𝓔𝔁𝓽𝓻𝓪 - 𝓐𝓫𝓻𝓲𝓮𝓷𝓭𝓸 𝓵𝓪𝓼 𝓱𝓮𝓻𝓲𝓭𝓪𝓼

787 83 318
                                        


✧・゚: *✧・゚:*












Sus manos son tan inquietas en este momento...

Las sonrisas que se forman en sus labios son tan extensas que logra contagiarme de la misma manera, brillante, pura, divertida... perversa.

Si pudiera dar más descripciones de todo lo que habia ocultado en esa mirada inocente y sonrisa tímida, lo haría sin importar nada, pero a decir verdad, es difícil mantener los pies sobre la tierra en un momento como este, donde sus labios chocan contra mi cuello cuando tiene la oportunidad perfecta, en donde sus manos dan caricias por todo mi cuerpo sin detenerse ni un poco.

Aquellas palabras que me dice al oído me hacen suspirar, las palabras perfectas que salen de sus labios en la mayoría de las ocasiones son otro nivel de atención en este momento, son otro nivel de pureza que yace en el hombre que esta noche, me pidió matrimonio.

No puedo sacarme las líneas que salieron de esos rosados y carnosos labios, no puedo sacar de mi mente las palabras que su corazón le hizo decir... es que, jamás me imagine que podríamos llegar a tanto. Nunca paso por mi mente que podría estar felizmente comprometida con el hombre más perfecto e imperfecto que existe.

Y al hablar de la perfección hablo de estos actos que me llenan el alma de felicidad, de amor... Hablo de imperfección cuando dice cualquier cosa para tratar de herirme, para tratar de sacarme de su vida cada vez que puede, pero vamos, que yo salga de su vida y él de la mia es la cosa más estúpida que ambos podríamos tratar de hacer.

Hay tantas cosas que nos quedan por experimentar, que una, una que deseaba experimentar con él se está haciendo realidad ¿Quién querría perder el tiempo con alguien como él? Cuando ha demostrado el poder darlo todo de sí mismo, cuando ha demostrado el apoyo, la importancia, la atención que muy pocas personas te brindan en tu vida.

No estamos para perder el tiempo con una persona que te da los mejores momento de tu vida, íntimos y no tan íntimos, aquellos momentos de agravio donde solo cuenta la felicidad, donde las tristezas se solucionan con esos abrazos, con esas palabras tan cálidas, claro, que las discusiones también cuentan aquí, porque jamás en mi vida he disfrutado tanto de algo que me haga feliz y triste al mismo tiempo, de algo que me haga querer darle unos tantos golpes en esa cabezota...

Lo amo... ¿Qué puedo decir? Soy feliz a su lado.

Gimo en su boca cuando sus caderas se alzan para chocar contra las mías, pero él, solo sonríe ampliamente rompiendo aquel beso que habia iniciado él mismo, apoyo mi cabeza sobre su hombro siendo consciente de que ahora él es quien ha comenzado a moverse un poco.

Mis manos suben y bajan por su abdomen, por su rostro, pasan desapercibidas hasta llegar un poco más debajo de su torso desnudo y cálido. Me incorporo y solo para poder verlo a la cara, solo para poder colocar mis manos encima de su abdomen haciendo que mis dedos dieran leves recorridos por él.

No dejo de mover mis caderas con suavidad, no dejo siquiera de ver la pinta que lleva en su rostro, en aquellos ojos que no dejan de recorrerme con cada segundo que pasa.

Su mirada me quema, su mirada es la prueba existente que me comunica que le gusta lo que hago, que le gusta la manera en como he tomado yo este control.

Sus manos acarician mis piernas desnudas, mismas que se dirigen hacia mis caderas para sostenerme, un siseo me asalta cuando hace acciones bruscas que me han hecho maldecir en susurros, se siente bien, muy bien...

KRYPTONITE |[SG Libro 2]|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora