El gran día sería mañana, el día en que se coronaría al ganador de la justa, y todo parecía indicar que Rhaegar lo sería; Orianna había hablado prácticamente con todos los grandes señores que asistieron al torneo y esa misma mañana se había reunido con Lord Jon Arryn del nido de águilas, que desde el incidente del día del banquete había cambiado radicalmente su opinión respecto a la princesa, al grado de incluso aceptar a Elia Martell como su tercera esposa, por recomendación de ella.Todo estaba arreglado, las cabezas de seis de las siete casas más importantes del reino estaban de su lado, solo Lord Stark la había evitado, dándole a entender que permanecería neutral en la rebelión, Aerys no tenía más aliados, y cuando el concilio se volviera a reunir, no tendría más opción que abdicar, el reino era suyo y no había sido necesario derramar ni una sola gota de sangre.
Paseaba por el campamento, con Arthur a su lado.
—Sé que quieres decirme algo, así que hazlo —dijo la espada del alba sonriendo.
—No fingiré que no escuchas mis conversaciones cuando haces guardia afuera de las carpas, así que dime, ¿Crees que hacemos lo correcto?
—Mi lugar como guardia es cuidarte, no juzgar tus decisiones.
—No se lo pregunto a Ser Dayne, miembro de la guardia real, se lo estoy preguntando a Arthur, mi amigo. Hiciste el voto de proteger a tu rey a cualquier precio, pero ¿seguirás a su lado cuando Rhaegar se revele? ¿Pelearás del lado de un rey loco?
—Hice un juramento Orianna.
—Eres el mejor caballero que los siete reinos han conocido desde la era de los grandes héroes, la gente te seguirá y apoyará al Targaryen que tu apoyes.
—Solo soy un guardia Orianna, créeme a nadie más le importa el lado en que pelee.
—Incluso si a nadie le importa, a mí sí, te conozco y sé que, si peleas del lado de Aerys, no hincaras rodilla hasta que mueras, pero no podría verte morir así y estoy segura de que Rhaegar tampoco —la princesa observó el rostro de su amigo, no podía permitirse perderle —Sé que hiciste un juramento, pero desearía que lo rompieras.
A Arthur no le dio tiempo de responder pues Ashara apareció, la chica era un torbellino de felicidad y portaba la sonrisa más grande que jamás le había visto.
—Orianna necesito hablar contigo —anunció su amiga y la hizo a un lado de manera que Arthur no las escuchara.
—¿Qué sucede Ashara? Hacía años que no te veía tan feliz, ¿dónde has estado?
—Conocí a alguien.
La sonrisa de Orianna se esfumó, aún recordaba las lágrimas de su amiga la última vez que se había enamorado, la recordaba llorando por días enteros después de tomar el té de la luna.
—Ashara... pero la última vez...
—Lo sé, pero él es diferente, no es como los demás, es tan dulce y tímido, no llegó y se me encimo como todos lo demás, ni tampoco me propuso nada, he tenido que ser yo la que confeso sus sentimientos pues él estaba demasiado nervioso para hacerlo.
—¿Y quién es este caballero?
—Eddard Stark —la voz de su amiga era la misma que tantas veces había escuchado en los jardines de Altojardín cuando eran niñas, su voz llena de ilusión, pero el lobo solitario realmente era diferente, quizás podrían llegar a ser felices juntos.
—Me alegro por ti, os vi bailar el otro día, pero no creí que te interesaras en él.
—Yo tampoco creí interesarme en él, pero no he podido evitarlo, a su lado me siento segura, ¿Sabes a lo que me refiero?
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Rosa de Fuego
FanfictionOrianna Tyrell, la hija favorita de la reina de las espinas, fue la escogida para desposar al príncipe heredero, Rhaegar Targaryen, sin embargo desde el día de su boda ella sabe que su esposo ama a otra, todo esto sumado a su incapacidad de darle un...