19. Nueva Generación.

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Durante la madrugada Alan recibía el informe que su padre había sido abatido.
Al mismo tiempo sabía que estaría solo al mando de toda la organización.

Al día siguiente reunió a todos en el jardín.

-Como saben mi padre lo mataron ayer, así que a partir de ahora todo va a cambiar, lo primero que deben saber es que voy a vigilarlos uno por uno ya que casi nadie sabía del viaje que realizaría mi padre, por lo tanto quien causo esto debe estar entre nosotros y el día en que lo encuentre lo haré pagar personalmente todo el daño que ocasionó.- dijo Alan muy enojado.

-Estamos a tu disposición.- respondió un hombre de la organización.

-Por otro lado, se acabaron las preferencias.- reprochó mientras veía a Cristián y Daniela. - Todo cambiará y quiero que sepan que nos vamos a expandir hasta controlar más territorio.

Todos quedaron desconcertados debido a que para expandirse deberían de acabar con otras organizaciones las cuales controlaban zonas distintas.

-Eso es  todo, por el momento Daniela saldrás en la madrugada, quiero que vigilen nuestra zona, me han dicho que se hacen negocios por nuestras calles y si eso es cierto debemos poner un  alto.- ordenó Alan.

-Esta bien- respondió Daniela fríamente.- ¿Iré con Cristián?.

- Por supuesto que no, a partir de ahora yo seré quien ordene quien va con quien.- respondió Alan. - te acompañará el 22-.

Daniela aceptó la decisión ya que negarse no serviría de nada sino  todo lo contrario, por otra parte estaba tan desconcertada ya que de todo lo que dijo Alan algo si era real; quien sea quien dio aviso a las autoridades tenía que estar dentro de la organización para saber exactamente hacia donde se dirigía.

Al momento que eso sucedía, en la comandancia, Elizabeth y Robert recibían una llamada de atención por parte del General López ya que movieron todas sus unidades sin siquiera notificarle.

Pero a Elizabeth le importaba poco eso, para ella era importante dar con la persona que había ayudado a saber la localización de Carlos y el porque lo había hecho.
Más tarde cuando ella se encontraba en su oficina Robert entró para notificarle algunas cosas.

- Me llamaron de Texas, debemos irnos al parecer tenemos que dar informes sobre lo que hemos logrado hasta el momento- explicó Robert.

-Si algo me habían comentado, saldremos en tres días- respondió Elizabeth.

-Por cierto me dijo Antonio que te entregará tu correspondencia.- dijo mientras entregaba  una serie de cartas.

Elizabeth se estremeció al ver entre esas cartas un sobre negro con una paloma dibujada en el centro.

-Robert ve, es un sobre igual al que encontré la vez del accidente aéreo.-

-Tienes razón, abrela quizá halla alguna pista-

Elizabeth abrió el sobre, en el cual se encontraba una pequeña nota de color blanco la cual decía:

Los felicito, lograron algo importante antes de ir a EE.UU. Aunque me parece descortés de su parte el no agradecerme, en fin déjeme decirle que esta noche tendrán una pequeña cita, pongan atención a todo lo que suceda para que sepan a que me refiero.

Me despido, y bienvenidos a la nueva generación.

Ambos quedaron muy desconcertados por las palabras escritas, estaban muy confundidos pero sabían que tendrían que poner atención a lo que sea que pasará durante la noche.

Mientras tanto por la tarde Daniela se preparaba para salir a vigilar cuando de pronto Cristián apareció.

-Valla apareciste justo cuando pensaba en ti.- dijo Daniela mientras cerraba la puerta con llave.

-Por el tono en que lo dices me queda claro que no es nada bueno lo que sea que me dirás.- respondió algo preocupado.

-¿Fuiste tú?.- cuestionó.

-Me hubiera encantado,pero lamentablemente alguien se me adelantó- respondió fríamente y con una expresión burlesca.

-Por la mera en que lo dices no se si creerte. -

-Sabes que no miento, lo podrías ver en mis ojos si tú quisieras.-

-No de nuevo.- dijo Daniela.

-Jaja, sabes algún día quisiera besar esos labios.- respondió mientras con uno de sus dedos contaba los labios rojos de Daniela.

- Tengo cosas que hacer, hablaremos luego.- se despidió Daniela con tono nervioso.

-Esta bien, cuidate mucho.- añadió Cristián como forma de reanudar la conversación pero fue inútil ya que Daniela se marchó.

Cuando Daniela llegó al jardín ya era esperada por Alan y su compañero de turno.

- Perdón pero no todo el tiempo te voy a esperar.- reclamó Alan a Daniela.

Ella no dijo nada, solo subió al asiento del copiloto y espero a que el 22 arrancará el vehículo.

-No le caes muy bien- dijo el 22 a Alan en tono sarcástico.

Ambos se fueron mientras la noche empezaba a caer lentamente.
Durante en transcurso de la noche se la pasaron dando vueltas por la ciudad.

- ¿Cómo te llamad realmente?- preguntó Daniela al 22.

-Ricardo.- respondió fríamente.

Luego de eso no volvió a preguntar nada, ya que era obvio que ella no le caía nada bien a él.

La noche avanzaba, de pronto su celular sonó. Se trataba de un mensaje de texto de un número desconocido.

Hoy serás un pequeño roedor el cual estará muy cerca de perder la vida, atentos a todo lo que las rodea ya que los cazadores saldrán de cualquier lugar.

Bienvenidos a la nueva generación.

Daniela muy confundida mostró el mensaje a Ricardo, quien al leerlo quedó confundido al igual que Daniela.

Mientras tanto Elizabeth y Robert iban camino de regreso a la comandancia cuando de pronto recibieron una llamada, pero la voz era distorcionada pero muy clara.

-Están muy cerca de su cita, así que yo no regresaría a la comandancia y seguiría buscando señales.

Elizabeth estaba apunto de responder pero aquella persona terminó la llamada.

Todo era confuso para todos, al parecer estaban en un juego donde eran movidos como simples piezas de ajedrez, sin saber quien los estaba manipulando de esa manera.

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