Maybe

Primer manuscrito

Wooseok

"Hemos de controlar nuestro pesar muy independiente de los pensamientos ajenos.
Eme aquí de vuelta, con un posible inicio a la probablemente mentira que he caído; gracias a su insinuante figura que destella sobre el suelo que toca y sobre mi cuerpo flagelado por mí mismo, no me queda do otra más que admitir mi derrota ante su persona.
De lejos podía imaginar y creer en ese ser (que para mí) era mítico, así como Anubis lo era para los egipcios, mi ninfa se trataba nada más que del sueño relativamente real al que fui dependiendo poco a poco; después apareció de una circunstancia extraña y sin explicación, acepté sus palabras decidiendo no creer el hecho de que fuéramos extraños.
La contorneada figura de baja estatura se movía de un lado al otro, mientras yo me acostumbraba a su presencia.
En poco tiempo me vi envuelto en su aura llena de paz. Pero no todo es como parece, las dudas florecen y las posibles mentiras rodean aquella aura de paz; siendo insistente por encontrar una respuesta lógica, en el poco tiempo he aprendido a amarlo sin importar lo que me ha escondido."

-¿Qué haces?

- un manuscrito...

-¿Puedo leerlo?

-no, todavía no.

-¿Por qué?

-por que quiero continuar esto y hasta que no lo tenga terminado y corregido, nadie lo verá.

-entiendo, bien, entonces esperaré.

-sera lo conveniente.

-entonces... Si ya terminste... ¿Podemos pasar la tarde juntos?

-estamos todo el día juntos.

-no es cierto, la escuela nos separa, y por las tardes yo tengo actividades.

-cierto, solo en la noche nos vemos, pero no son todos los días...

-vamos... Hagamos algo juntos hoy.

-¿Que sugieres?

Un sonido resonó entre ambos, parece que tenía hambre, por lo que me avergoncé de aquello, pero una linda sonrisa salió de sus labios, lo vi acercarse más, aunque yo estuviera sentado, le llegaba justo en la altura; tomó mi rostro en sus manos y habló rozando ambas bocas, de mi parte, estaba comenzando a delirar con la cercanía, necesitaba volver a probar.

-vamos a cocinar algo juntos... No importa si eres malo, creo que algo simple nos puede salir.

-mmm... Esta bien, pero hay que ir por despensa de nuevo.

-bien, vayamos entonces. Pero antes quiero comer de ti.

Y sin más yo terminé de cerrar el espacio entre los dos. Se sentía bien el ambiente, el problema es que paso sus manos acariciando mi torso y su respiración se volvió más errática, quería tocarlo de igual forma, terminando de cruzar mis brazos por su debajo de su playera sobre su cintura, con mis manos explorando y tocando, era suave, así como lo eran sus miradas disimuladas por las mañanas cuando terminaba de peinarme.

Aumentando el ritmo cardíaco de ambos, nos entregamos el uno al otro dentro de aquel contacto tan superficial para la mayoría, pero que solo los dos podíamos sentir las ansias del contrario.
Sus manos acariciaron mi cabello,tan lento que me hacía sentir como cuando mi madre me daba las buenas noches a los 10 años y como acto reflejo, mi mano se posó sobre la hendidura de su cuello y la nuca, proporcionando leves toques que claramente lo sobresaltaban.