Capítulo.- 04

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Las radios hablaban sobre lo ocurrido el día de ayer, el noticiero no dejaba de dar detalles mientras las imágenes captadas por cámaras de seguridad hablaban, daban sus propios puntos de vista, tenían muchas cosas para hablar y es que justamente la noche de ayer sucedió un suceso cercas de South Bronx el cual me puso la piel de gallina.

Dos asesinatos más y una mujer herida a gravedad. Los gritos de algunas personas pedir ayuda eran escalofriantes, la desesperación con la que gritaban era desgarradora. Miraba por la ventana cuantas personas corrían en busca de ayuda, veía a las personas salir de sus residencias solo para observar a aquellas personas desangrarse hasta perder por completo la conciencia.

Las ambulancias y patrullas llegaron tarde, South Bronx es una zona en la cual ninguno de estos servicios quiere poner un pie. Los asesinatos a policías no se hacen esperar de ninguna manera, no les interesa si son unos de los cuales tienen autoridad, no les interesa si abren fuego contra ellos.

Hoy por la mañana me entere de que la mujer esta grave en el hospital, me entere que esta delicada de salud y que quizás no libre salir del trance en el que ahora está. Es la única testigo que la policía tiene para saber qué fue lo que paso y porque.

Me detengo en seco frente a un puesto de revistas mientras observo el periódico de esta mañana, la noticia sobre la balacera frente al Grumpy está en la primera plana, la fotografía de aquel auto color rojo con uno de los hombres muertos dentro de este.

El encabezado no es llamativo, simplemente dan a saber que fueron asesinatos frente el local Grumpy y la calle Newton. Sigo mi camino con las manos en mis bolsillos, fijando mi vista en las personas que circulan alrededor mío, paro una vez más en seco antes de cruzar la calle, dos personas están a mi costado sin embargo me percato de la presencia de una tercera la cual es una niña de seis años a lo mucho.

Piel blanca y cabello color miel lacio, ojos verdes, delgada y serena. Abraza a un pequeño oso de peluche color café claro con un moño amarillo intenso. La nariz del pequeño oso esta raspada y su brazo tiene una abertura poco profunda la cual da a conocer el relleno de aquel oso.

Bajo la mirada suspirando mientras mis ojos eran levemente cerrados.

Me mata recordar lo que paso dentro de la prisión. Me enferma recordar... El como la vi cuando toco mis manos y brazos por segundos...

Sigo mi camino justo detrás de aquellas personas, la niña toma fuertemente a su madre de la mano derecha, sin embargo la mujer parece apurada mientras yace en una conversación algo extrovertida en aquel celular.

Jala a la niña con fuerza, ella apenas si puede sostenerse y avanzar al paso de su madre. No se queja, no hace nada más que solo avanzar que es lo único que puede hacer ahora.

Giro por una de las calles aun presenciando a la niña y a aquella mujer quien ha comenzado a exclamar con desesperación, me imagino que es su esposo con quien habla.

Sigo mi rutina diaria, atravesando puestos de ropa, de comida y librerías que aun están cerradas en su mayoría. Llego a la universidad en un abrir y cerrar de ojos, las personas están metidas en sus asuntos, dudo que sepan que he llegado después de todo, luzco diferente y todo gracias al cambio de look que acepte hacerme.

Ignoro sus temas de conversación para dirigirme al casillero en donde he guardado algunos libros y cuadernos que ocupare para la clase de hoy, me queda claro que Perkins será mi dolor de muelas en todo el año restante, es una profesora de la cual nunca podre descansar o zafarme.

Al abrir el casillero coloco mi mochila dentro de esto para comenzar a sacar dos cuadernos de esta y meter libros dentro. Tomo los cuadernos correspondientes y me aparto por segundos del casillero ya con mi mochila sobre mi espalda.

KRYPTONITE |[SG Libro 2]|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora