SKYLER.
Por más que quisiera, porque quiero hacerlo, no lo haré, es un imbécil y no quiero que pase lo mismo de veces anteriores.
—Por supuesto que no.—Negué firme.
—Entonces me quedaré aquí, así.—Plasmó las palmas de sus manos a cada lado de mi en el mesón y se acercó más.
Mi respiración se entrecortó y mi corazón comenzó a galopar dentro de mi.
Su cercanía definitivamente me ponía nerviosa.
¿Acaso en serio quería un beso? ¿Por qué?
—¿Por qué quieres un beso?
—Porque si.—Se inclinó más hacia mi haciendo que sintiera su respiración en mis labios.
—A ver imbécil, aléjate un poquito, bueno, un poquito bastante.
Él sonrió y negó con la cabeza.
—Vas a cansarte Carlos, no me vas a poder tener así todo el día.
¡Y no quiero que siga así! Mi corazón va a sufrir un paro cardíaco y mis pulmones dejarán de respirar con esta cercanía.
—No sabes de lo que soy capáz para conseguir lo que quiero, muñequita.
¿Muñequita? ¿Él me quería? ¡Muchas preguntas y ninguna respuesta!
—¡Aléjate ya!—Exclamé y comencé a empujarlo por su pecho bien trabajado y fue imposible, por su abdomen maravilloso y misión fallida, traté de despegar sus brazos musculosos del mesón, no funcionó.
—¿Intentas que me quite o solo estás disfrutando el tacto y la vista hermosa y monumental?—Sonrió arrogante.
—¡Disfrutar es lo menos que hago, quítate!
—No lo haré, hazlo tú.
—¡¿No ves que es imposible?!
—Solo te pedí un beso, ¿Te cuesta mucho?
—Bufé, me crucé de brazos y fruncí el ceño disgustada.—Déjame alcanzar más café por lo menos.
—Quita esa cara, te vez como ¿Molesta? Y eso te hace ser un poco más sexy.
—Sentí como la sangre subía a mis mejillas.—Ya cállate y dejame agarrar café.
Él se estiró pegandose más a mi aumentando mis nervios, causando que casi me ahogara con mi propia saliva al tragar grueso y tratar de reprimir un suspiro a la vez, y finalmente me pasó su taza.
—Te gustó mi café ¿No?
Me encantó.
Pero, no iba a hablarle, solo tomaría el café y esperaría a que se cansara.
—Tiene un ingrediente secreto.—Siguió hablando.
Lo ignoré.
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Solo una venganza.
CasualeNo todo es lo que parece. No todo lo que parece malo es realmente malo. No todo lo que parece bueno es verdaderamente bueno. Puedes sentir el mismísimo infierno estando en el jodido y perfecto paraíso. Puedes conseguir la belleza en una maldita best...