13; Porque Allen es problemas.

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Cuando el día comenzó, Allen lo tomó como la señal para morirse.

Y ahora, cuando estaba por acabar, se encontraba contrariado entre sus razones para seguir vivo (que iban desde arruinarle la vida a Narein, hasta ganarse el premio Nobel a la estupidez), y sus razones para morir.

Por ahora, a mitad de un almuerzo cansino e insípido, no encontraba la respuesta correcta a la mayor de sus dudas...

Miró de uno a otro.

—¿Pueden besarse? —consultó, atrayendo la atención de los tres hombres en la habitación. Dos de ellos, los aludidos, arquearon una ceja— Ya saben, para romper la tensión.

Dos de los sujetos sonrieron, uno divertido y el otro dispuesto a complacer su repentino capricho, por otro lado, el tercero de ellos, frunció el ceño.

Narein suspiró, cerrando la guía que intentaba memorizar y negó.

—Eres un idiota.

—Bueno, no es novedad —se encogió de hombros—. ¿Entonces se besaran?

—Por mí, no hay pro...

Wisely fue atacado.

El hindú dejó la guía sobre el escritorio, completamente indiferente al tiempo en que el rubio en la habitación, aquel al que habían ido a visitar a medio almuerzo, reía ligeramente y regresaba la mirada a los informes que el director le entregó aquella mañana.

Sinceramente, la presencia de esos tres mocosos resultaba agradable. Link no lo entendía, pero era tranquilizador ver a Walker, Kamelot y uno de sus prefectos. Por una parte, aquella sensación no era común.

Sin ir muy lejos el vicepresidente, Wisely Kamelot, era un dolor.

¡Un Señor Dolor!

Como sea.

Narein rodó los ojos.

—No habrá besos, nunca accederé a participar en tus fetiches —puntualizó, como un recuerdo a algo que llevaba cerca de dos años repitiendo—. Allen, si esto es porque sigues sin poder decidir, amigo mío, te ayudaré.

—¿Sabes cuál es la respuesta correcta? —lo miró, escéptico, a los ojos. El castaño asintió— Disculpa que dude de ti, amorcito, pero... No, lo siento. No creo que tengas la respuesta.

—Pero la tengo, como siempre —Walker cabeceó, asintiendo con desgano—. Como sea, lo diré ahora. ¡Todas las respuestas son no!

—Útil.

—Necesario —corrigió—. Sea cual sea tu plan, porque sé que estás más despierto y quieres ir a joder a alguien, es mala idea.

Era perturbador, pero quizá tenía razón.

Sin embargo, él no acostumbraba a hacer caso a consejos. Era un hombre de acción... Un hombre de acciones problemáticas, en realidad.

Es por ello que, al verle levantarse con una sonrisita irritante, Narein sólo pudo suspirar mientras se resignaba a seguirlo fuera de la sala del comité. El descanso estaba próximo a terminar y, esperaba como todo mejor amigo, que aquella intervención divina llegase en el momento justo.

Cuando alguien, la víctima de Allen, diera el primer paso para matarle al hijo favorito.

Es así como, tras la partida del par de amigos, Wisely suspiró y dedicó su atención al presidente.

Howard le regresó la mirada luego de un minuto entero de silencio.

Un ceja rubia se arqueó, un rostro británico sonrió.

—¿Y bien?

—¿Y bien, qué?

Kamelot se levantó, cortando sin prisa alguna la distancia entre él y el escritorio del alemán.

—Allen —asintió ligeramente hacia la puerta, Link se mantuvo impasible—. Te agrada, ¿no es así? ¡Quiero que me cuentes todo!

—¿Todo, qué? —sus labios se curvaron, una pequeña mueca de burla fue compartida por ellos y Link suspiró, casi rendido, mientras negaba— Bien, te diré, sólo siéntate y no se lo digas a nadie.

Wisely sonrió, completamente expectante y obedeció sin quejas.

No se lo diría a nadie...

Quizá sólo a Tyki... Narein... Road... Dero y Devit... ¡Y a Nea!

¡Todos sus secretos quedaban siempre con Nea, de allí el resto del mundo era conocedor!

—¿Y bien? —repitió, con una expresión divertida al igual que en su primera vez cuestionando aquello— Allen tenía una expresión impresionante cuando nos encontramos esta mañana. ¡Y sé que ha ido a ver a Kanda Yuu! Además de eso, tu humor jamás es tan bueno. ¡Y sé que esto no lo ha causado Madarao, porque es un idiota!

Howard rodó los ojos.

—Tú padre, por primera vez en mis cuatro años estudiando en este manicomio, me ha dado buenas noticias nada más amanecer —informó, estirándose con pereza en su asiento y pasándole a Kamelot aquello que Sheryl le entregó en la mañana—. ¡Sabía que Walker sería excepcional, pero no esperé que me diera resultados tan rápido!

—Bueno, es un niño de resultados —sonrió, más que complacido—. No por nada Cross-malditocontrolador-Marian lo adora. ¡Nea dice que el mocoso nació con estrella!

—Tonterías.

—Pero esto es maravilloso —dejó los papeles, sonriendo con ligereza y levantándose—. Como sea, voy por Allen y Narein, si esto está siendo tan efectivo, entonces no hay dudas de a quién hay que proteger.

—¿Te preocupas por Walker?

Kamelot rió en su camino hacia la puerta, como si lo dicho por Link hubiera sido la mayor de las estupideces y fue entonces, cuando el nombre de "Narein" resonó en el cerebro del rubio, que verdaderamente lo entendió.

Howard sonrió.

—Allen no podría importarme menos. ¡Todos han intentado matarlo por lo menos una vez en la vida! —incluso más, Wisely no tenía muy claro cuántas veces las disputas de su primo y Nea llegaron a más a lo largo de aquellos años. El único que podía hacerle competencia a ese idiota era Cross— Me preocupa más que Kanda Yuu acabe en la cárcel.

—Pero no vas por él.

—Narein está a dos pasos de amarme. ¡Yo lo sé!

No era así.

Link no iba a decirlo, sin embargo.

Una vez fuera de la sala del comité, Kamelot se dio el lujo de saludar a su hermana menor, quien asintió en su dirección ligeramente mientras se dejaba arrastrar hacia la lejanía por aquella a la que había proclamado en más de una ocasión como su peor enemiga.

Dedicó sólo un segundo a preguntarse cómo había sido su primera noche como compañeras, antes de caminar hacia el bullicio.

Para el momento en que el descanso terminó, Link se encontró con Wisely en la oficina del director.

Cuatro idiotas habían sido castigados y ellos, como los chismosos que eran, no tardaron en acudir y ver qué tal.

¿Sinceramente? Narein se lamentaba de haberle mencionado a su mejor amigo lo bonito que era el internado...

Drama familiar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora