Plan.

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Jinho

-... Vas a aparecer en su departamento.
- es una locura... No podría hacerle esto; no me conoce, no lo conozco mas de vista y de lo que me has hablado.
-te he dicho lo suficiente... Además, le vendrá bien que conozca a alguien mas.

Una voz extra llegó.

- yo opinó igual que Hui, si no eres , no es nadie. A mi no me hizo caso y sólo lo vi una vez.
-es una locura, me niego, al menos , Hyungu, le has hablado, yo soy un desconocido... No me conoce, no puedo aparecer de la nada frente a él, menos meter mis cosas a su hogar y...
-no es un hogar para él...

Hablo Hui, mostrándose serio de repente.

- lo conozco desde hace unos años. Él era un chico alegre, con ganas de vivir, no se de donde nació su afán por querer a alguien más... Tratamos de hablar con él, tratamos de hacerlo entender y creó que lo interpreto mal.
Intenté hacer que conociera a Kino, dándole la razón, pero él se niega a dejar entrar a mas personas en su vida.

- y crees que meterme a su departamento es una buena idea.

-él ya te vio en la cafetería, te ha visto antes con Hui, lejos o cerca, pero tiene tu rostro presente, de alguna manera, conoce tu rostro.

-la vez pasada que fui a su casa, encontré escritos de él, donde describía a un chico de cabello castaño y baja estatura. Decía que la risa que tenia era especial y que le gustaba... Básicamente, era un sueño, ¿como supe que eras ? Bueno, nadie mas que es bajito, y sueles estar seguido donde estoy yo, luego te juntas conmigo y nos lo topamos en el campus, y solo nos saludamos rápido, jamás he visto que él se pare detenidamente a ver mas allá.

Una sonrisa algo rara se mostró en su rostro.

-además... A ti te gusta, quieres llamar su atención, he visto como lo miras, me has hablado de esto, no estoy loco Jinho... Sólo quiero ayudarlos.

-pero no es la forma.

-si no es la forma... Entonces, ¿cómo? Digamos que yo quise hacerlo por la manera correcta, pero no funcionó. Me vio una vez y nada más, era como si yo no existiera cuando me lo topaba. No me lastimo ni nada, pero admito que fue algo extraño ver que no presta mucha atención a mas de sus narices.

Rendido de escuchar a esos dos, recoste mi cabeza asia atrás, tratando de quitar el poco dolor de mis hombros. Definitivamente era una locura lo que ellos decían, sobre todo Hui.
No podía pasar y entrar a donde vivía como si nada, fingir que salí de un sueño y que se volvió realidad.

-no te estoy obligando a nada... Sólo piensalo, se que soy medio idiota y que hago planes demasiado locos a veces, pero hay pocas que los he visto fallar.

-¿y que pasa si este falla?

-él, y yo, aprenderemos a no jugar con la vida de esta manera....

Continuará...

MaybeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora