14; Mr. Rabbit y El niño de la cicatriz.

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Bien.

Un 90% de las cosas que sucedían en su día a día eran, por defecto, culpa de Nea.

El otro 10% correspondía exclusivamente a MariMa.

Marian y Mana compartían un procentaje, una vida y la custodia de Allen.

Cuando Nea no estaba.

Cuando Nea estaba, entonces el chico era problema del menor de los hermanos Walker.

Como sea.

El asunto.

Sheryl suspiró, casi lamentando el hecho de que Nea estaba perdido en acción, Mana y Marian deberían estar haciendo sus cochinadas en ese momento y, por si sus desgracias no fueran pocas, había recibido esa misma mañana una mala noticia por parte de la persona menos indicada... O esperada.

Dos desgracias habían decidido arruinarle la vida.

Por joder.

—Entonces.... —miró a los cuatro idiotas frente a él— No diré que estoy sorprendido, sólo expondré la mayor de mis dudas; ¿Por qué?

¿Por qué el infierno se abrió nada más para escupir a tres de sus demonios más afamados? Allen era, por lo menos, el hijo de Satanás. ¡Es que estaba seguro por más que Katherina, la mujer que dirigía su hogar de acogida, lo negase!

De Kanda y el nieto de Bookman, mejor no decir nada.

Komui y él tenía una apuesta pendiente.

Satanás.

Belzeebub.

Allen.

Allen sonrió.

—Yo no hice nada.

—Menudo mocoso...

—Eh, esto no te lo vas a creer —el pelirrojo del trio miró a Sheryl a los ojos—, porque yo tampoco me lo creo. ¡Pero esto es culpa del niño Cicatriz! ¡Shion, Nezumi y yo somos inocentes!

Los miró.

A los cuatro.

Allen Walker.

Kanda Yu.

Lavi Bookman Jr.

Y el supuesto culpable, Alma Karma.

Regresó su escéptica atención del colorido par que formaban Satanás Jr y el hermano perdido del tuerto de Cross.

—¿Cómo se supone que esperan que crea semejante tontería? —negó e inclinó ligeramente su cabeza hacia el más afectado de los amedentrados— Ese de allí es una rosquilla. Es el niño más dulce que me he topado.

—¡Oye, eso me ofende!

—Al diablo, muchacho, jamás te quise.

Walker se llevó una mano a la boca, sorpresivamente indignado ante tal falta de respeto.

—¡Se lo diré a Tía T!

—Te reto...

—¡¡Estás muerto, Sherlock!!

Ignorando el drama que Lavi disfrutaba, Kanda se levantó irritado y arrastró a Karma hacia la salida. ¿Sinceramente? La culpa, a su perspectiva, era compartida por el estúpido par que culpaba a su amigo.

La cosa iba así.

Ellos, Alma y Yu, se encontraban en la sala del Consejo tratando temas... Que Karma no logró entender y que Kanda no expusó de la manera correcta. Todo iba... Mal, cuando Allen Walker pateó la puerta de su oficina y poco después tuvo a dos imbéciles encima.

Drama familiar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora