Vi a Carlos sentado a mi lado con su pantalón recogido hasta las rodillas, y sus zapatos junto a sus medias del otro lado.
—¿Y yo dije algo? Bestia, estás paranoica.
—No es paranoia, es costumbre y cansancio, estoy acostumbrada a pelear y cansada de lo mismo.
—Si supieras que me pasa lo mismo, me estresa estar peleando todo el tiempo.—De alguna manera concordó.
—Pero, ¿Qué hacemos? No nos llevamos bien, punto.
—Podemos llevarnos bien si nos lo proponemos, pero, eso no pasará y lo sabemos.
—Exacto, y tantas cosas que me desagradan de ti no lo ponen fácil.
—¿Ah si?—Enarcó una ceja.—¿Cómo cuales?
—Como que traes a tus prostitutas a la casa, que eres arrogante, y tienes una actitud y una personalidad del asco.
—¿Solo eso? Pensé que sería más.—Relamió sus labios.
—No se me ocurre más nada.—Me encogí de hombros.—Son tantas cosas que hasta se me olvidan.
—Lo vi sonreír levemente, o quizás intentó reprimir una sonrisa.—A mi me caes mal por dos cosas nada más.
—¿Cuáles?—Cuestioné interesada.
—Por como me tratas y...—Alargó la consonante.—la otra te quedarás con la intriga.
—Eso es trampa, otro adjetivo negativo para ti, tramposo.
—No es trampa.—Se encogió de hombros.—Y algo más, a la de hoy no vuelvas a llamarla como lo hiciste.—Agregó.
—¿Te lo decoro? ¿Te lo pongo bonito?—Pregunté sarcástica.—¿Prepago?
—Ella no es de esas, deja tu ridiculez.
—Entonces, peor aún, tu novia.
—¿Peor para quién?
—Para... para ella, cla-claro.—Tartamudeé viéndome y sintiéndome patética.
—¿Nerviosa?—Sonrió arrogante.
—Eres insoportable.
—Y no, no es mi novia.
—¿Y entonces qué es? Porque estar así con un amigo, no creo que sea muy normal.
—¿Cuál es el problema?
—¿Qué es ella de ti?—Exigí la respuesta. Sinceramente ni siquiera sé porqué exijo si él no me debe nada.
—Es mi mejor amiga, y nosotros somos así, y si te soy claro, si, hemos tenido sexo varias veces, pero, ella no es de esas mujeres que dices.
—Ya sabía yo, a esa seguro ni la quieres.
GABRIEL.
Estamos hablando, no hemos peleado, esto es un milagro. Y debo admitir que hablar con ella sin gritar, se siente bien.
—Ya sabía yo, a esa seguro ni la quieres, solo la usas como tu juguete sexual, para prácticar esas fantasías asquerosas, eres tan estúpido y ella también por no darse cuenta. ¿Por qué lo haces? ¿Por qué tratas de lastimar a la gente? ¿Por qué te aprovechas de que eres jodidamente sexy y bello para hacer esas cosas?
¿Cómo dices qué dijiste? Vaya Bestia, si hasta hace segundos te parecía de lo peor.
»¡Es que en serio no lo entiendo!—Continuó.—¡¿Para qué traes a esa gente para acá?! Además de usarlas lo haces aquí ¡¿Por qué haces eso?! Por lo menos hazlo callado, sin que más nadie se entere, sin lastimar...—La callé.
Estaba hablando mucho y muy rápido. Diciendo muchas cosas que no logro comprender, sonaba celosa, o algo así, por eso la callé.
La besé.
¡Si! Como leyeron; me acerqué a ella viendo sus ojos verdes con un brillo que los iluminaba impresionantemente, su mirada penetraba la mía, mi mirada bajó a sus labios, noté como su respiración se aceleró, tomé su mejilla izquierda con mi mano derecha, sus labios tomaron un color rosado impresionante, al igual que sus mejillas, mi corazón se aceleró, sus latidos se filtran por todo mi cuerpo y retumban en mi cabeza, no estaba seguro de lo que iba a hacer, pero, creo que quería hacerlo, así que lo hice, la besé, no estoy claro de porqué, pero plasmé mis labios con los suyos. Y así nos quedamos por segundos que se hicieron como años para mí, al poner mis labios en contacto con los labios dulces, carnosos y suaves de ella cerré los ojos y volví a sentir esa paz, esa calma y esa tranquilidad que sentí cuando la abracé, y lo más impresionante ella se dejó, ella solo está allí, abrí mis ojos y ella tenía los suyos cerrados, y de nuevo, ¡Sensación extraña! Mala idea, no debí hacer esto, así que decidí quedarme así sin profundizar el beso, solo mis labios plasmados en los suyos y ya.
Luego de otros pocos segundos nos separamos, mi corazón está galopando dentro de mi pecho. Las ganas de tener esos labios siempre plasmados en los míos y el arrepentimiento por no haber profundizado el beso me abordaron. La vi, y la vi, la vi como he venido viendola desde hace un mes por las noches, y cuando la veo distraída.
¡Maldita sea no tenía que haber hecho esto!
Estabamos en un profundo silencio, y no era incómodo, podría estar así con ella durante horas, pero, ¿Qué es esto? ¿Cómo se le llama a esto? ¿Qué carajo estoy sintiendo? Puedo asegurar que me siento como hace 4 años y medio atrás, y me atrevería a decir que es un poco más fuerte.¿Qué hice? Cabé mi propia tumba.
Y así, en ese silencio en el que estabamos, ella viéndome y yo viendola, admirando sus hermosos ojos color verde, con su brillo espectacular, sus pestañas delicadas y largas, sus labios gruesos, su cabello negro liso cayendo a los lados de su rostro siendo soplado con el viento,—¿Siempre había sido tan linda? Sinceramente, sí.—En este mismo silencio en el que estamos sumergidos tomé mis zapatos, saqué mis pies de la piscina, me levanté y salí de allí, negandome a seguir pensándola, viéndola, admirandola, me sigo negando, me niego totalmente a esto que no sé que es.
SKYLER.
Lo que acaba de pasar fue tan extraño, y a la vez lindo, o yo lo sentí así, no sé porqué, pero, lo sentí así, sus labios en contacto con los míos, la palma de su mano levemente áspera rozando mi mejilla, el escalofrío que comenzó en mi estómago y se extendió hacia mi columna vertebral, y los latidos en mi corazón que hacían eco en mis oídos, joder, creo que... bueno, creo que Carlos...
[Día siguiente...]
6:00pm.—¡Si Skyler!—Dijo mi prima con la respiración agitada.
—¿Tú dices?—Pregunté poco convencida con la respiración agitada igual.
—Por lo que me dijiste que sentiste yo creo que si, es lo mismo que me pasó a mi con Nelson.
—O sea, estás admitiendo que...—
—Me interrumpió.—Si, y también estoy insinuando que...—
—¡Ya entendí, ya entendí!—La Interrumpí.—Igual tengo que organizar y aclarar mis ideas.
—Si tú lo dices.—Se encogió de hombros.—Vamos a entrar a tomar agua.—Sugirió.
—Me parece bien.—Acepté.
Les explico, estamos en el patio trasero con una corneta, a Kylie siempre le ha gustado bailar, para mi es normal, entonces le dio por bailar y pusimos unos vídeos de Twerk y nos aprendimos una coreografía.
Entramos a la cocina, tomamos agua y salimos de nuevo.
Carlos y Nelson salieron, dijeron que se iban a ver con Victor, y él último mencionado no vino ayer en la noche, no durmió aquí, y nosotros no cenamos.
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Solo una venganza.
RandomNo todo es lo que parece. No todo lo que parece malo es realmente malo. No todo lo que parece bueno es verdaderamente bueno. Puedes sentir el mismísimo infierno estando en el jodido y perfecto paraíso. Puedes conseguir la belleza en una maldita best...