Calma.

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Jinho.

Tome mis cosas una vez mas, necesitaba acudir a clases, por lo tanto era obvio que llevaría mis libros, pero a decir verdad, no tengo muchos ánimos.

Desde aquel malentendido con Wooseok de cierta forma se ha nublado mis días, es extraño; ¿el primer amor es tan grande y fuerte que es capaz de dañar hasta el punto de tu vida personal o actividades diarias? Parece ser que si.

Mire una ultima vez mi reflejo en aquel espejo, un semblante triste se asomaba entre todo mi ser. No me gustaba.
Por fin decidí a bajar las escaleras y la mamá de Hyo me encontró justamente antes de irme.

-cariño... no has desayunado, ¿otra vez te irás sin si quiera tomar alimentos?

- estoy bien, muchas gracias.

Tomo mi rostro y acaricio con sus pulgares las bolsas que se asomaban bajo mis ojos, me sonrió con cariño y habló nuevamente.

- me recuerdas cuando Hyo se calló de un columpio, dijo que no volvería a subirse entre tanto llanto, duro 4 días enojado con el juego y llorando, que igual que a ti, se le marcaron sus ojos.
La diferencia de ambos, es que tu tienes nuevamente el corazón roto y no por tus padres biológicos.

Una pequeña lagrima se asomó, dejandola caer de mi pómulo a mi mejilla y de mi mejilla se perdió entre el suéter azul que traía puesto.

- no llores, en algún punto de la vida lo tenías que vivir; incluso Hyolo va a vivir y conociéndolo estará hasta peor que posiblemente lo estés tú.
Es natural y humano que sientas y no es malo, si tu no tuviste la culpa y quieres de verdad a esa persona, intenta nuevamente arreglar las cosas, hablen con tranquilidad, o simplemente deja que el tiempo arregle todo.
Cualquier decisión que tomes será la correcta, sólo hazte cargo de tu consecuencia.
No es necesario que apliques lo que todos dicen, "Si es feliz, yo también" pero si puedes con "mientras mi estabilidad emocional este bien y la tranquilidad abuse entre ambos, todo estará bien".

No me contuve más y me solté a llorar, abrazando por impulso a la bonita mujer que acariciaba mi cabello con tanto cariño, aferrandome a su cuerpo como si dependiera de ello, y es que lo necesitaba en el momento, me sentía débil, me sentía insuficiente conmigo.

Hipe no se cuantías veces, sollozando y dejando caer más lágrimas y siendo sinceros, extrañaba a Wooseok, extrañaba su persona a mi lado, a su presencia y cariño que construimos en esos meses. No podría saber diferenciar si me había vuelto dependiente de él, o si podría estar alejado después de sentir todo esto y actuar como lo haciamos.
No digo que "normal", por que la definición de normal es diferente para todos; simplemente es actuar de acuerdo a la situación y al sentimiento que uno tienen en el momento.

Me llevo hasta la cocina, después de separarme de ella un poco, volvió a acariciar mi mejilla con ternura y cariño. Preparo un poco de fruta picada y dos infusiones endulzadas con miel.
Ciertamente eso me relajo mucho, tanto que después de casi una semana y media, empecé a sentir como mis ojos se cerraban poco a poco, con mi cuerpo sobre la silla y es que desde ese día, no podía conciliar el sueño, por lo que me la pasaba de pie buscando algo que hacer y tratar de ignorar todo lo que tuviera que ver con él, pero cuando veía aquel hermoso suéter que me dio de regalo un día que salimos a un parque o cuando tomaba la primera carta que escribió para mi, me era imposible no sentir aquel vacío en mi pecho.

Nuevamente sus manos cálidas se posaron sobre mi hombro, alce la vista y vi como decía algo, no pude escuchar bien, sólo sentí como me tomaban de un brazo, tiraban ligeramente de mi y me encaminaron a mi habitación, me acosté sobre la cama, me arroparon y por fin pude sentir como cerraba los ojos por completo, dejándome llevar por el calor reconfortante de las mantas.

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