49: ¿Recuerdo o imaginación?

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Luego de despertar, y muy feliz debo decir,—y también asustada porque mis ojos se aclararon más—, arreglar lo de la habitación de música, cambiarnos, recoger lo que dejamos a la orilla de la playa incluyendo su gorra, mi teléfono y más asqueroso e importante, el condón. Seguidamente el señor nos fue a buscar en el yate y de regreso llamamos a los muchachos y les dijimos que nosotros llevábamos empanadas.

Y aquí me encuentro, bajando las escaleras después de subir y luchar con Kylie para que se despertara mientras Victor, Nelson y Gabo están en la cocina.

—¿Entonces te fue bien?—Kylie llevó la mano a su boca para cubrir un bostezo.

—Más que bien.—Sonreí bastante alegre.

—Se nota que te dio dur...—

—¡Cállate!—La interrumpí entre dientes.

—Rió levemente.—Pero, ¿Si lo hicieron?

Pensé un poco antes de contestar, me sentía incómoda hablando de este tema.

—Bueno Kyl...—

—Me interrumpió.—Espera, espera. Un segundo.—Se detuvo al pie de la escalera pegándome a la pared junto a ella para escondernos, supongo.—Nelson está hablando.

¿Qué?

Aunque me sentí agradecida por no tener que responderle a Ky.

—Kylie yo no escuc...—

—Que si me besé con ella, ya te dije.—Mis palabras quedaron en el aire al escuchar a Nelson hablar.

Vi a Kylie, sus ojos reflejaron algo de tristeza y enojo de repente.

—¡Que no!—Exclamó el ojiverde.—No hablamos... Asco, no... Yo ni siquiera la conocía bien... ¡Que no! ¡Que me da asco! Es una gorda ahí fea... para ti no, para mí lo es... dale, chao.

Estaba hablando por teléfono claramente.

Mi atención se centró en Kylie de nuevo, ella estaba cubriendose la boca con una mano, la otra descansaba en su estómago, sus ojos estaban cristalizados y comenzó a respirar agitado.

No, esto no, otra vez no.

—No, no, no, Kylie, oye, tranquila.—Susurré.—Eso no es cierto, ni siquiera sabes si hablaba de ti, tranquila por favor.—Retiré la mano de su boca y estómago.—Respira Kylie, no lo hagas, no has comido.—Ella negó con la cabeza rápidamente.—Si vas a comer Kylie, eso no era contigo.

—Tú... tu no lo sabes.

—Por favor, te prometo que lo averiguaré con Gabriel, pero, no vas a caer de nuevo ¿Verdad que no?

No me contestó.

—Kylie.—Le dije en un tono suplicante.

—Suspiró.—Lo intentaré.

—Lo harás.—Corregí.—Eso no era contigo. Vamos.—La jalé para por fin entrar en la cocina.

Los tres ya estaban sentados a punto de comer.

—Buenos días.—Dijo ella sin ánimos.

—Buenos días.—Saludaron Víctor y Gabo al unísono.

Nelson solo la ignoró.

Nos sentamos, dijimos "Buen provecho." Y comenzamos a comer las empanadas.

Kylie iba lento, mordía, pensaba para masticar, pensaba más para tragar, tragaba, veía a Nelson y negaba con la cabeza; así una y otra vez.

El desayuno es tan aburrido sin ellos diciendo locuras.

—Oigan, ¿Desde cuando no ven a la familia?—Dijo mi novio luego de tragar.

Solo una venganza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora