¿Fantasía?

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-Dices que ¿podemos hacer real nuestros pensamientos? Solo si mis deseamos con verdadero anhelo y determinación?

-si. Y como tu llevas un tiempo bastante amplio en desear algún tipo de compañía, digamos que estoy aquí.

-sigo pensando que esto es una mala broma. Dime... ¿Quien te pago para hacer esto?

-Absolutamente nadie. Todos saben que con los deseos no se juegan. No puedo ser ficticio, a menos que al final tu te des cuenta que no me necesitabas o que no me valoraste, sólo así seré un simple sueño.

-Es complicado.

-¿creer en mis palabras?

-si

Se puso de pie y se acerco a mi.
Tomo una de mis manos, aprovechando que estaba sentado y me miro.

-tu deseabas tener a alguien que compartiera contigo tus anhelos. Deseabas a alguien que te reconfortará con un sólo toque o abrazó. Que estuviera igual de orgulloso de lo que tu estas de ti mismo, querías no estar sólo.

Lo mire a los ojos mientras hablaba; y tenia razón.
Yo deseaba tener a alguien con quien compartir mi espacio, quien me tomara por quien soy y dijera que me amaba y no precisamente mis padres o amigos, alguien más, tener esa "conexión" con alguien y poder ser únicos entre los dos.

Tome su mano bien y la apreté un poco mas, con la otra, la coloque en su mejilla, confirmando que fuera real y ante mi toque, cerro sus ojos, dejandome sentirlo.

La imagen que me regalo, fue de un chico con su pequeño flequillo bajando por su frente, su piel suave y tersa, brillando al reflejo de la luz artificial y sus delegados labios con un ligero color rosa, sus ojos no muy grandes, pero tampoco tan chicos, en forma de almendras, cerrados y dejando ver sus pestañas que se rizaban tan ligero sobre sus párpados.

Empecé a mover mi mano lentamente, memorizando parte de su rostro con mi vista y con mi mano, sentir su pulso.

Los abrió, me permitió ver sus ojos cafés, sus dos orbes me fijaron y con una ligera sonrisa, colocó su otra mano justo donde yo tenía la mía en su mejilla.

Quede maravillado ante tal acto, se veía feliz, con confianza, no estaba asustado de que fuera un desconocido. Pero bah!!! Si él es quien me conoce, yo soy el que sigue un poco asustado.

-Soy tan real como tu lo eres. Y solo si tu lo deseas y cumples con lo que te dije, permaneceré aquí a tu lado.

Se acerco solo un poco, inclinado un poquito su rostro, regalandome un beso en la mejilla derecha.

Se alejo, sonriendo aún mas y empezando a dar brinquitos, insitandome a ponerme de pie y jalandome con él a la cocina, justificando que tenia hambre y yo no había desayunado; preparando un desayuno sencillo para ambos, con ayuda mía claro y sentarnos al final a degustar lo que él preparó primero.

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