Caminata.

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Narra Jaz.

Había pasado ya un buen rato con Henry, nos conocíamos, él era muy diferente a Asa, pero claro, no debía estarlos comparando, aunque era lo que hacía, pues pensaba que con Asa, aunque no me había contado nada de él, podía deducir que era una linda persona, divertido, apasionado y le gustaba la fotografía y la tranquilidad, pero Henry... él parecía un poco más superficial, pues de lo único de lo que hablaba era de sí mismo, me contaba su historia, y todo eso, parecía pedir atención, aunque no me molestaba, pues mientras yo menos hablara para no decir alguna estupidez, era mejor.

-Entonces, vine aquí a terminar mis estudios y cuando lo hice, empecé a hacer audiciones en obras que me llamaran la atención, pero me topé con esta filmación y dije ¿por qué no?, adicioné y ahora estoy aquí hablando con una de las chicas más lindas del set.

-Valla – Dije un poco sonrojada. – Si que te ha ido bien. – No quise hacer ningún comentario sobre su cumplido.

-¿Te han dicho antes que eres linda?

-Claro, seguido.

-¿Quién?

-Pues, mis amigas, supongo.

-Esas no cuentan, ¿qué tal los hombres?

Rodee los ojos. – Pues, no lo sé, no les presto mucha atención. – Mentí.

-Pues, déjame ser el primero. Eres hermosa.

-Gracias, Henry. – Me rasqué la nuca.

Realmente esto estaba siendo incómodo, y me hubiera encantado tener una buena excusa para salir de ahí, o pedir a gritos que se lo llevaran por favor. Y es que, Henry era lindo, lo dije antes, era sexy, pero él no me gustaba para nada, en cambio, desde la llegada del chico de los ojos azules, no podía dejar de sentir atracción hacia él.

Gracias a las fuerzas oscuras de mi interior, quiero creer, invoqué a Aurora, quien llegó a salvarme de las garras del temible Henry.

-Cariño, iremos a caminar, las chicas y yo por la playa, ¿quieres venir? – Dijo Aurora sonriendo.

-Sí, por favor. – Dije levantándome como si algo me hubiera picado.

-Vamos entonces. – Aurora me jaló del brazo y dejamos a Henry ahí, sin decir adiós.

-Muchísimas gracias por salvarme, que bueno que recibiste mis señales de telepatía.

-Te vi de lejos, parecías pedirlo a gritos.

-¿Entonces no vamos a caminar?

-Oh, claro, pero yo voy con André, necesitaba también una excusa, pero para acercarme a él, y de esa manera tú te vas con el galán de ojos azules, ¿eh?

-Debe ser una mejor idea que quedarme escuchando a Henry decir que soy hermosa e intentando abrazarme. – Reí un poco.

-Lo será.

Fuimos hacia donde estaban los otros chicos con André, Aurora le pidió acompañarla para platicar de algo.

-Será solo un minuto. Asa, por favor cuídamela un rato. – Dijo Aurora.

-Está bien. – Dijo Asa, confundido.

Ellos se fueron y yo me senté con Asa y los otros chicos, quienes se encontraban ya casi dormidos de lo ebrios que estaban.

-Creo que tomaron de más, ¿eh? – Comenté volteando a ver a los otros.

-Sí, un poco, André no quiso tomar más por eso.

-Claro, conductor designado. Yo espero que Aurora no tome mucho, porque yo si tomé un poco, y sin mis lentes creo que no veré nada.

-Ahhh, yo no he tomado, si quieres yo las llevo.

-¿Harías eso?

-Claro. – Dijo amable.

-Gracias, Asa. – Dije. Miré a lo lejos y Henry estaba de espaldas a nosotros. – Oye, ¿quieres ir a caminar?

-¿Porqué no se lo pediste al chico?

-Te cuento... pero vamos. – Me levanté y lo ayudé a incorporarse.

Nos fuimos a caminar por la orilla de la playa, era de noche, pero había mucha gente acampando, pues era fin de semana, por lo que había muchas fogatas y luces cerca. No me di cuenta, pero estaba tomando a Asa de la mano, pues habíamos corrido para que Henry no nos viera juntos, pues él creía que yo estaba con Aurora.

-Bueno – Dije soltándolo. – emmm... pues... resulta que Henry estaba siendo un poco pesado. Es un poco narcisista.

-Ah, ya. Solo hablaba de sí mismo.

-Sí. Además me hacía sentir incómoda... casi todo el rato intentaba abrazarme, pero es que a mi Henry no me gusta, o sea, si es guapo, pero no me gusta para mi, ¿sabes?

-Entiendo. – Sonrió.

-Y es todo... Aurora llegó a salvarme. Y tú, bueno, tal vez creo que eres más agradable. Hace rato con las fotografías me la pasé muy bien.

-Oh gracias... - dijo sonriendo y mirando la arena. – intentaré no hablar de mi o abrazarte – rió.

-¿Qué dices?, habla de lo que quieras, me refiero a que hay de cosas a cosas que puedes contar, ¿sabes?, no todo se trata de tus musculos, cuantas horas haces en el gimnacio y las chicas que están detrás de ti. También están el resto de intereses y dejar hablar a la otra persona – reí nerviosa.

-Ah ya...

Nos quedamos en silencio, caminando lentamente, sintiendo la arena húmeda en nuestros pies.

-El mar está muy tranquilo. – Dijo.

Emotions.Where stories live. Discover now