Solo una venganza.

34: Se sentía bien, pero, no estaba bien.

SKYLER.

Sentir sus manos ligeramente humedas en la parte de mi piel que está desnuda me hizo estremecer, el contacto de su otra mano con la mía mandó corrientes eléctricas a cada parte de mi cuerpo, estaba cerca, muy cerca, su cercanía hizo que mi respiración se agitara un poco y ni hablar de mi corazón, está que se sale de mi pecho.

Pero, en mi mente sigue que él jugó conmigo, por más que me guste, eso está presente.

Dejé caer la pesa de golpe y me alejé de la misma forma rompiendo todo contacto.

—¿Y qué te importa a ti si me lastimo o no?—Pregunté recordando sus palabras de la noche anterior.

—Mucho, en realidad.

—Reí sarcástica.—Claro.

Comencé a caminar para llegar a una puerta de cristal, abrirla y conseguirme con un hermoso balcón.

—Hablo en serio Skyler.—Escuché pasos acercarse.

—Deja de venir hacia a mí,—Recargué mis brazos en la baranda del balcón.—aléjate.

—No.—Seguí escuchando pasos.—No entiendo qué te pasa.

Pensé en dejarlo hablando solo, en no contestarle, en ignorarlo, pero, repasando los momentos en que ha intentado hablar conmigo en alguna parte sale el tema de "¿Qué me pasa?" Tal vez si le digo de una vez, me deje en paz, me deje olvidarlo, me deje borrar los sentimientos.

Así que decidí contestarle su insistente y constante pregunta.

—Bien.—Suspiré.—Me pasa que no sé que hiciste para hacer que me fijara en ti.—Comencé viendo a la nada.—al principio no estaba muy segura, pero, cuando lo estuve apareciste tú diciendome que te gustaba, con todo lo que sentí allí ya sabía que no había duda, me gustaba el imbécil, ya no había vuelta atrás.—Sentí como se puso de la misma manera a mi lado.—Iba bien la noche, la madrugada hasta que la vi a ella, Sabrina,—Sentía su mirada fija en mi, aunque yo no lo mirase, sabía que me estaba viendo.—salir de tu cuarto, con tú camisa, tú en boxer, ¿Qué iba a pensar? Es decir, todo estaba como que claro ¿No? Pero, aún así yo despejé mi mente se esa idea y bajé, luego bajó y me dijo un serie de cosas, no caí hasta que te preguntó si ibas a comer con el apodo afectivo "Amor." Y tú le respondiste sin queja alguna, ya era más que obvio, ¿Para qué buscar más explicaciones? Y listo, es todo, me sentí usada, me usaste para obtener algo sexual y luego fuiste, se lo contaste a ella y tuviste sexo con ella. No pretenderás tú que voy a estar feliz.

No perdí la calma, un nuevo logro.

—Skyler...—

—Lo interrumpí.—No, no quiero que me hables, que me veas o que te me acerques, en serio ya no quiero, ya te dije lo que me pasaba, puedes irte.—Seguía sin verlo.

—No me voy.—Dijo firmemente.

—Entonces me voy yo.—Me volteé para irme y me detuvo agarrando mi mano.

Vi la parte en la que nuestros cuerpos hacian contacto, se sentía bien, estar con él se sentía bien, pero, no estaba bien.

Intenté soltarme, forcejeaba, le decía, pero, nada, él no me soltaba.

—¡Ya déjame! ¡¿Qué es lo que quieres de mi?!