9: ¿Qué está mal contigo?

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SKYLER.

Un mes en el infierno después...

El despertador del celular sonó, emitiendo una melodía bastante desagradable, la cual se coló en la masa de aire e ingresó a mis oídos, para adentrarse en mi cabeza y martillarla, con fastidio estiré la mano, quité la alarma, y me levanté con mi cabeza palpitando, y no es solo por el despertador, es que me siento bastante mal, son al rededor de las 6:30am, y me comencé a sentir mal como desde las 3:00am. Me dirigí al baño e hice mi rutina de todas las mañanas, considerando el poco oxígeno que entra por mis fosas nasales, que mi cabeza va a explotar, que me arde la garganta, y que parece que soy el fuego en persona de lo caliente que estoy, puedo decir que ¡Estoy enferma!, me emociona porque me quedaré aquí sola, a parte de que me siento fatal, es bien, un poco de paz en este infierno; realmente no sé como he o hemos aguantado, quisiera decir que absolutamente nada ha cambiado, pero, realmente no es así, Nelson y Kylie tienen una clase de relación extraña, desde el principio se llevaron muy bien, Victor piensa que a Nelson le gusta Kylie y yo pienso que a Kylie le gusta Nelson, pero ninguno de los dos habla al respecto, se tratan como amigos que pienso yo que no deberían ser, después de todo, juzgué a Victor y a Nelson mal, son chicos bien, y la relación de amistad que llevamos es bastante genial, NADA comparado con Carlos Gabriel, nosotros vamos de mal en peor, o bueno, él, porque después de lo sucedido con la tormenta él se puso más a la defensiva conmigo, es diez veces peor que como era antes, dos semanas después de que se puso así me cansé de replicarle, de seguirlo ofendiendo, y darme mala vida por él, porque en serio, fue al límite conmigo, y me arrastró con él a ese límite haciendo que yo dijera cosas iguales o peor de las que me decía, no podíamos ni siquiera respirarnos cerca, todo era una bendita pelea, hasta que opté por dejarlo hablando solo, le replico una o dos veces y me voy, dejándolo con la palabra en la boca, lo cual le molesta más, pero, es lo más sano, tanto para mi como para los otros tres que viven en esta casa, o bueno, corrección, campo de batalla, o corrección de nuevo, infierno.

Con respecto a los gastos, nos lo dividimos, en eso vamos súper bien. Yo vivo con mi herencia, que es un monto considerable, tengo mi vida resuelta por así decirlo, y Kylie tiene la mesada de sus padres hasta que cumpla la mayoría de edad.

No hemos traido a nadie a la casa, ninguno, ni siquiera a un amigo, pero, realmente no sé porqué, o bueno, no sé el porqué de ellos, el de nosotras es que los pocos amigos reales que tenemos están a tres horas.

Ahora, con lo sentimientos pues... es mejor no hablar de eso, ya que mis sentimientos son un nudo total que no quiero desatar por miedo a lo que me vaya a encontrar luego.

Bajé las escaleras y al escuchar voces en la cocina me quedé al pié de la escalera para escuchar, no debería, pero, lo haré porque parece que están reprendiendo a Carlos, y eso me causa gracia.

—¡¿Qué carajo es lo que te pasa Gabriel?!—Exclamó un Nelson molesto.

—¡Nada vale, dejenme en paz!

—¡Nos preocupas Carlos, estás extraño!—Ese era Víctor.

—¿Extraño por qué? ¿Por que nunca me cayó bien la bestia?

—No, ¿Para qué la nombras si ni siquiera hemos hecho referencia a ella?—Preguntó el menor de los tres.

—¡No se me ocurre más nada!

—¿Ella es todo lo que tienes en tu cabeza o qué?—Cuestionó Vic.

—¿Qué insinúas?—Escuché que impactó sus puños contra el marmol del mesón.

Solo una venganza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora