48; Bienvenido a la Jaula.

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Llegados a un punto, la tensión comenzó a volverse divertida para uno, mientras que para el otro, este asunto debería resolverse a la brevedad posible.

Durante su ausencia por cumpleaños (algo totalmente improvisado y sin autorización bajo esa excusa), Kanda Yu discutió una infinidad de cosas con la novia de su hermano. Una vez expuesta la realidad y la anormalidad, Fou Wong soltó la sopa.

Bueno, también hubo un poco de Alma Karma involucrado, así que ni siquiera Bak pudo evitar que su novia fuera hostigado.

Sea como sea, ese no es el tema focal.

La naturaleza de la relación de Fou y Allen fue curiosa, iniciaron su noviazgo por aburrimiento y de alguna manera ambos acabaron gustando sinceramente uno de otro. Kanda Yu no pudo evitar rodar los ojos cuando aquella chica le comentó que, en caso de Walker, lo más probable es que Alma o Lavi fueran su tipo.

A Karma no le hizo gracia.

Entre tema y tema, la razón detrás de su reciente indiferencia salió a la luz en aquellas conversaciones. A pesar de la personalidad irracional y los indicios liberales en el ser de nombre Allen Walker, el niño en realidad es más del tipo conservador y romántico.

No fue tan sorprendente, si se piensa en su exagerada reacción luego de un simple beso.

Lo que sí sorprendió un poco, fue el hecho de descubrir que Moyashi tendía a querer mantener el control en sus relaciones. Algo habían visto con respecto a Narein (quién era indiferente ante la naturaleza de su propia relación con Allen), así mismo también se obtuvo una respuesta a las mayores incógnitas sobre el personaje.

Simplemente era irracional, no había que buscar tanto.

Como sea. Llegado a eso, y luego de una larga charla a mitad de la noche con su mejor amigo, Kanda Yu llegó a una decisión sobre sus siguientes movimientos en cuanto a su propia relación con su compañero de habitación.

El deseo de Allen por controlar todo era algo nacido de una manía, Yu era partidario de la igualdad de condiciones en cuanto a relaciones.

Teniendo de ex a una entidad como Alma Karma y habiendo crecido siguiendo los pasos de los padres Chang, entendía que ser dominante era de todo, menos saludable. Si presionaba demasiado a su pareja, lo más probable es que acabasen odiándose el uno al otro, pero el exceso de libertades tampoco era bueno.

Existía la necesidad de condiciones igualitarias y personalidades que encajasen. El respeto mutuo debería ser un acuerdo tácito. Si algo aprendió de Twi y Edgar era que la mejor manera de atraer a tu pareja era haciendo que una relación ordinaria pareciera perfecta, que ambas partes estuvieran cómodos y así podrían mantener intacto el sentimiento.

Sonaba muy bonito, pero a palabras de Alma; «Es manipular sin que nadie lo note, creas una jaula dorada llena de lujos y dejas la puerta abierta para que llegue un voluntario que entre y se encierre. Lo dejas tener la llave, pero cuando ves que va a salir, lo distraes. Mientras más entretenido esté, menos notará las cadenas que colocas a su alrededor. Que mal gusto».

Cabe decir que ese comentario, de parte de aquel que crea accidentes para deshacerse de sus rivales, es un poco irónico.

En fin.

Yu miró atento al chico frente a él. Luego de ser abandonados a su suerte, Allen tuvo que resignarse y regresaron a la habitación para discutir sus asuntos en un ambiente privado, hasta ahora, sin embargo, ninguno ha dicho nada.

Walker porque no se le ocurre cómo empezar, Kanda porque quiere ver hasta dónde llegará la paciencia del otro.

Finalmente, luego de hora y media de mirarse entre ellos sin decir nada. Moyashi dejó escapar un largo suspiro antes de atravesar la habitación y dejarse caer junto a su compañero.

Yu miró sin parpadear al chico que cayó en su cama sin pensar mucho en ello, un sentimiento complicado le invadió el pecho.

—Bien, me rindo —declaró el albino—. ¿Lo estoy pensando demasiado?

—Sí, en realidad sí —sonrió levemente, divirtiéndose bastante con la situación—. Te lo dije ese día, solo era besarnos. Si nos gusta, podemos seguir y si no, entonces da igual. ¿Qué te mortifica tanto?

Allen dejó de cubrirse el rostro, mirando en blanco al dueño de la cama donde descaradamente se acostó. Los pensamientos se arremolinaron uno por uno en su cabeza, hasta que finalmente sus recuerdos de aquel día en la sala del Consejo lo atacaron como una bofetada.

Su rostro enrojeció mientras se sentaba.

—¿No estaría mal? Quiero decir —se aclaró la garganta, mirando a todos lados, menos al otro—, no tenemos una relación. ¿Por qué habría que besarnos?

—Bueno, ¿quieres estar en una relación conmigo? —al no escuchar una respuesta, Kanda asintió— Eso pensé. ¿Por qué tienes que ahogarte en un vaso de agua? Nadie dice que los demás tienen que saberlo, es poco probable que alguien se atreva a juzgar lo que hacemos incluso si lo saben.

Vivimos en el siglo XXI, peores cosas pueden hacerse. Yu no entendía del todo la manera en que el pequeño cerebro de Moyashi funcionaba, entre todas las cosas por las que podría ahogarse. ¿Por qué escoger la más estúpida?

Este tipo era frustrante.

El británico permaneció en silencio, sopesando sus palabras mientras miraba distraído sus manos.

Si tuviera que decirlo, Allen estaba tentado a ceder desde el principio. Kanda era guapo y buen besador, sumado a eso no lo tocaba más de lo que él lo dejaba.

Conocía el límite de sus acciones, no imponía y últimamente se estaban llevando bien. Ninguno de los dos estaba comprometido por el momento, ni tenían a alguien que les gustase.

Narein simplemente lo miraba sin interés cuando le contaba sus aventuras, Mana y Nea no necesitaban saberlo. Además, Cross ya se intuía que algo había entre ellos incluso antes de que realmente lo hubiera, no se mostró disgustado y sólo se burló.

Entre las personas que le importaban, no había nadie que diera una razón para rechazar esto, así que...

Una mano cálida rozó su mejilla, haciéndolo mirar sorprendido hacia el atractivo rostro de su compañero. Una sonrisa pícara adornaba los labios de Yu, haciendo que el distraído Walker se sintiera aturdido.

Había una diversión pecaminosa en la mirada del otro, una luz atrayente que lo hacía sentir la necesidad de inclinarse, acercarse a él y mirar todo desde cerca.

Más cerca de lo que Kanda se estaba ubicando.

La respiración de Allen se atropelló dentro de él, incapaz de salir cuando notó lo demasiado cerca que estaban ahora.

—Bien, no necesitas pensar mucho en eso —murmuró, entrecerrando los ojos al ver el rubor en el rostro del otro—. Desde el inicio, esto ha sido algo que nadie necesita controlar. Te gusta, me gusta, no hay nadie más aquí además de nosotros. ¿No estaría bien dejarnos llevar?

—Yo...

—¿No quieres?

Kanda solo buscaba una oportunidad. Una pequeña vacilación, una mirada de deseo. Solo un pequeño indicio que no era el único que sentía que la habitación se calentaba cada vez que veía a su compañero, que no era el único que se sentía sediento cuando su cuerpo o sus labios entraban en su línea de visión.

Era joven y sano, su naturaleza hormonal era adecuada para la edad. ¿Quién puede culparlo de sentirse ansioso cuando el imbécil que le gustaba se presentaba ante él de esa manera?

Si Allen se negaba, estaría frustrado, pero retrocedería. Ese no sería el único momento que tendrían, podía pensar maneras de convencerlo. Para él, Yu podría esperar un año entero... Gracias al cielo, no hubo necesidad de eso.

Con el rostro enrojecido y la mirada nublada, Allen Walker asintió distraído. Ni siquiera acabó de hacerlo antes de inclinarse hacia Yu para romper la distancia.

Suaves labios acariciaron su piel, Kanda no dudó en rodear la cintura del chico con un brazo y acercarlo más, sintiendo a Moyashi aferrarse a sus hombros.

El beso fue hambriento, deseoso. Como si luego de mucho tiempo, finalmente encontrasen el manantial para beber.

Simplemente, se sumergieron en el deseo.

Drama familiar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora