Levi Ackerman [One-shots]

28 [✓]

[Quédate]

Advertencia: Triste (?).

Tiempo en el que ocurre: Shingeki No Kiojin.

No. De palabras: 1803.

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La neblina que cubría aquel campo me hacia imposible poder ver con claridad lo que sucedía y la lluvia que caía tampoco ayudaba mucho.

Me costaba respirar y sentí todo mi cuerpo doler, al parecer tenía algunas costillas rotas y tenía una ceja abierta, la sangre corría por mi rostro junto con varias gotas de agua haciendo que ambas se mezclará junto con la tierra que adornaban mis mejillas. 

Con gran dificultad trate de sentarme en el poco pasto que me rodeaba, hace apenas unos minutos había logrado salir de aquel río que corría con fuerza debido a la lluvia y aire.
Una ves que me incorporé aparte el cabello que me cubría la cara y lo vi ahí casi frente de mi.

—¡Levi!— grite preocupada, con mucho esfuerzo trate de levantarme pero fue inútil apenas y flexiones un pie y ya me encontraba tiraba nuevamente en el suelo.

Con mis escasas fuerzas me volví a sentar y de rodillas trate de llegar a él, ambos estábamos sucios y húmedos, nuestros uniformes de la Legión estaban repletos de manchas de sangre y lodo e igual tenían varios rupturas en la tela.
Una ves que llegue junto a él coloque su cabeza en mi regazo utilizando la como almohada.

Su respiración era irregular y mantenía los ojos cerrados con fuerza.

—Tranquilo Levi, tranquilo yo estoy aquí ¿okey?— decía de manera nerviosa. —todo estaré bien ya veras— las palabras eran más para mi que para él.

Aparte con sumo cuidado su cabello azabache de su frente dejando al descubierto varias heridas que tenía, su rostro estaba cubierto por mucha sangre la cual salía de su ojo izquierdo en donde se podía apreciar una notable cortada, igual de su frente la sangre brotaba. 

—___-_____— me llamo de manera débil.

—No te esfuerces Levi, tienes que relajarte para que estés mejor— me apresure en decir.

Mi mirada viajó por el resto de su cuerpo en busca de más heridas de gravedad, y vaya que me sorprendí al poder verlo mejor. A su mano izquierda le faltaban dos dedos y la mitad de otro, sus piernas tenían leves quemaduras al igual que su brazo derecho, se veía completamente destrozado y pisoteado.

—Desgraciado— murmuré con rabia.—maldito desgraciado me las pagaras, juro que esto no se quedará asi— mi voz era dura, algo áspera y gruesa llena de ira.

—¿Dónde estamos?— pregunto Levi en un hilo de voz.

—No lo se— le contesté. —pero tu estate tranquilo, apuesto que nadie nos encontrará aquí.

—¿Y Hanjie? ¿qué paso?— volvió a preguntar.

Mi mirada y labios se abrieron un poco, Hanjie...

Sentí un leve shock en mi cuerpo, no sabía nada de ella desde hace unos ¿minutos? ¿horas? No sabía nada de ninguno de la Legión desde que salí de aquella cárcel.