Emotions.

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La siguiente vez que pensé en él fue en el estreno de la película, un año después, cuando lo vi.

Esa tarde falté al trabajo, la jefa sabía por qué, así que me dio tres días, "por si me embriagaba celebrando", realmente esa mujer era un amor, no entendía su cariño por mi. En fin, según yo, lo único que pasaría sería ir a tener sexo con Cole, ya que desde aquella vez, nos llamábamos cada dos por tres.

-¿Podremos vernos hoy?, necesito enseñarte la nueva bañera que instalé.

Sonreí ampliamente pensando en las posibilidades. – Hoy no, tengo que ir al estreno, podría no hacerlo, pero, André... quiere que esté ahí.

-Ah, es hoy... ¿no crees que sea contraproducente?

-¿Porqué?

-Butterfield...

Había olvidado por un momento que ahí tenía que verlo, pero ya había pasado tiempo, y supuse que no sería un problema ya.

-Ah, él... no, no es problema, hace tanto que no lo recordaba.

-Bueno, solo ten cuidado, y si quieres venir a verme, sabes en donde estoy.

-Gracias.

Después de todo, Cole, además de ser bueno en el sexo, se había convertido en un buen amigo. Un amigo con el que tenía sexo cada vez que llegaba a Londres.

Me puse un vestido muy casual, corto y blanco, me puse medias altas negras y un abrigo blanco con botones negros, tomé unos zapatos negros con pequeñas plataformas y me los puse. Cuando me fui, me encontré con André.

-Cariño, te vez divina.

-Y tú te vez guapísimo, señor productor.

-Gracias. – Se dio una vuelta. – Tenía que lucirme hoy. – Dijo jalando un poco la solapa de su traje. – Tengo que avisarte... - Se acercó a mí, hablando bajo – Asa y Clara terminaron.

De repente el mundo se detuvo, mil flores rosas y blancas empezaron a flotar a mi alrededor y todo parecía dar vueltas. Claro, todo lo estaba imaginando.

-Ah, que noticia. ¿Cuándo? – Intenté no mostrar interés.

-Creo que ya va un mes. Clara no quiso venir.

-Mmm... bueno, que mal por ellos. – Dije indiferente.

Mientras, por dentro, brincaba de felicidad.

A lo lejos, vi a Asa, hablando con muchas personas que se acercaban a él para tomarle fotos, hacerle entrevistas improvisadas y para que les diera autógrafos. Parecía indiferente de todo, pero tan agradecido y feliz. El hombre era tan serio en veces.

Su co-protagonista, Bella, -nueva actriz- se acercó a saludarlo. Él parecía feliz de verla. La gente les tomó algunas fotos juntos, parecían tan ajenos a los problemas.

-Deja de verlo, te lo vas a acabar. – Dijo aurora.

-¿En dónde está André? – pregunté cuando voltee y ya no lo vi a mi lado.

-Allá va...

Se dirigía justo a donde Asa y Bella.

-¿Se ve guapísimo no? – Pensé en voz alta.

-¿André? – Volteó aurora a verme con cara de desaprobación y confusión.

-No, Asa. – Dije en voz baja, dándome cuenta de lo que estaba hablando.

-Ah, claro. No dejas de pensar en él. – No era una pregunta.

-Ya lo había hecho. Pero creo que simplemente no puedo dejar de sentir atracción por él. Después de todo, nunca tuvimos algo, ¿o sí?

-Se le notaba que le gustabas, no ha preguntado por ti, por lo que sé, pero supe que cuando terminó con clara, uno de los temas de discusión eras tú.

De pronto llamó mi atención hacia ella, voltee a mirarla con incredulidad.

-¿De qué hablas?

-Clara me llamó llorando, para decirme que terminó con Asa, supongo que no confiaba en otra persona.

-¿Y qué más?

-Pues me dijo que ella siempre lo supo, que Asa quería a alguien más, que pelearon porque ella pensó que a él le gustaba una chica con la que está trabajando en otra producción, pero resultó al final que él le dijo no era nadie de la otra producción, sino, que la otra chica eras tú.... Pero que cuando te fuiste se había enamorado también de clara y que por eso estuvo con ella. Obvio clara estaba muy triste, no querìa verte, pero sabe que tú no tienes la culpa... - mis oídos se apagaron en ese momento.

No podía creer lo que mis oídos estaban escuchando. Voltee a ver a Asa, parecía tan tranquilo, feliz e indiferente a otras cosas que no fueran las cámaras que tenía al frente. Se veía divino, con sus ojos azules que parecían iluminar su rostro, y yo ahora sabía que él sentía algo por mí. Aunque realmente creo que nunca le di una razón para hacerlo, ni él me la dio a mí.