porque al fin y al cabo, Jaz y yo no teníamos nada fuera de una amistad, pero, por ser tan cercanos, sentía que la engañaba.

Ese mismo día, Jaz dijo que tenía que correr e irse porque tenía que volar a México para ver a su padre que se encontraba enfermo. Todos nos despedimos de ella y le deseamos lo mejor.

Por los siguientes 5 días, mi maquillista pasó a ser Clara. Tenía unos hermosos ojos verdes y una sonrisa perfecta. Siempre vestía muy bien, a la moda y con cualquier cosa se veía sexy. La diferencia con Jaz era que, ella siempre vestía con un estilo rockero, aunque también se veía muy sexy.

Me acerqué mucho a Clara. Uno de esos días, salimos a cenar, reímos, hablamos y comimos delicioso. La llevé a su casa, y charlamos un rato en el coche. No quería que se fuera, quería escucharla un rato más.

-Bueno, Asa, creo que esta vez ya tengo que entrar. – Sonrió y abrió la puerta del coche. Yo hice lo mismo y los dos salimos, la acompañé hasta la puerta. – Gracias por todo, Asa. Siempre paso momentos increíbles contigo.

-No me agradezcas, yo... - Me interrumpió, pues pronto se había acercado a abrazame. – te agradezco también. – Dije en casi un susurro y correspondí su abrazo.

Clara volteó a verme, por un momento sentí mucha presión, como cuando se te tapan los oídos, y tuve la enorme necesidad de besarla.

Lo hice.

Emotions.Where stories live. Discover now