Maybe

Maybe (5)

Soy Kim Hyo Jong, tengo 24 años, soy estudiante de literatura clásica, tengo a cargo una pequeña cafetería cerca de una de las universidades más concurridas, con ella le ayudo a mi madre con los gastos de la casa y aunque mi padre no este presente todo el tiempo, hemos aprendido a ser una familia bien organizada y unida.

Conocí a Jinho un día, en realidad no le hablaba, ya lo había visto antes alrededor de la plaza central de la zona sur, pero recuerdo bien como.se dieron los hechos.

No soy capaz de hacer mención acerca de su estado con lo que alguna vez fue su familia, lo que menos quiero es recordarle su pesar.

Pero si hablamos de como es que yo viví esa parte, nadie me pregunta el por que decidí  hablarle a un desconocido que aparentemente hizo algo malo y es reprendido por su padre.

Todos vieron, nadie quiso defenderlo.

Fui el único valiente para liberar a ese chico.

Cuando el señor empezó a dar su gran show, me acerqué con curiosidad por ver el cúmulo de gente, grande fue mi sorpresa ver a aquel chiquillo de mi misma estatura y que siempre corría en dirección a una pequeña pastelería por panquesitos en la plaza; vestido como a una ramera y siendo humillado frente a muchos por el que se hizo llamar su padre.

La impotencia en sus ojos son lo que me quemo el alma y es que nadie se merece ser castigado de esa forma (sin ser dueño de un verdadero delito), sus lágrimas y sollozos eran lo bastante fuertes para mi, que de sólo escucharlo me era difícil apatar la mirada, y al ver que nadie era capaz de detener a aquel sujeto, tome aire, una ola de calor se colocó en mi pecho y avance; escuche murmullos, insultos e incluso burlas, patético.

Patético por que no son autosuficientes y creen que por decir algo, se salvan de la cruda realidad.

Patético por que creer que insultar o criticar a alguien más, te vuelve superior.

Patético por que no se dan cuenta que es una persona más, que respira y siente como cualquiera y que si a ellos no les pasa, dicha es la gratitud de quien sea que maneje todo este lío llamado vida por no incluir tragedia a la vida de ellos.

Siempre he creído que si en la vida no existiera errores, sería demasiado aburrida, el chiste es poder aprender y crecer, saber que mañana serás más sabio por lo que paso anteriormente.

Lástima que somos pocos que lo vemos así.

La mayoría cree que por complacer sólo su apetito de lo material será feliz, lástima que nada de eso lo llevaremos a la hora de nuestra muerte y sólo con nosotros se irán los buenos recuerdos que tenemos, los amigos que alguna vez hiciste, aquel pastelillo al que tiraron en tu cara por celebrar tu cumpleaños.

Tal vez este en un error y diga que todos somos felices, pero tampoco nadie es totalmente infeliz.

Pero bueno, cada quien como quiera vivir su vida.

Regresando a aquel día, Jinho no era más que un chico al que le excluían ser como realmente es, alguien que puede amar y ser amado.

Yo le tendi mi mano, le ofrecí ayuda y la tomo, no se inmutó, vio que no tenía malas intenciones, que al sentir su cálida mano y ponerlo de pie, llevarlo a casa y darle algo decente, le regale un abrazo, un abrazo en el que se rompió y quebró lo que necesitaba.

Y es que bien dicen, que hay que quebrarse para poder renacer.

Lloro en mi hombro, lloró tanto que terminó con sus mejillas rojas y ojos hinchados, quería resguardarlo conmigo, pero esos no eran sus planes, les dio otra oportunidad a sus padres en silencio y ¿qué hicieron? Lo volvieron a humillar, lo dejaron nuevamente sólo y llegó tanto que prácticamente lo estaban regalando con otra familia al acordar un matrimonio, cosa que por obviedad no quiso. Entonces fue cuando todo terminó de explotar.

Recuerdo que tuve que sacarlo de ahí, después de que le intentarán poner una mano encima, lo poco que trajo fue suficiente para poder recibirlo, afortunadamente mamá no lo negó y dejo que se instalará.

Incluso puedo decir que ella considera a Jinho como su propio hijo, también papá, aunque no lo admita y es que desde que paso ese día, siempre se ha mostrado tan cooperativo, solidario y agradecido de dejarle vivir lo que es una familia que te apoye.