conoce a DANIELA

42.Día De Los Muertos.

Llegó el día esperado y todos los invitados empezaron a prepararse para asistir a la celebración del día de los muertos. Daniela y Cristián pasarían la mayor parte del día en la cabaña del bosque preparando sus atuendos que usarían en la celebración, por su parte Elizabeth no se presentó a trabajar para tener más tiempo de prepararse.

-¿No crees qué fue mala idea?- preguntó Cristián.

-¿Por qué lo dices?- contestó Daniela mientras empezaba a maquillarse la cara.

-Si esa agente se le ocurre poner un operativo en el bar todos estaremos acabados- dijo preocupado.

-No lo hará, aunque no lo creas pienso que ella sólo quiere eliminar a López y si yo soy la única que le puede ayudar no creo que sea tan estúpida como para hacer eso- dijo Daniela con gran seguridad.

-No sé como me convenciste de ponerte en comunicación con ella- reprochó Cristián.

Ella volteo a verlo y se le acercó hasta tenerlo enfrente a frente.

-Sólo confía en mí- le susurró al oído.

Él la tomó de sus brazos y repegó su cuerpo al suyo hasta tenerla cerca, poco a poco besó sus labios.

-Confirmaré en ti mi lady- respondió.

Ella se apartó. -Bien, ahora ven porque tengo que maquillarte recuerda que iremos caracterizados como calaveras- dijo muy animada.

-Lo sé pero ni en mis más remotos sueños había hecho eso- dijo tímidamente.

-No te preocupes- comentó Daniela muy segura. -Para todo existe una primera vez.

Ambos sonrieron y una vez más Cristián sucumbió ante el encanto y la dulzura en las peticiones de Daniela.

En la casa de seguridad del Cártel de las ánimas Alan también se preparaba para asistir.

-¿Dónde están Daniela y Cristián?- preguntó Alan a Ricardo.

-Salieron desde temprano para ir a un lugar a preparar sus vestimentas- respondió.

-¿Por qué no me  dijeron nada ese par?- expresó Alan algo disgustado.

-Fue lo único que me dijeron, bueno supongo llegarán para irse con nosotros- supuso Ricardo.

La tarde avanzó y sin darse cuenta ya sólo faltaba una hora para la celebración.
Daniela y Cristián llegaron ya caracterizados de la muerte. Ella presentaba un vestido en color negro con pequeños decorados en color rojo, además que su vestimenta se ajustaba a su cuerpo provocando que las cuervas de su cuerpo se definieran muy bien. A diferencia de veces pasadas ahora su peinado no era muy lujoso al contrario era muy casual, su maquillaje no ocultaba su belleza. En cuanto a Cristián vestía un traje de gala en color negro, su caracterizado era perfecto.

Alan y los demás se encontraban caracterizados de igual manera para evitar algún problema.

-Bueno ya que estamos todos vámonos de una vez- ordenó Alan.

Todos abordaron sus autos y de inmediato se pusieron en marcha al bar "la novena maravilla".

Cuando llegaron al lugar Daniela quedó atónita ya que el lugar era extremadamente lujoso y muy amplio, la pista principal era iluminada por luces de color violeta, verde, amarillo y cían. La música se encontraba en su esplendor, mujeres vestidas de catrinas con vestidos muy cortos bailaban en celdas cercanas a la pista principal, pese a todo era un bar que por muy lujoso que fuera sólo era de perdición y mala muerte.

Alan fue llamado por el dueño del bar, quien era un viejo amigo suyo. Daniela y Cristián tomaron un copa y se sentaron un rato. Cuando el sonido local dio la bienvenida oficial.

Señoras y señores, sean bienvenidos a la séptima celebración  anual del día de los muertos, que el bar " la novela maravilla" tiene el gusto de patrocinar.
Disfruten la velada.

Todos se animaron al escuchar el anuncio pero Daniela sólo esperaba a que Elizabeth apareciera por la puerta principal.
El tiempo avanzaba y con él se iban las esperanzas de Daniela de que plan funcionará.

-Olvidalo mi lady, la agente no  vendrá- dijo Cristián.

-Eso me temo- dijo perdiendo toda esperanza.

Cuando de la nada ella vio como entre las personas que entraban aparecía una mujer con un vestido cuyo color era una mezcla del morado y el negro, su rostro estaba caracterizado de catrina pero llevaba un antifaz de color negro con pequeños decorados de plata.

Daniela sonrió. -Es ella- dijo a Cristián.

-¿Segura?- contestó incrédulo.

-Tú sólo encargate de cubrirme y yo haré el resto- propuso Daniela.

Cristián sólo se encargó de que ni Alan o algún otro miembro del equipo del cártel localizaran a Daniela o Elizabeth.

Mientras tanto ella se acercaba a la mujer con el antifaz color negro, se le acercó por la espalda hasta que tocó su hombro pero Elizabeth se encontraba tan nerviosa que cuando sintió la mano de Daniela de inmediato volteó y se llevó una sorpresa al ver que era Daniela quien estaba atrás de ella.

-No te asustes, sólo que vamos a un lugar más privado- propuso Daniela.

Elizabeth no dijo palabra alguna sólo siguió a Daniela a un lugar donde al parecer era exclusivo para mujeres.
Cristián observaba a lo lejos y las empezó a seguir para evitar llevarse sorpresas.

La música del lugar empezó a sonar más fuerte y las luces empezaron a moverse a un ritmo más acelerado. Eso causó que toda la gente empezará a llenar la pista para bailar o conocer personas, entre la mar de gente Cristián perdió de vista a Daniela y Elizabeth.

Ellas aprovecharon el ambiente que se desarrollaba para entrar a una zona solitaria del bar.

-Por fin, te vuelvo a tener frente a frente- comentó Elizabeth.

Daniela sonrió sarcásticamente. - Yo también la extrañe agente.

-Y bien, ¿Qué es lo que quieres?- preguntó Elizabeth.

-Quiero hacer un trato contigo- respondió Daniela firmemente.

Una sonrisa de satisfacción se le dibujó en el rostro de Elizabeth.-Como da vueltas la vida, ¿Verdad?.

-¿Qué quieres decir?.

-La primera vez que te conocí si bien recuerdo la interesada en hacer tratos era yo.

-Esto no lo tenía pensado pero eres la única que me puede ayudar.

-Perdí a mi amigo y dos de mis compañeros así que tengo mucho trabajo y no tengo tiempo, creo que fue mala idea venir- dijo Elizabeth dando la vuelta para irse del lugar.

-Tengo las pruebas que te ayudarán a empezar el juicio en contra de López.

Elizabeth se detuvo, y volvió a encarar a Daniela.

-¿Qué trato quieres hacer?.

-Así está mejor- dijo Daniela con una gran sonrisa.