conoce a DANIELA

20. Cara a cara.

Con todos confundidos la noche avanzaba y el reloj marcó la media noche y al parecer el juego iniciaría.
Daniela y Ricardo estaban estacionados cerca de una gasolinera cuando se pronto vieron una caminata de policía la cual se acercaba a ellos, pero pese a  todo no les causó preocupación debido a que pensaron no sospecharían nada.

En la camioneta de policía estaban algo confundidos al igual que todos, decidieron estacionarse cuando de pronto una llamada les daría mucha más información se la cual pensarían.

-justo ahora sigan avanzando y encontrarán a sus presa o quizá a sus cazadores-

La llamada término y Elizabeth y Robert vieron a lo lejos el vehículo de color negro en donde de encontraban Daniela y Ricardo.
Al mismo tiempo Ricardo notó que algo estaba mal en el ambiente ya que la camioneta de policía se  había detenido como si estuvieran esperando a atacar.

-Daniela prepara tu arma, a lo mejor esto se va poner muy feo- ordenó Ricardo.

Ella cumplió la orden y poco a poco su vehículo fue avanzando, mientras que Elizabeth preparó sus armas e intentó pedir refuerzos por medio del radio más sin embargo la frecuencia al parecer era intervenida por alguien más, ya que se escucho una voz la cual les dijo.

-El juego es entre los que están en la  pista, sin necesidad de los demás-.

Elizabeth se enfureció, al mismo tiempo Robert dio marcha tras el vehículo negro.
Cuando Daniela se dio cuenta que los seguían decidió que empezarán a dar vuelvas a la ciudad para perderlos en una terreno abandonado.
Sin embargo por medio de un megáfono se escuchó la voz de Elizabeth pidiendo que se detuvieran.
Sarcásticamente Ricardo dijo a Daniela.

-Tienes competencia muñeca-

- Cierra lo boca y acelera.- respondió furiosa.

Lograron acelerar pero cuando estaban cerca del terrerno abandonado Ricardo se le ocurrió Lanzar un disparo al aire como herramienta para ahuyentar a la autoridad.

-¿Qué estupidez hiciste?- preguntó Daniela endurecida.

-Ni llores que no le di a nadie- respondió despreocupado.- además con una malo al volante y en la otra un arma reduce mi puntería.

Ambos vehículos iban avanzado muy rápido, pero el vehículo donde iban Robert y Elizabeth se estaban quedando atrás.

-Es inútil, si avanzan a más velocidad vamos a perderlos.- dijo Robert.

-No esta vez, hay que devolverles el favor.- respondió Elizabeth en tono sarcástico.

Cuando de la nada sacó su arma y empezó a disparar hacia el auto de Ricardo y Daniela.
Ante el ataque Daniela respondió de igual manera a Elizabeth, mientras tanto vecinos cercanos al lugar empezaron a reportar que se escuchaban disparos a dos cuadras adelante haciendo que más policías se dirigieran hacía el lugar. 

Entre los disparos sin puntería alguna Elizabeth logró hacer que una serie de balas reventará un neumático del auto de Ricardo y Daniela haciendo que perdiera equilibrio y terminará derrapando, quedando a un lado de la calle.

Pero para evitar ser capturados decidieron continuar con una secuencia de disparos que haría que nadie de acercará a ellos.
Las balas estaban por terminase tanto para Daniela como Elizabeth y sus compañeros.

Entre disparos y cubriéndose uno al otra Daniela y Ricardo huían poco a poco entre unas viviendas donde lógicamente Elizabeth y Robert no dispararían.
Ante la situación Elizabeth y Robert decidieron seguirlos pero muy cuidadosamente ya que no dudarían en disparar.

Para evitar ser capturados muy rápido, Daniela y Ricardo se separaron y cada uno tomó su camino.
Al igual que Daniela y compañía, Elizabeth y Robert hicieron lo mismo para localizarlos y evitar que escaparan.

Elizabeth caminaba entre casas solitarias apenas iluminadas por algunas lámparas cuando de la nada Daniela la atacó con golpe en la cara, pero sin darse cuenta que su arma se había caído entre una bolsas de basura, Elizabeth se dio cuenta de ello y cuando Daniela  estaba por huir se percató de que ya Elizabeth le apuntaba por su propia arma, haciendo que de detuviera para evitar su muerte.

-Con que lo que me dijo el general es cierto, una mujer en el cártel de las ánimas- dijo Elizabeth mientras se acercaba a Daniela.

-Yo que tú no confiaba en ese general.- respondió Daniela muy cortante.

-¿Y por qué debería hacerte caso?, no te das cuenta que eres una delincuente.-

-Te diré porque deberías, ¿si recuerdas lo que pasó en el bosque?, creo fue cuando llegaron a México. Tú estúpido general no solo me quería capturar, sino que quería algo más aprovechado que me tenía ya en el suelo, te daría explicaciones pero creo ya  te diste una idea.-

Luego de esas palabras Elizabeth por  fin sabía el origen de los botones que encontraron en el bosque.

-De igual manera eso no cambia nada y ni creas que te dejaré escapar.- dijo Elizabeth.

-Yo nunca dije eso para que sientas lástima por mí, solo quiero que  te des  una idea de la gente que tienes en tu trabajo, y cuidado porque fea un eres y él puede aprovechar que te tiene cerca.-

Elizabeth estaba en una serie de juegos  mentales, Daniela aprovechó la confusión para atacar a Elizabeth y tirar su arma, al mismo tiempo Elizabeth se defendía pero ahora sólo con su fuerza ya que el arma había quedado en el suelo.
Elizabeth y Daniela dejaron de atacarse y quedar de pie frente a frente. 

-Mira lo que las mismas autoridades crearon.- gritó Daniela algo agitada en su respiración.

Elizabeth se limpio un poco de sangre que corría por uno de sus labios, mientras con su otra mano empuñó su arma y le apuntó a Daniela, la cual se sorprendió ya que creía que se había desecho de la única arma que Elizabeth tenía.

-¿Creiste que todo había pasado y te dejaría ir?, todo terminó para ti.- respondió Elizabeth.

Al parecer Daniela no podía hacer más nada que esperar a que Elizabeth la esposará, quizá todo por lo que había peleado ya había terminado y solo quedaba pagar por sus acciones.