Estrellas

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Realmente nunca era tan tímida, antes había conocido a otros actores famosos, pero ninguno me había hecho sentir tan ansiosa y entusiasmada. No era una mala sensación el hecho de que él volteara a verme, pero me ponía como tomate cada vez que volteaba y me guiñaba el ojo. No sabía si lo hacía solo conmigo, o también con las demás chicas.

La primera escena que se grabó fue genial, el chico era todo un artista, se desarrollaba tan bien que me hacía sentir que lo acompañaba en su aventura.

Al final del día, a todos se les ocurrió ir a cenar a un restaurante, fui con gusto, pues ¿quién le dice que no a la comida?, además era ya tarde y no quería llegar a casa haciéndome cena. Solo quería dormir, había sido un día muy largo y con muchas emociones fuertes.

Durante la noche, todos platicábamos y bromeábamos, al principio me hicieron un poco de burla por mi reacción al ver a Butterfield, pero después lo olvidaron, por suerte. Después de comer, decidí salir al balcón del restaurante a tomar un poco de aire, pues todos adentro se estaban poniendo un poco tomados, sabía que algunos de nosotros íbamos a terminar llevándolos a todos.

Me paré justo en la cerca, podía mirar los techos de algunas casas, las farolas encendidas y alguna que otra persona vagando por las banquetas, probablemente yendo a sus cálidos hogares. Voltee al cielo buscando estrellas, pero lo único que encontré fue un cielo oscuro y solitario, completamente vacío, las luces de la ciudad no me dejaban apreciar aquellos pequeños puntos plateados.

-Si quieres ver las estrellas, debes ir más arriba. – Dijo su ronca voz. Bajé la mirada y luego voltee a verlo.

-Hola. – Le sonreí, esta vez no me puse nerviosa.

-Te sientes mejor, ¿eh?

-Sí, creo que fue momentáneo. – Dije tranquila.

-¿Te gustaría ir más arriba a ver las estrellas?

-Me encantaría, pero, soy conductor designado, y tengo que esperar a que quieran irse.

-Tienes razón, otro día será.

-¿Te gustó trabajar el primer día con nosotros?

-Fue muy divertido, recreativo y emocionante, de verdad. – Dijo sonriendo, mirando al horizonte.

-Me encantó tu actuación.

-Que bueno – Dijo emocionado. – Me esforzaré para que te siga gustando. – Sonrió, y de nuevo, volví a sonrojarme.

Nos quedamos en silencio viendo los techos de las casas, las calles, disfrutando de la compañía y del aire frío que hacía.

-Debemos intentarlo de nuevo. – Dijo al fin.

-¿El qué?

-Ver las estrellas, en un lugar donde sí podamos. 

Emotions.Where stories live. Discover now