39: Obsesionado con ella.

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GABRIEL.

Llegamos a la reunión y las dos chicas quedaron encantadas con la mansión, y no es para menos, si yo no la hubiese visto millones de veces antes también me hubiese sorprendido. Es muy bonita, lujosa y grande, lo único que es horrible es para lo que normalemente se usa. Antes no lo veía como que si fuese algo feo, lo veía divertido, pero, mis pensamientos dieron un giro de 180º cuando comenzó a llamarme la atención Skyler, juro que no sé que tiene ella, y mucho menos sé que tengo yo para que se fijase en mí, yo soy un mal para ella, pero, obviamente ella no lo sabe.

—Vamos a presentar a esta gente para que nos vayamos de aquí.—Dijo Nelson mientras caminabamos detrás de Darla y Carla que están embobadas con la casa.

—Nelson, el beso no fue para tanto, le explicas que ella te lo dio y ya.

—Como se nota que no sabes como es Kylie, ella no se molesta, pero, cuando lo hace es muy explosiva, y es imposible descifrar como lo va a tomar o como va a reaccionar.

—Pero, tú le gustas, no creo que vaya a odiarte.—Intenté tranquilizarlo.

—Si vieras a Skyler besandose con otro tipo ¿Cómo reaccionarías?

—Mal, pero, si ella me explicara que él la besó, mataría al hombre en cuestión si es que no lo había hecho antes.

—Pero, Ky no puede matar a Carla, así que ¿Con quién la va a pagar?

Asentí comprendiendo su punto.

La forma de romper el hielo de aquella chica no iba a acabar solo con el hielo, la llamada Carla acabaría con lo que sea que Kylie y Nelson tienen.

—Entiendo... vamos.

Las llamamos y comenzamos a presentarles a todos, los presentabamos como amigos, pero, en realidad son como una especie de "Compañeros de trabajo."

—Por último, Dave, Victor y Sanyel.
Estrecharon sus manos.

—¿Y nosotras?—Dijo una voz femenina conocida a mis espaldas.

¡Oh Dios mío, tanto tiempo!

—¡¿Qué?!—Reí impresionado.—¡Es imposible!

—Es muy posible.—Me abrazó ella sonriendo.

—¿Cómo es que estás aquí? A ti te alejaban de todo esto.

—Soy otra persona ahora, soy un poco diferente.—Sonrió con malicia.

—¡¿Eres peor?! ¡Ay mundo cuidense!—Reí nuevamente.

—¿Y yo no merezco abrazos ni saludos?—Hizo puchero Nelson.

—Yo te los doy.—Le sonríe Rossana de forma pícara.

—No, tu no.—Ríe él.

—¡Enano!—Lo abrazó la chica a la cual no veíamos desde hace tiempo.

—Correspondió y luego se separó.—¿Por cuánto tiempo te quedas?—Le pregunta.

—Viviré aquí y me autorizaron a entrar al cuarto de investigación y a ustedes no ¡Agarren!

Solo una venganza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora