conoce a DANIELA

26. Deseo e Incertidumbre.

Al llegar a esa reunión la gente parecía no importarle el hecho que fueran personas desconocidas sino todo lo contrario, cada uno de ellos se presentaba de forma cordial. Todos estaban entre música clásica, plantas de ornato de primera y miles de luces de colores claros.
Todo transcurría con normalidad cuando de la nada un mayordomo haría un anunció sorpresa.

-Buenas noches distinguidas personas que hoy nos acompañan, como plato principal de la velada les presentó al organizador de todo éste evento; el señor Víctor Alvarado.

Al escuchar eso todos de alegraron como si algún rey estuviera ante ellos, mientras que Daniela y Cristián se sorprendieron ya que era Alvarado el dueño del famoso programa que buscaban.

Miles de personas buscaban hablar con Víctor pero era él quien decidía con quien charlar y a quienes ignorar.

-Tenemos que aprovechar la oportunidad- dijo Cristián mientras pensaba en como lograr llamar la atención de Alvarado.

-Yo se como- respondió Daniela.

-¿Cómo?- cuestionó Cristián desconcertado.

Ella solo miraba a Víctor como león esperando a atacar, al mismo tiempo Cristián solo la miraba con muchas dudas.

-Ya Daniela, tu silencio me asusta-

-¿Confías en mí?- preguntó ella.

-Por su puesto, ¿Por qué?-

-Bueno, nos vemos luego y recuerda que sentimos lo mismo, que no te domine tu instinto-

-¿Ah?- dijo Cristián muy confundido.

Daniela le dio un beso en la boca a Cristián, luego de eso de una mesa tomó una copa y se fue al lugar donde estaba Víctor Alvarado.
Cristián por fin entendía a lo que Daniela se refería y aunque no le parecía agradable verla muy cerca de Alvarado sabía que era la única manera de lograr llevar a cabo sus planes.

La reunión término horas después casi  a la media noche, Daniela y Cristián regresaron al hotel donde se hospedaban.

-Bueno, logré hablar con Alvarado y te tengo una buena y una mala- dijo Daniela.

-Me la pasé toda la reunión sólo con una copa, así que mejor dime la buena-

-Ok, tenemos invitación especial para la siguientes reuniones-

-Wow, ¿Cómo es que lo lograste?- preguntó Cristián.

-Aproveché la belleza que dices que tengo- respondió Daniela algo dudosa.

-Si la tienes, y no fue agradable verte muy cerca a él pero entiendo que era la única opción- dijo Cristián algo desanimado.- y ¿Cuál es la mala?.

-Que ante Alvarado somo primos- dijo Daniela muy desanimada.

-¿Perdón?- preguntó Cristián muy asombrado.

-Fue lo único que se me ocurrió, si decía que éramos novios se le hubiera hecho raro que siendo pareja yo estuviera tranquilamente con él.... Espera, ¿por qué me miras así?- dijo Daniela interrumpiendo lo que iba a decir.

-Lo dijiste- contestó Cristián sonriente.

-Ahora  quien me asusta eres tú- dijo ella.

-Desde ese beso solo nos tratábamos como tal, pero nunca escuché de tus labios la palabra "novios" y mucho menos "pareja".

-Con ese beso despertaste un sentimiento en el cual perdí toda esperanza, es difícil que yo confíe en alguien pero algo me impide no confiar en ti- respondió Daniela algo apenada.

-Te seré sincero, en el pasado nunca sentí algo similar a lo que siento por ti-

Él se le acercó, era mágico que entre su silencio se definían perfectamente los latidos de sus corazones, poco a poco se acercó hasta su boca para besarla, paso a paso llegaron cerca de la cama, Cristián se posó detrás de ella, apartó su cabello a un lado y empezó su besar su hombro derecho. Entre una serie de amor y deseo Cristián con sus manos lentamente desvaneció el vestido de Daniela, ella respondió quitando la camisa de él y dejándola en el suelo.
Lentamente él besaba su cuello y ella se aferraba al cuerpo de él, ambos desean compartir en la intimidad y ese era el momento perfecto,  Cristián recorría lentamente con sus manos las cuervas del cuerpo de ella, al mismo tiempo la besaba con intensa pasión. La noche para ellos se convirtió en eterna y muy placentera.

Al día siguiente Cristián despertó y vio que Daniela seguía dormida, él sonrió y le besó la frente.
Se levantó, se vistió y poco a poco se levantó de la cama sin hacer ruido para que ella siguiera durmiendo.

Mientras tanto Robert se dirigía hacia el despacho de Dhamar y Cedric.
Cuando llegó los tres se sentaron a platicar de diversos temas pero al final de la charla Dhamar mostró el sobre de color negro que recibió.

-¿Eso qué es?- preguntó Robert para evitar que supieran que había recibido uno igual.

-Esto es una advertencia mandada por alguien- reprochó Cedric.

-Necesitamos que nos ayudes a averiguar la fuente de esas notas- le dijo Dhamar a Robert.

-Claro, cuenten conmigo- respondió Robert para evadirlos.

Sin más por decir Robert estaba por retirarse cuando de pronto Cedric lo detuvo.

-Es raro que no hallas recibido algo así-

-¿Por qué lo dice agente?- preguntó Robert muy nervioso.

-Como es que si acabemos de llegar hace poco ya nos mandaron una advertencia y tú ni siquiera sabías que existían- dijo Cedric directamente a Robert.

-Perdón pero no entiendo que quiere decir- dijo Robert tratando de hacerse el despistado.

-Digame agente, ¿Elizabeth y usted nunca recibieron algo similar?- preguntó Dhamar. 

-Solo una vez y eso fue cuando recién llegamos- dijo Robert para convencer a ambos agentes.

-Si sabe que mentir en estas situaciones es muy grave, ¿Verdad?- dijo Cedric muy molesto.

-Lo se y pido disculpas, acepto si deciden quitarme del caso- dijo Robert -Pero solo no me aleje de Eli.

-Su estancia en México está en juego, en dos días le tendremos el informe final- dijo Dhamar.

-Entiendo, gracias- le contestó Robert.

-Puede retirarse agente- dijo Cedric de forma directa y con algo de indiferencia.

Robert se fue del lugar, el haber ocultado información le podría costar muy caro aunque eso no le preocupaba tanto como el dejar de ver a Elizabeth, ya que a pesar de estar en coma él tenia la esperanza de que volviera a abrir los ojos.
Mientras la incertidumbre se apoderaba de él logró recordar que antes de su accidente Elizabeth le comentó que en su oficina había algo que podría cambiar algunas cosas, sin esperar más fue rápidamente hacia la comandancia.