conoce a DANIELA

55. Traición.

Luego de varios minutos algunos miembros del cártel de las ánimas llegaron a la casa de seguridad de Miguel Leal, uno de los principales traficantes de armas de la ciudad.
Tenía la costumbre de realizar fiestas hasta altas horas de la noche y Alan aprovecharía esa costumbre para hacer negocios con él, o por lo menos eso les dijo a los integrantes de su cártel.

La noche avanzaba y Daniela no hacía más que estar cerca de la puerta con una copa en la mano.
John se le acercó aprovechando que se encontraba solitaria.

-Quiero pedirte perdón- dijo con la mirada al suelo.

-Creo es algo tarde para pedirlo- dijo Daniela con mucha indiferencia ante la situación.

-Supuse que lo dirías, pero es verdad lo que te digo- comentó John con aparente arrepentimiento.

-¿Por qué debería creerte?- preguntó seriamente.

-Me iré durante la madrugada y no quiero dejar rencillas personales y menos con alguien como tú- explicó John.

-¿Te irás?- dijo Daniela con gran asombro.

-Si, es algo tonto pero el cártel de las ánimas no es lo mío así que aprovechare la fiesta para irme.

Algo en ella hacía que creyera en las palabras de arrepentimiento de John.

-Está bien te perdono- dijo Daniela aceptado las disculpas de John.

Él se sorprendió al escuchar esas palabras pero al final una enorme tranquilidad lo invadió.

-Gracias por perdonarme, a decir verdad me sentí obsesionado por ti pero este tiempo me ayudó a darme cuenta que no tengo oportunidad alguna contigo así que mejor dejó ese asunto por la paz.

-¿A dónde te irás?- preguntó a John.

-Quizá regresé a Cuba o vaya a Brasil.

Daniela notó el arrepentimiento sincero en John así que le ofreció estrechar su mano, acto que él aceptó con la misma acción.

Ambos se miraron y sonrieron, después de todo sería la última vez que estuvieran frente a frente.
Luego de un intercambio de sonrisas ambos se abrazaron a manera de despedida. Pero a lo lejos Cristián interpretaba todo de manera negativa.

-Bueno, mucha suerte en tu vida, es hora de irme- dijo John a Daniela.

-Gracias y espero que igual te vaya bien- dijo Daniela respondiendo a John de manera cordial.

Luego de su despedida John se empezó a alejar de Daniela hasta que se perdió por completo en la mar de gente.

Al sur de la ciudad en un restaurante local se encontraban Elizabeth y Bustamante.

-¿Qué sucede?- preguntó Bustamante algo preocupado.

-¿Por qué la pregunta?- dijo Elizabeth confundida.

-Durante toda la cena apenas y dijiste algunas palabras- explicó Bustamante.

-Perdón, pero no me siento bien.

-Eso lo puedo notar- afirmó Bustamante. -¿Sucede algo malo?.

-No para nada- dijo Elizabeth para dejar tranquilo a Bustamante. -Son cosas de mujeres.

-Mejor nos vamos para que puedes descansar.

Elizabeth aceptó la iniciativa de Bustamante, tomaron sus cosas y pagaron la cuenta para posteriormente retirase del lugar.

La fiesta avanzaba en la casa de seguridad de Miguel Leal pero Daniela no parecía pasarla nada bien.

-¿Dónde está Alan?- preguntó Ricardo a Daniela.

-Dijo que estaría con Miguel Leal, no sé nada más- Contestó Daniela con indiferencia total.

Ricardo se marchó del lugar para ir en búsqueda de Alan.
La noche seguía su curso y luego de darle muchas vuelvas a la situación por fin Cristián decidió hablar con Daniela.

Se digirió hacia ella, la tomó del brazo y le llevó hasta el jardín de la casa de seguridad.

-¿Qué quieres?- preguntó Daniela fríamente.

-No podemos seguir así- dijo Cristián con mucho interés por arreglar las cosas.

-¿A qué te refieres?- preguntó Daniela de forma cortante.

-Entiendo- dijo Cristián mientras se le acercaba a Daniela. -Perdón por lo que te dije.

-No es lo que dijiste- respondió.- Es la manera tan estupefacta en lo dijiste.

Mientras ellos intentaban arreglar las cosas, al otro lado de la ciudad Elizabeth llegó a su casa luego de cenar con Bustamante.

Estaban muy pensativa por la forma el que Daniela le dijo que ella era la siguiente en ser eliminada. Las ideas rondaban por todos lados pero por más que le daba vueltas al asunto no podía creer en las palabras de una sicario como lo era Daniela.

Elizabeth no encontraba salida de su propio mar de ideas e incluso entre la distracción por sus pensamientos quebró un vaso de cristal que se encontraba en su buró.
Todo se calmó cuando de la nada su celular recibió un mensaje de texto.

Ella pensando en que era algo relacionado con la comandancia, tomó su celular y rápidamente revisó aquel mensaje pero se estremeció al darse cuenta que el número telefónico no aparecía.
Consumida por sus nervios abrió el mensaje y empezó a leerlo.

Nadie está seguro en esta vida, muchas personas te tienen en la mira e incluso la traición llega de quien menos te las imaginas.

Al leer el mensaje quedó con demasiadas dudas, no había leído nada que indicará que sería la siguiente en morir pero si la ponía en advertencia de no confiarse de lo que la rodeaba.

Mientras tanto en la fiesta, Daniela y Cristián continuaban en su intento por enmendar sus errores cuando de pronto el celular de Daniela sonó en tono de mensaje.

Ella iba a responder pero Cristián se lo impidió.

-Estoy dispuesto a ceder y admito que me equivoque, ¿Qué más quieres?- preguntó Cristián completamente desesperado.

-No te das cuenta que esto lo hago para protegerte- gritó Daniela.

-¿Qué?- preguntó Cristián impresionado.

-Toda persona que se acerca a mí termina muy mal, y no quiero  que eso te suceda, ¿Entiendes?- dijo Daniela al borde de las lágrimas.

Cristián salió de su asombro y cambio su rostro de desesperación por una leve sonrisa en su rostro.

-Recuerda que todo lo que pasa lo enfrentamos juntos mi lady- dijo Cristián mientras se le acercaba cada vez más.

Estando frente a frente él la tomó por la cintura y unieron sus labios en un beso como antes.

Ella sonrío y respondió con otro beso igual de apasionado.
Luego de eso ella prendió la pantalla de su celular para revisar en mensaje que había recibido.

Se estremeció al ver lo que ese mensaje decía.
El peor error que cometen ustedes es creer que todo está bien, cuando todo se les viene abajo.
En esta vida debes estar preparado para todo y más para una traición.

Quedó desconcertada al leer ese mensaje extraño, volteó a ver a Cristián y él la abrazó fuertemente para poder calmar sus nervios.

-Tranquila mi lady- dijo Cristián.

-Esa podría ser la señal que Elizabeth va a morir esta noche- dijo Daniela en tono muy bajo.

-Eso no pasará- dijo Cristián tranquilamente.

Él tomó a Daniela de los brazos, la alejó un poco para tenerla cara a cara.

-Necesito otra cosa- dijo Cristián.

-¿Qué cosa?- preguntó Daniela algo confundida.

-Que me perdones- respondió fríamente.

-¿Qué.....

Daniela sintió como alguien le cubría la nariz y la boca con una especie de tela húmeda.
Segundos después su vista se le tornó borrosa y quedó profundamente dormida.