Capítulo 11.- El banquete

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No fue sino hasta el cuarto día del torneo que las justas comenzaron, los primeros en enfrentarse fueron los campeones de Lord Walter Whent, cinco caballeros que juraron defender el honor de la hija del señor del castillo, misma que para el final de la jornada se quedó solo con un defensor, puesto que los otros cuatro fueron rápidamente desmontados.

Pero ese no era el tema del que hablaban los asistentes, todos murmuraban sobre lo ocurrido la noche anterior, ver al joven león abandonar el torneo un día antes del inicio de las justas causó conmoción, Jaime Lannister fue enviado a la fortaleza roja por orden del rey, con la encomienda de cuidar al príncipe Viserys, Orianna por su parte no creía que ese fuera el verdadero motivo, seguramente Aerys había recapacitado y se había dado cuenta de la mala idea que constituía tener a un hijo de Tywin Lannister siempre a su lado, en especial si ese hijo iba armado. 

Con la partida del joven león, los favoritos para ganar el torneo eran los mismos de siempre, y el primer día de enfrentamientos lo comprobó, Rhaegar y Arthur fueron los más aclamados, el príncipe dragón y la espada del alba no podían poner ni un pie en la arena sin que fuesen vitoreados con locura, todos los amaban, eran la reencarnación de aquellos héroes míticos con los que todos habían crecido, el príncipe y su guardia ganaron ante todos los contrincantes que tuvieron enfrente.

Pero la mirada y atención de los presentes se centró en un caballero misterioso que se presentó en la arena, vestía una armadura improvisada que a metros de distancia denotaba no ser de su talla, pero aun así ganó sus enfrentamientos comprando su lugar en la justa del día siguiente, nadie sabía quién era o de donde provenía, ni siquiera conocían su rostro, pues el caballero se negaba a quitarse el casco, lo único por lo que lo reconocían era su escudo con un viejo arciano, el pueblo lo adoraba y no pasó mucho para que lo bautizaran el caballero del árbol sonriente.

Al terminar la justa los asistentes se dispersaron, retirándose a sus carpas para prepararse para el banquete de celebración.

 Orianna dejó la carpa real siendo escoltada por ser Jon Darry, mientras que el rey lo hizo con el príncipe Lewyn Martell, la princesa fue a su tienda para cambiar su vestido y prepararse para el banquete, ahí ya la esperaba Jocey para ayudarle. 

Su partera se había convertido prácticamente en su dama de compañía, ayudándola a asearse, cambiarse y arreglarse, además de compartir con ella los rumores que corrían entre los sirvientes. 

—¿Qué vestido desea usar hoy majestad?

—El que la reina Rhaella me obsequió por mi anterior día del nombre. 

Jocey, asintió y trajo el vestido rojo con bordados dorados, y mientras la ayudaba a vestirse comentó:

—Majestad, no es mi intención preocuparle, pero creo que es necesario que sepa que lord Jon Arryn ha estado preguntado a varios miembros de vuestro servicio por usted. 

—¿Lord Jon Arryn? ¿Del nido de águilas?

—Así es majestad. 

Lord Jon y ella no habían compartido más que un par de palabras durante el torneo, y anterior a ello no había tenido el placer de conocerle. 

—¿Y qué es lo que os pregunta de mí?

—Nada en específico, dice querer saber cómo sois en realidad.

—Gracias, por contármelo y ya podéis retirarte. 

Jocey hizo una reverencia y la dejó a solas, la princesa salió de su carpa donde la esperaba ser Jon Darry para escoltarla al banquete, donde seguramente su esposo ya la esperaba. 

Rosa de FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora