Drama familiar.

65; Hermano real.

Cross Marian no creía en el mal, porque sabía que el mal era un mentiroso. Lo supo a los veinte, cuando el mal cumplió seis años y le juró que cuidaría bien a su pequeño hermano, Allen, mientras estaba fuera con Mana. Más tarde ese día, cuando regresaron de una reunión del club de teatro al que se había aficionado en aquellos años, Marian no podía permitirse explicar el manojo de nervios que lo atacó cuando se enteró del hecho de que Allen Walker había desaparecido de casa y, en su lugar, había un maletín lleno de dinero.

Se dice que Mana es el más cercano a Allen. Pura mierda. Cross Marian tomó al chico, le enseñó a leer, le enseñó a escribir, le enseñó a jugar al poker, le enseñó que la vida era una perra así que tienes que ser más perra que ella. ¡Todo en Allen fue cuidadosamente cultivado por Cross Marian! ¡Ese era su propio hermano cuidadosamente seleccionado!

Allen solo llevaba con ellos poco tiempo, acababa de cumplir los cinco años, pero Marian ya sabía que, en todo el Clan, sólo era ese mocoso el que podía llamar cercano. No es lo mismo que Mana, su relación con él era demasiado complicado e inconscientemente, Cross no creía que lo suyo pudiera considerarse convencional y algún día debería terminar.

No le gusta sufrir, pero tampoco le gusta perder, así que depende de Mana terminar con su relación.

Marian sabe que parte de los complejos de Allen son su culpa, los niños se ven afectados por el entorno en que crecen y su primera reunión con el niño fue casi deliberada. Dos días antes del primer encuentro, una familia acomodada llegó al orfanato para adoptar a un niño. El orfanato Noé (del cual nació el nombre del Clan), era un orfanato dirigido por la adinerada familia D. Campbell y luego de que algunos niños prodigios salieron de allí, se le conoció como una base de niños superdotados. No era coincidencia, las personas a cargo de encontrar a los pequeños los sometían a exámenes rigurosos y luego de determinar dónde enviarlos, se seleccionaba grupos específicos de pequeños de élite.

El orfanato no sólo tenía genios, obviamente, pero se le conocía más por los grandes nombres que salían de allí. Marian era el hijo de la cuidadora de la señora D. Campbell. Su madre y la de Mana fueron compañeras de secundaria, mejores amigas desde entonces. En un principio, Cross no iba a vivir en el orfanato, fue su madre la que lo hizo relacionarse con Mana desde los siete años, para ayudarla a vigilar que los niños de la señora no se volvieran pequeñas bombas de tiempo después de todos los problemas de esos años. Incluso antes de que su madre enloqueciera, Mana estaba acostumbrado al caos. Su padre, eternamente ausente, generaba en su madre un completo desequilibrio y había años en que el hombre simplemente no aparecía. Incluso cuando Nea nació, el hombre sólo apareció durante los primeros dos o tres años del pequeño mal antes de desaparecer por un tiempo, para después morirse en algún rincón del mundo, dejando solo tres cartas y un testamento. Cabe destacar, toda la riqueza del bastardo se dejó a una cuarta amante de la que no dejó información alguna.

En fin, la locura.

Poco después de que todo eso pasó, Marian escuchó de su madre y algunos trabajadores sobre un peculiar niño en el grupo de "pequeños genios". En esos años, estaba interesado en un grupo de teatro y usaba los ensayos como una excusa para alejarse de Mana, escapando de la atracción fatal entre ellos e intentando olvidar su tonto impulso cuando el mismo cumplió los dieciséis. Fue entre su cobardía y los pasatiempos que llenaron su tiempo, que se dio cuenta de que después de Mana no podía tocar una mujer como antes, haciendo que Marian se sintiera más y más enfermo. Por nada en particular, solo era un presagio a la locura en la que caería a después de los veinte, en una noche de borrachera.

Fue entonces que decidió buscar algo para distraer su mente completamente y decidió que era buena idea criar un niño, había escuchado hablar sobre muchos niños del orfanato, pero era raro que su madre prestará especial atención a un pequeño mocoso que no parecía integrarse bien. El niño simplemente parecía no encajar y su manera de lidiar con el entorno fue a través del sarcasmo, así como un poco de violencia. Ese niño fue apodado Red, de sólo cuatro años.