Levi Ackerman [One-shots]

54 [✓]

[¿Tiempo?]

Advertencias: Drama (?)  /  triste (?).

Tiempo en el que ocurre: Shingeki no Kiojin.

No. De palabras: 1368.

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La noche ya había caído y el comedor del cuartel se encontraba desolado, yo era la única persona que estaba ahí, estaba sentada en un mesa y frente a mi había dos platos con puré de papas y un trozo de carne.

Llevaba desde las seis esperando a que Levi se dignará a aparecer, pero al parecer no tenía planes de hacerlo, poco a poco mi molestia comenzó a crecer pues realmente se me hacía una grosería lo que él estaba haciendo justo ahora.

—Ni porque le avise vino— susurre mientras jugaba con el puré entre mi tenedor.—¡Eres increíble Levi!— alce la voz.

Comencé a comer de manera desganada y molesta, la comida ya estaba fría cosa que hizo que mi humor empeorará.

—De esta no te libras Levi.

[...]

La vela ya iba casi a la mitad, ¿cuánto tiempo había transcurrido? La verdad no lo sabía y no me interesaba mucho, de lo único que estaba segura era que a Levi esto le importaba un comino.
Me levanté de mi asiento y camine entre las mesas buscando con que distraerme pero no había nada, comenzaba a desesperarme, parecía tonta esperándolo. Harta decidí irme de ahí y cuando estaba caminando hacia la puerta está se abrió dejando ver al azabache impuntual que esperaba.

Al vernos los dos nos sorprendidos y nos detuvimos, yo retrocedí un par de pasos, Levi cerró la puerta tras él avanzó hasta quedar frente de mi.

—Hola.

Fue lo único que me dijo y se siguió de largo hasta sentarme en la mesa y tomar su plato de comida fría.

Su indiferencia me causó un leve malestar, pero mi enojo aumentó, me gire crucé mis brazos y fruncio mi ceño de manera ligera mostrando mi molestia, al ver que no se inmutó ante mis acciones camine a paso firme hacia la mesa y me senté frente a él, mirándolo de manera fría.
Él que hasta hace unos minutos estaba comiendo de manera serena levantó la mirada para verme.

—¿No vas a comer?— pregunto después de pasar su bocado.

—No gracias, comí desde hace rato— le informe de manera molesta.

No dijo nada sólo suspiro y siguió comiendo, la tensión que había entre nosotros en ese momento era abrumadora que podía jurar que era como neblina.
Estar así con él no me gustaba para nada pero él no ponía de su parte y yo no pensaba hacer esto siempre.

Con mis uñas comencé a golpear la mesa de manera lenta, pude ver como fruncía sus cejas debido al sonido que estas hacían al chocar con la madera, no me detuve, por alguna razón quería que él me lo pidiera aunque fuera de manera molesta, quería que él empezará esto.

—Podrías dejar de hacer ese ruido— dijo sin alzar la mirada.—es molesto.

—Lo siento— detuve mi acción.—pero no es lo único molesto aquí— añadí de manera fría y continúe con del ruido.

El alzó la mirada centrándose en mi.

—Aquí vamos de nuevo— soltó su tenedor y se recargo en el respaldo de la silla y suspiraba.