No me iré

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Más tarde, mientras dormía, me despertó un sonido, escuché que la puerta de la casa se abrió, pero me sentía demasiado mal como para levantarme, así que solo ignoré y cerré los ojos para volver a dormir.

-Jaz. – Escuché la voz de Cole desconcertado.

-Mmm. – Pude hacer a penas.

-¿Estás bien? – Su voz se escuchaba a mi lado. Tocó mi frente y escuché un gemido bajo. – Estás ardiendo.

-No, solo tengo sueño. – Alcancé a decir.

-Tienes que levantarte. – Dijo jalando mi cobija.

-No. – Tapé mi cabeza con mis brazos.

-Tengo que llevarte con el doctor.

-Ya fui. Me dieron medicinas.

-No, levantate.

-No quiero.

-Levantate, por favor. – Cole me jaló más fuerte del brazo, eso logró que me sentara, pero entonces me levanté molesta.

-¿Qué quieres?

-Debes entrar a bañarte.

-Claro, ¿te preocupas por mí?

-Obvio sí... - Abrió la boca para decir algo más.

-¿Y en dónde estabas anoche?, ¿Porqué te fuiste sin decir nada?, ¿Crees que puedo soportar tus niñerías cada tanto?, ¿Con quién te fuiste?, me reclamas sobre Asa pero tú puedes ir a revolcarte con cualquiera. Estoy segura de que la pasaste muy bien, mientras yo me resfriaba porque te esperé a lado de la ventana... no tenía por qué hacerlo, pero soy tan tonta... - No terminé la frase.

Cole había tomado mi antebrazo y me jaló hacia él, sentí como mi pecho pegó con el suyo y acercó su cara a la mía a muy pocos centímetros, estaba abrazándome y no podía moverme mucho.

-No me fui con nadie. – Susurró cerca de mí. – Estaba triste, desconcertado, detesto que Asa te busque, detesto que te guste, y tengo miedo de que lo quieras más que a mí o de que te vayas con él. – Entonces me besó.

Me besó y por los primeros segundos le respondí, pero según mi subconciente, no podía caer tan rápido. Me aparté de él empujándolo, pero él solo se aferraba a mí, seguí empujándolo, hasta que por fin pude safarme.

-No tienes derecho a besarme en este momento. – Dije molesta. – No puedes besarme, tocarme, no puedes acercarte. Voy a ir a bañarme y cuando salga quiero una taza de té y una pastilla para el dolor de cabeza que me has causado.

Me di la vuelta y entré al baño. Me pegué a la puerta intentando tranquilizarme. Había comenzado a llorar y mi pecho no paraba de subir y bajar con pesadez.

"¿Habré sido muy dura?"

Me metí a bañar con el agua a "temperatura ambiente", al poco rato me sentí mejor, así que terminé pronto y salí. Vi a Cole sentado en mi sofá y una taza de té en la mesita de noche. Me sequé el cabello y tomé mi té. Durante todo ese rato, estuvimos en silencio, nadie habló con nadie, ni Cole se acercó a mí.

-¿Te sientes mejor? – Preguntó cuando terminé de secar mi cabello.

Respiré profundo. Me sentía mejor en todo aspecto. – Sí. – Contesté.

-Perdón. No quería dañarte, no me fui con nadie, manejé un rato y luego paré en alguna calle cerca del departamento donde vivía. Me quedé dormido ahí.

Escuché todo lo que dijo, no volee a verlo hasta que me levanté, me acerqué a él y tomé su mano para que se parara del sofá.

-No vuelvas a irte así. – Dije y lo abracé. – Pensé miles de cosas. Pensé que te había pasado algo. No lo vuelvas a hacer. – Escondí mi cara en su pecho.

-No lo haré. – Susurró cerca de mi cabeza y levantó mi cara para verme. – No me iré. – Puso sus labios sobre los míos y me besó suave, cálido, con cariño.

Emotions.Where stories live. Discover now