31: Hiperventilando. [Kylie y Nelson.]

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KYLIE.

Lunes.
01:30pm.

Skyler salió a dejar la serpiente en un lugar adecuado, Victor salió con Gabo y Nelson se encuentra en su cuarto.

Ahora mismo me dirijo a ver quien tanto toca el timbre, al parecer Nelson está sordo.

Hablando de Nelson, me encanta ese niño ¿Bien? Es decir, no sé, el tiene algo que simplemente no sé.

Ayer sentí un alivio cuando me contó todo. Realmente iba a lastimarme si lo que había dicho Rossana hubiese sido cierto. Es increíble la manera en como nos conectamos él y yo, y como en poco tiempo se volvió alguien importante para mi. Puede parecer extraño e incluso algo loco, también pueden considerarlo difícil el hecho de que yo me sienta inmensamente atraída por él, pero, después de un mes y algunos días Nelson Farías se ganó mi corazón.

Yo no me negaba a amar,—Y con esto no estoy diciendo que lo amo.—tampoco me negaba a conocer personas nuevas, sin embargo, yo no esperaba fijarme en alguien, no de esta manera. Todos tenemos un pasado, como Skyler lo tiene con el asesinato de sus padres y el odio a los hombres nace de allí, yo lo tengo con una relación, pero, a diferencia de mi prima, yo no metí a todos los del sexo masculino en un mismo saco. Estuve dispuesta, la puerta estuvo abierta, y fue Nelson quien entró, sin avisar, sin tocar el timbre o la madera, él entró a la casa de mi corazón, secuestró varios de mis sentimientos y acaparó todos mis sentidos. No diré que lo amo, porque no es así, pero, me gusta, bastante diría yo, lo quiero, y mucho.

Llegué a la puerta con todos esos pensamientos en mi mente y abrí.

—¡Oh, Jack!

Sonrió.

Esperen, él, él no... no, él no... ¡MIERDA!

—Espera, tú, tú, tú.—Tragué saliva nerviosa.—Tú no eres Jack.

—Negó con la cabeza.—Aún nos deferencias, preciosa.—Sonrió el hombre en la puerta de nuevo.

Mi corazón late muy rápido y no por una buena razón, mi boca se seca, la respiración se me acelera, mis manos comienzan a temblar leventente... maldita sea, él no.

Era imposible que él estuviese aquí.

Santos cielos.

Drake, estúpido Drake. ¿Cómo es que consiguió la dirección? No creo que Jack se la haya dado, él sabe que es a la última persona que yo querría ver. Ay no, esto está mal.

—Vete.—Fue lo único que pude pronunciar.

—Drake ríe.—¿Por qué debería? ¿No te alegras de verme?

¡No! No me alegro para nada.

Las palabras no salen de mi boca, Dios mío.

—¿Aún te pongo nerviosa?—Alzó una ceja.—Me encanta.

¡Gorda!

Empezaba a respirar mucho más rápido.

—¿No piensas decirme nada, preciosa?

Solo una venganza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora