30; Palabrería hipócrita.

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Las siguientes semanas fueron un huracán de emociones adversas y desventuras estúpidas, de las cuales Kanda se vio patéticamente involucrado sin saber por qué.

Allen Walker se encontró a sí mismo siendo, extrañamente, comprensivo y persuasivo mientras merodeaba los alrededores de la sala del Consejo, acompañado fielmente por un menos ansioso Lavi.

Aquella mañana, el Comité y el Consejo tenían pendiente una reunión para discutir la manera en que se llevarían a cabe los siguientes proyectos de curso. El departamento de planificación ya había dado la nota dejada por los docentes y, para asegurarse de que todo saliera bien, Tyki Mikk estaba presente en la reunión para dar cara al plantel y manifestar su acuerdo (o desacuerdo) con el tema en cuestión.

En pocas palabras, Allen Walker estaba allí por el bien del drama. Lavi lo sabía, Narein lo sabía e incluso Yuu debería admitir que lo intuía.

Wisely, Alma, Tyki, Narenzo y Kanda en una misma habitación, encerrados por dos o tres horas en las que deberían verse las caras unos a otros y sufrir en silencio por las incómodas interacciones...

Quizás el único tranquilo vendría siendo Mikk, quien ni siquiera sabía que su presencia había sido planificada y obligada por Sheryl nada más para ver sufrir a otros.

Road y Link sólo podían suspirar por la desgracia.

Walker sonrió, deteniendo su caminata incesante en el momento en que la puerta frente a él se abrió. Lavi suspiró, con sus brazos cruzados y apoyado contra la pared frente a la misma, observando al problemático y su formulación innecesaria de escenarios desastrosos.

Luego de un mes de haber comenzado sus planes, la segunda etapa daba pie con este inicio tan turbulento.

Lo admitiría, el Panda tenía razón en advertir sobre el Clan de Noé. Un grupito de niños astutos.

Cómo sea.

Tyki Mikk, quien acababa de dar un paso para escapar del ambiente tenso, hizo una pausa y miró fijamente a la entidad maligna que acababa de hacer aparición frente a él. Parpadeo un par de veces, deslizando su mirada del ente a los adolescentes tensos a su espalda.

La iluminación lo golpeó como un rayo, pero no comentó nada, dando un nuevo paso para escapar ahora que tenía la oportunidad.

Debería alejarse tanto como le fuera posible, antes de que fuera demasiado tarde.

Allen chasqueo la lengua, viéndolo partir.

—Como siempre, un hombre tan cobarde —negó, un poco decepcionado de uno de sus tutores menos favoritos—. Nea, Marian y yo deberíamos tratar con él luego, por ahora...

Mr. Rabbit arqueó una ceja, observando al chico regresar su malévola mirada hacia el interior de la sala. Al final, él terminó por acercarse para observar, frunciendo el ceño ante la imagen que se presentó frente a su ojo.

Todos seguían sentados, viéndose las caras unos a otros. Algunos, luciendo confundidos (como Marie y Lenalee), otros dejando relucir sus mejores expresiones exasperadas (como Road) y finalmente, tres de ellos lucían particularmente incómodos.

Y Howard Link parecía querer enviar a alguien en busca de un tarro de palomitas de maíz. Sus ojos se iluminaron cuando vieron al británico en la puerta.

—¡Oh, Walker!

El aludido le regresó la sonrisa, ignorando la manera en que la sala parecía calentarse ante la sola mención de su nombre. Empujó a Lavi para ingresar y cerrar la puerta a sus espaldas, sin hacer una pausa se movió hasta el rubio y rebusco en sus bolsillos hasta dar con lo que había comprado esa mañana.

Drama familiar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora