La hora del Té.

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Llegué tarde a casa, había tenido una tranquila y muy agradable velada con Cole. Salimos a un restaurante demasiado "fancy" para mi gusto, además de que iba lo menos arreglada que había estado en mi vida. Pero Cole supo cómo hacer que no me sintiera fuera de lugar.

Hubieron algunas personas que se acercaron discretamente a pedirle un autógrafo a Cole, o una foto. Ya había pasado en ocasiones anteriores, él siempre ha sido tan amable. Pero de nueva cuenta, apenas estaba notando que el chico era muy amable. Y pensar que cuando nos conocimos, estaba siendo un cretino.

Pensé en todo eso mientras me alistaba para ir a dormir, después llamé a Aurora, pues por mí misma no podía pensar muy bien.

-¿Sí? – Respondió Aurora adormilada.

-¿Te desperté?

-Sí, pero no te preocupes. ¿Qué hora es?...

-11:33

-¿Enserio? – Ronroneó como gato. – Me quedé dormida a las 9, estaba viendo una serie.

-Pensé que te quedarías en mi casa.

-Iba a hacerlo, pero me habló André, salí con él y luego vine a casa.

-Oh...

Le estaba dando muchas vueltas al asunto, quería hablar de lo que pasó, pero al mismo tiempo no quería hablar de lo que pasó. Sentía que estaba siendo infantil, pero también sabía que tomar ese tipo de decisiones era muy arriesgado.

-¿Sucede algo?, estás muy callada, nunca llamas por nada.

-Es que, tengo que hablar contigo.

-¿Vas a terminar conmigo? – bromeó.

-¿Será posible que vengas, o que yo vaya a tu casa?

-¿Te espero?

-Está bien, nos vemos en 15 minutos.

-Sí.

Colgué, tomé mi abrigo, mis llaves y me fui a la casa de Aurora.

-¡Ya voy! – Dijo su voz desde dentro de la casa.

Escuché algunos ruidos metálicos y luego sus pasos apresurándose a la puerta, enseguida, ésta se abrió dejando ver a Aurora en pijama y dejándome sentir una oleada de calor que venía del interior de la casa.

-Pasa, pasa, hace frío. – Me tomó la muñeca y me jaló para que entrara.

-Tu casa parece horno. – Me quité el abrigo y lo colgué.

-Ajá. – Corrió hacia la cocina. – Hice té, sí quieres, ¿no?

-Claro.

Me senté en el sillón individual de su sala y me hice bolita sobre él. Aurora se acercó con dos tazas de té y me dio una de ellas.

-¿Qué quieres hablar?, ¿encontraste otra y vas a abandonarme?

Reí desganadamente. – No, eres la única.

-¿Entonces? – Dio un sorbo a su té, mirándome con intriga y los ojos entrecerrados.

-Cole se enamoró.

-Lo sabía, era demasiado bueno para ser verdad, yo sabía que ese chico tenía que caer, ¿quién no lo haría?, ya viste a Asa, unos cuantos meses y sin razón te volviste... - Paró de repente al darse cuenta de mi expresión de preocupación. – Lo siento... ¿Cómo pasó?

-No recordaba a Asa... bueno, sí, pero... no había visto el panorama, ahora sé que él me quiere y simplemente voy a responderle a cole... - se me salió.

-¿RESPONDERLE A COLE? - Gritó emocionada, dio un pequeño salto en su lugar y casi se tira el té encima. 

-Bueno, es que hablamos.... 

Le conté absolutamente todo, los detalles, la propuesta, sus sentimientos y por supuesto los míos. Sentía que estaba vomitando todo lo que tenía dentro, Aurora solo me miraba con su taza de té frente a su cara y con los ojos bien abiertos.

-No sé qué decirte, cariño... Supongo que será bueno que empieces algo con Cole, es un buen chico cuando tiene pareja. - Bebió de su taza. - Pero tú... te vuelves loca por Asa.

-De todas formas, no creo que lo vuelva a ver... no tengo excusas. Supongo que será como cuando de niña te gustaba un niño en el parque, le hablabas pero nunca más volvías a verlo porque no podías preguntarle número, teléfono, dirección, porque simplemente no importaba más... solo el momento, y esperabas que algún día pudieras volverlo a ver.

-Entiendo... ¿y si armamos algo?

-Para nada... no quiero forzar, además le respondí a Cole que lo intentaría.

-Claro.

Emotions.Where stories live. Discover now