Drama familiar.

17: Alianzas inespe... ¡Oh, por Dios!

Era una tontería.

El trabajo en el jardín lo dejarían para luego, Mr. Rabbit fue el de la idea, aparentemente estaba demasiado furioso y confundido como para exigir o hacer algo en esos momentos, además, estaban llegando tarde a su primera clase del día.

En realidad, llegaron tarde y no los dejaron entrar.

Y entonces, Allen se encontró a sí mismo en compañía del que parecía ser su "senpai". Mr. Rabbit lo miraba de reojo, ambos descansaban tranquilamente en una banca de la cafetería, a esperas de que la campana sonase y su segunda clase diera inicio.

El silencio era incómodo y...

Otra vez lo miraban de reojo.

Arqueó una ceja.

—¿Tengo monos en la cara o qué? —espetó, más que hastiado de la expresión de su acompañante— Desde que aparecí esta mañana, no has dejado de mirarme. Sé que soy estúpidamente atractivo, mi mami Mana siempre me lo dice, pero tampoco exageres.

El pelirrojo sonrió, intentando tanto como le era posible el no reír. Se giró completamente hacia el chico y lo señaló, específicamente señaló su peculiar cabellera y el mal humor de Walker no hizo más que acrecentarse.

—¿Qué es eso? —cuestionó, más retórico que serio, negó divertido— No creo que ese look te quede bien. ¿En qué estabas pensando?

El británico suspiró.

—En las mil maneras de asesinar a tu mejor amigo —el chico arqueó una ceja, Walker sonrió, decidiendo cambiar el tema—. Oh, lo olvidaba. ¿Nos hemos presentado? ¡Mucho gusto! Mi nombre es Allen, Allen Walker. Aunque creo que eso ya deberías saberlo.

El pelirrojo correspondió a la sonrisa del británico, desviando su atención hacia la mano que el chico extendía hacia él. Las palabras de su abuelo llegaron a su mente con rapidez; No te relaciones con ningún miembro del Clan de Noé.

Si no se equivocaba, porque lo habían puesto a estudiarse una tabla completa con nombres y rostros de todos los del "Clan", el chico frente a él, su profesora de Historia, la enfermera del internado y el director eran miembros de ese clan.

Sin mencionar a los demás chicos, los que se encontraban repartidos en las clases de sus amigos.

Tomó la mano de Walker.

—Lavi, Lavi Bookman Jr. III —Allen arqueó una ceja, extrañado por un nombre tan...—, he escuchado mucho de ti, incluso antes de encontrarnos en el avión. Debo decir que estoy sorprendido de la reputación que te precede.

—Soy maravilloso y difícil de olvidar —suspiró, alejando su mano y poniéndose cómodo—. A mí me sorprendió verte aquí, pensé que eras mayor...

—Soy mayor que tú.

—¿Qué edad tienes?

—Dieciocho.

—Yo los cumpliré en Diciembre, no eres mayor —rodó los ojos—. Si no me hubiera tomado un sabático el año pasado, probablemente seríamos compañeros.

—¿Estás repitiendo?

—Podríamos decirlo así...

—¿Puedo preguntar la razón?

—Lo estás haciendo, supongo que puedes —bostezó—. La verdadera cuestión, es que yo te responda.

—¿Lo harás?

—Sólo si tú me respondes algo —el pelirrojo arqueó una ceja, aparentemente interesado y Allen sonrió—. Quizá recuerdo mal, pero escuché en algún lado que eras... Cercano al presi Kanda.