Después lo vi por algunos minutos en una junta con André, pero por suerte, me llamaron del banco y tuve que irme. Ya no podía verlo sin ruborizarme después de haber confirmado que yo le gustaba, era imposible. Me estaba enamorando de nuevo, sin motivos.
-Quedamos con André en ir a cenar todos. – Dijo aurora tirándose en mi cama.
Había regresado del banco, la semana pasada había descubierto que alguien estuvo metiendo y sacando dinero de mi cuenta de ahorros, resultó que el banco se había equivocado y le dieron mi mismo número de cuenta a otra persona que solo tenía el mismo nombre de pila que yo, pero eso ya no me preocupaba más, pues se había arreglado. Lo que me preocupaba ahora era tener que volver a ver a Asa. Tenía que pensar en formas de cómo no ponerme como tomate al mirarlo y estar cerca de él.
-No puede ser. – Respondí al aviso de Aurora.
-Sí, ya sé, estoy harta, ¿sabes?, ya tengo otro trabajo, y necesito concentrarme.
Sonó mi teléfono celular que estaba en la cama, Aurora vio la pantalla al mismo tiempo que yo y comenzó a sonreír muy ampliamente con un aire de perversión.
-Parece que te llaman para una noche candente. – Se mordió el labio y yo arrebaté el teléfono antes de que ella lo tomara para contestar.
-¿Sí? – Contesté.
-Hola, guapa. ¿Estás lista para ir a cenar hoy?
-¿Cenar?, ¿Estás en Londres?
-Vine a verte, necesito verte con todas mis ganas, quiero arrancarte la ropa. – Dijo Cole sin pudor.
-Cállate, no estoy sola.
-Lo siento.... Entonces, ¿quieres salir a cenar?
-No lo sé.
-Eres tan dura conmigo. Hace mucho que somos amigos...
-Di que sí. – Susurró aurora. Yo la fulminé con la mirada.
-Está bien, vallamos a cenar...
-Perfecto. Iremos por sushi y después a mi casa.
-Bien.
Cada vez que Cole me hablaba, era para ir a cenar y para tener sexo, pero obviamente eso no podía ser siempre, Cole incluso era un amigo para mi, pero sospechaba que también quería algo más de mí, aunque haya dicho determinadamente que no quería absolutamente nada de romance con él, siempre terminaba diciéndome que ya quería algo serio, y claro que yo apreciaba a Cole, pero no era Asa.
-Detesto que me hayas presentado a Cole. – Dije a Aurora cuando colgué el teléfono.
-Detesto no haberlo tomado para mí, se ve que te diviertes tanto...
-Ya cállate – Dije divertida. Tomé una almohada y se la aventé.
Fui a bañarme, me puse ropa bonita pero cómoda y salí de casa, dejando a aurora ahí. Al fin y al cabo, siempre parecía vivir en mi casa.
Llamé a Cole: -Cole, me adelanté, ahora mismo voy a tu departamento. ¿está bien?
-Claro, linda, te espero.
Cuando llegué, él ya estaba listo para abrir la puerta, pues al bajarme del coche, él salió, como si me hubiera estado rastreando.
-Te vez hermosa. – Se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla.
-Gracias. Tú te vez como siempre. – Cerre la puerta de mi coche y me lancé a sus brazos para besarlo.
-¿Qué significa "como siempre"? – Preguntó desconcertado, entrecortado entre besos.
-Que estás buenísimo.
Me separé de él, tomé su mano y lo arrastré al interior de la casa. Cerré la puerta y lo tiré al sillón de la sala, me saqué el pantalón y la blusa mientras él me miraba divertido y con cierto brillo de oscuridad en sus ojos. Me lancé sobre él y comencé a besarlo intensamente.
Sentía mi cabello húmedo y pesado caer sobre mi espalda, y sus dedos recorrer la humedad que me quedaba. Sus besos y su lengua cálida, húmeda y experta me hacían estremecer, y me hacía pensar mil cosas que deseaba que me hiciera. Entre mis piernas, lo sentía a él y a su enorme erección por encima de sus Jeans.
Me sentía ya lo suficientemente húmeda, pero entonces Cole quiso arruinar el momento.
-Se mi novia.
Paré de besarlo en seco, me aparté un poco y lo miré a los ojos.
-¿Qué?
-Creo que podemos ser una buena pareja.
-No lo creo.
-Porque no. Desde el principio te dije que solo quería tener sexo contigo, y tú concordaste, además estabas más que feliz con la idea. No me digas que ahora te enamoraste, porque te conozco, y sé que tú no eres apto para las relaciones formales.
-Oye, no puedes decir eso, no conoces mi lado de novio. Podría hacerte ver las estrellas.
-Teniendo solo sexo, ya me haces verlas, ¿es que no lo vez? – Intenté retomar el juego y me incliné hacia su cuello para besarlo ahí. – Me encantas, y estás buenísimo, guapísimo y nadie me ha hecho sentir tanto placer como tú.
Sentí con mi pecho, junto al suyo, un pequeño gruñido que salía de su interior, un gemido de deseo.
-Espera... - Me apartó. – Es que, yo quiero mostrarte que puedo ser bueno para ti, que puedo darte felicidad de pareja, quiero mostrarte mi verdadero yo, y quiero que me muestres lo que eres tú. Déjame tocar tu alma y no solo tu cuerpo.
-Suenas tan poético.... – Rodee los ojos. - ¿Qué te parece si primero tenemos el mejor sexo de la vida y luego pensamos en eso. Ahora mismo no puedo pensar, me siento frustrada, Cole. – Me mordí el labio, viéndolo suplicante.
Su rostro se llenó con un ligero brillo, y sus ojos claros parecían estrellas.
De pronto, su lengua ya estaba jugando en el interior de mi boca, y sus manos navegando por mi cuerpo. Pronto pude sentir la tibieza de sus dedos en mi entrepierna y como sin darme cuenta, la parte inferior de su ropa ya había desaparecido.
Sus dedos comenzaron a buscar el borde de mi braga entre mi ingle y haciéndola a un lado, le dio paso a su dotado miembro, haciéndome gemir y haciéndome mover las caderas.
El sexo con Cole era siempre tan satisfactorio que estando con él, no podía pensar lógicamente, obviamente tenía que poner en perspectiva los sentimientos de Asa ahora que sabía que le gustaba, pero tenía que admitir que Cole me hacía suspirar de aquella manera, y el pensar en él me hacía hervir la sangre, pero sabía que eso solo era una calentura, aunque, era un buen amigo, y adoraba su sentido del humor, podía romper el primer trato y consolidar uno nuevo. Solo el tiempo lo diría.
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Emotions.
FanficMaquillista en el set de filmación de una nueva película independiente, conoce a uno de los mejores actores juveniles de la actualidad.