16. Del peligro al amor.

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El viaje a España no fue algo complicado, solo un pequeño percance cuando casi eran detectados por un radar, pero gracias a las habilidades de John eso se solucionó pronto.
Fue fácil realizar la descarga de la droga en España. Lo único que hicieron fue recargar combustible y rápidamente despegar de regreso a Cuba.
Al día siguiente en la madrugada,  el avión llegaba de nuevo a Cuba, y ellos estaban más que agotados del viaje.
Fueron a dormir unas horas mientras el sol salía de nuevo.

Eran las 4:00 am en México y Elizabeth continuaba dando vueltas al asunto, aunque Adrián había dicho su versión algo no cuadraba.

El sol salió, en las costas cubanas se encontraban Daniela y los demás.

- ¿Cómo les fue?- preguntó Miller.

- Perfecto señor- dijo Carol.

- Gracias por todo, pero creo ya nos tendremos que ir- dijo Daniela.

- Hablando de eso, Alan me llamó y dijo que necesita que se queden lo que resta del día, y salgan hasta mañana en la mañana, al parecer hay revisión en esa zona o algo así- dijo Miller mientras tomaba lo que parecía ser café.

- Bueno, sirve que conozco más el lugar- dijo Cristián sarcásticamente.

Y de esa manera fue, todos ellos dieron recorridos por la costa y una que otra ciudad.

Mientras tanto, Elizabeth llegó a la comandancia donde ya era esperada por Robert.

-Hola, ¿tú a esta hora?- dijo Elizabeth algo asombrada.

- A mi también me alegra verte- contestó Robert bromeado.- pero tengo que decirte algo.

- Vamos a mi  oficina- propuso Elizabeth.

Ambos fueron a la oficina, donde cerraron la puerta con llave.

-Bien, ahora dime- dijo Elizabeth mientras se sentaba en su silla

-Adrián no creo que halla dicho la verdad- respondió Robert.

-Creí sería la única en sospecharlo-

-Para nada, examiné el arma que encontramos, y al parecer fue Adrián quien la tenia en sus manos-

-No entiendo lo que intentas decirme- dijo Elizabeth confundida.

- ¿Porqué el arma estaba tan lejos de dónde encontramos el cuerpo de Adrián?, además ¿De donde los botones que encontramos?- cuestionó Robert.

- Lo del arma no lo entiendo, pero en algo tienes razón, de donde será que aparecieron los botones-

Ambos confundidos por la situación continuaron buscando pistas para poder saber que paso en ese bosque.

Transcurrió el día y calló la noche, en la isla cubana casi todos se habían ido a dormir excepto Daniela, quien estaba cerca de la costa viendo la luna. Silenciosamente Cristián se acercó a ella y se puso a su lado derecho.

- Si es verdad lo que te dije- dijo Cristián mientras se sentaba en una silla.

-¿De qué hablas?- preguntó Daniela.

- Me gustas, pero antes de todo dime; ¿Crees en el amor?- respondió Cristián.

- Sólo en el ámbito familiar, de otro sentido mejor deja de perder el tiempo conmigo- dijo fríamente.

- ¿Cuántas decepciones cargas para que pienses eso?- preguntó.

- Más bien cual quieres que te cuente: él que me engañó con mi prima, quien anduvo conmigo por querer ser el primero el llevarme a la cama, ó del que me quería como esclava.- respondió Daniela fríamente.

- No quiero saber de ninguno de ellos porque son pasado, te puedo asegurar que lo único que importa es el presente, y sinceramente yo te am......-

-No lo digas, por favor, ni tu ni yo sabemos el significado verdadero de esa frase- dijo Daniela interrumpiendo a Cristián.- no pierdas tu tiempo en mí, además para mi el amor solo es una realidad ficticia creada por las personas.

-De vez en cuando necesitamos un poco de ficción en nuestra vida- respondió mientras tomaba la mano de Daniela.

El viento corría muy fuerte y hacia que el cabello de Daniela se movía al son del mismo.

-No quiero que ambos fracasemos, además la vida en que estamos no es más que un engaño- dijo soltando la mano de Cristián.

-Para mi vales mucho, lo suficiente como para poner en juego mi vida, y visitar el infierno, pero que sea contigo.- respondió.

-Mejor descansa, saldremos en unas horas, y necesitas energías para volar.-

Cristián sólo miró el rostro de Daniela iluminado  por la luz de la luna, al mismo tiempo sus sentimientos se volvían más  fuertes a pesar de la negativa de Daniela.

-Deberías hacer lo mismo- dijo Cristián mientras se alejaba de ella.

Ambos fueron a descansar y al día siguiente ya estaba todo listo para regresar a México, Cristián y Daniela se despidieron de Miller y los demás. Mientras se preparaban para despegar.

En México, a Elizabeth le entregaron la correspondencia del día.
Ella llevó las cartas a su oficina para poder leerlas tranquilamente.
Entre toda la correspondencia le llamo la atención un sobre en color negro con una paloma dibujada en el centro, ella abrió el sobre y empezó a leer lo que ésta decía:
  En unos dias dará el avance mas importante desde que llegó a México.
Solo sea paciente, por el momento solo me queda decir que ponga atención a todo lo que la rodea.

         Att. C.A.

Luego de leer el contenido, Elizabeth tenía demasiadas dudas, ya que ese mensaje no era nada claro además que desconocía su procedencia, al parecer Alan y Carlos no serían los únicos que empezarían en un juego de confusiones.

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