Solo una venganza.

4: Imbécil-Bestia.

GABRIEL.

¡Es insoportable! No puedo con ella, ¡Estaba agarrándola porque me estaba golpeando! Está totalmente loca, no entiendo, no sé, y no me interesa saber porqué destruyó su celular, porqué se veía triste y molesta, ¡Solo no me interesa! No quiero vivir con ella, no, no, y no.

—Gabo, abre—Escuché a Nelson detrás de la puerta.

—¿Vienes a reprocharme? En mi defensa ella está loca.

—Abre.—Pidió nuevamente.

Suspiré y me dirigí a la puerta, le abrí, entró y cerró la puerta detrás de él.

—Suspiró—¡¿Qué demonios te pasa grandísimo idiota?! No puedes agarrarla así, ¿Estás consciente de que la lastimaste? ¿Sabes que salió llorando?

—¡Nelson yo no la hice llorar!

—Si, claro. No te creo Gabriel, sé que no te cae bien, pero, no tenías que pedir quedarte mientras comprabamos la pizza para hacerla sentir mal.

—Nelson, ella ya tenía los ojos cristalizados cuando yo entré a mi cuarto, yo ni siquiera sabía que estaba aquí.

—¿Y por qué se estaban gritando?

—Porque está loca ¿No ves? Mira su celular.—Señalé el aparato destrozado en el suelo.

—¿Y por qué lo hizo?—Alzó una ceja.

—¡Yo que sé! Yo entré y estaba así.

—Pero, si no era contigo ¿Por qué lo tomo contra ti?

—¡Por que está loca, ya te lo dije!

—No te creo Carlos.—Presionó.

—Tal vez, solo tal vez...—Rasqué mi nuca.

—¡Habla!—Me exigió.

—Le dije zorra.

—¿Ves? Carlos ya, acepta que una mujer no cae a tus pies, olvídalo.

—Yo iba a olvidarlo cuando salimos del bar, y tu insististe.

—Bueno, ya, déjala, vivimos aquí, no quiero una guerra todos los días.

—¡Que se vaya! Yo no quiero vivir con ella.

—Te guste o no va a vivir con nosotros, es mejor que vayas comportandote Gabriel. Aquí el mayor parece que soy yo.—Se dirigió a la puerta y salió.

Me acosté en la cama frustrado, ¿A dónde voy a irme? No tengo donde ir, tengo que vivir aquí, con la bestia aquella. ¡Que calvario!

SKYLER.

—Ya Sky, no dejes que te afecte.

—¡Kylie ella volvió!

—Ella no va a encontrarte, basta. No puedes tenerle miedo a alguien de tu edad.

—Si que puedo! Esa mujer está loca Kylie, tu sabes todo lo que me hizo durante años.

—Ya, ven aquí.—Me abrazó.—Lamento tanto haberte dicho lo de allá abajo, si quieres irte, vamonos Sky, ya vi que ustedes no pueden estar juntos, parecen perros y gatos y ni siquiera se conocen bien. Si hubiese dicho esto antes nos hubiesemos ahorrado el problema y me hubiese ido, pero...—