36: Más confusión.

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Han pasado dos semanas después del día en que Gabo me dijo que le gustaba, y si, Gabo, saben, antes le decía "Carlos." Porque "Gabo." Era solo para los amigos y yo no me consideraba amiga de él, pero, ahora lo considero así y hasta más.

Estas dos semanas han sido bastante buenas, Gabo ha dormido conmigo varias veces, se ha portado bien conmigo, hemos peleado, si, pero, pocas veces y por estupideces, y no, no hemos tenido encuentros sexuales.

A Nelson y Kylie se les ve mucho más amorosos y súper pervertidos debo decir.
Victor y yo nos llevamos de maravilla.
Las tareas por internet van bien, en fin, todo va para mejor.

Bueno, excepto por dos cositas, la primera: Jessica. Duré como 4 o 5 días enferma, fiebre y malestar estomacal por su culpa. Resulta que Gabo había hecho su café fabuloso y yo bajé y al lado estaban unas donas, eran como tres y yo pensé que eran de él para mi, yo desayuné eso y me empecé a sentir mal, me dieron ganas de vomitar, subí a mi cuarto, entré al baño, vomité, fui al lavabo a enjuagarme la boca, lavarme la cara y las manos y en el lavamanos había una nota:

"El pez muere por la boca.
-:īçþ."

Allí supe que había sido ella, lo único bueno fue que Gabo no se despegó de mí ni un segundo, estuvo super pendiente, al igual que todos.

Luego de eso partieron el vidrio de la ventana del cuarto, entraron dos bloques y una piedra.

"Que lástima que ninguno te haya dado en la cabeza, lamentablemente tenemos buena puntería y aún no te queremos muerta.
-:īçþį."

Eso fue en la madrugada, me apresuré a agarrar la nota, y segundos después no tardó en aparecer Gabo preguntando qué había pasado porque escuchó el ruido, estuvo pendiente de mi también esa noche, durmió conmigo y todo, ya al amanecer nos enfocamos en buscar como cambiar el cristal de la ventana y eso hicimos.

Él ha sido completamente lindo conmigo.

Bueno, y la segunda cosa pero no menos importante ¡Darla! Esa pelirroja me tiene la vida triste, ha estado viniendo por una semana entera a hablar con Gabo de no se qué cosa, y él siempre habla con ella, los dos salen y así, diría que no me pongo celosa, pero, mentiría, ¡Me hierve la sangre cada vez que está con ella! Sin embargo, no puedo hacer absolutamente nada, él y yo sólo somos amigos, no puedo reclamarle, aunque ganas no me faltan de armarle una completa escena.

—¿Qué haces?—Dijo Kylie acercándose a mi.

—¿Tú qué crees?—Pregunté viendo a través de la ventana de la sala.

—¿De nuevo, Sky?—Pude escuchar sus pasos nuevamente.—Llevas una semana viendo qué hablan y cómo hablan, viendo cómo se van, como llegan, ya déjalo.—Escuché su cuerpo impactando en el mueble, se sentó.

—Es que no puedo evitarlo.

—Eso es más repetitivo que el miembro de Nelson dentro de mí.—Ríe.

—¡Te he dicho que dejes de hablar así!—Le reprendí.

—Lo hago porque te molesta, sabes que soy más virgen que tú.—Ríe nuevamente.

—Ruedo los ojos a pesar de saber que no puede verme ya que estoy de espaldas.—¿Puedes callarte? No me dejas escuchar.

—Igual no se escucha nada, idiota.—Encendió la televisión.

Es cierto, nunca escucho nada, ya me estoy volviendo loca.

—Siempre es igual, o bueno, esta semana que llevan. Desayuna contigo, sale con Nelson y Victor, vuelven y almorzamos juntos, llega Darla, hablan un rato afuera, se van, vuelven, hablan otro rato, Darla se va, Gabo entra, te tragas los celos y se ponen cariñosos. Toda una rutina, es mejor que la mía teniendo sexo todos los días en la mañana con Nelson.—Vuelve a hacer uno de sus comentarios pervertidos para posteriormente reír.

Solo una venganza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora