Capítulo.- 08

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Trevor y Meredith han tenido la custodia total de aquella niña desde el momento en que la di a luz, meses antes ya habían iniciado los trámites para que la niña fuera totalmente suya, eran una pareja que no podían tener hijos, una pareja que tenían altos deseos de concebir uno.

Los esposos Holbein, Reber, Bacher, Lehner y finalmente los Hamilton eran de las parejas que el juez habia llamado para que estuvieran atentos del caso que se estaría llevando acabo conmigo, como lo dije, una vez dentro de la correccional los tramites y el enorme papeleo de adopción se llevó acabo en todas esas parejas quienes ansiosos, esperaban saber quién sería el afortunado que cuidaría a aquella niña...

Sin embargo, las parejas presentes no eran lo que buscaba, quería que alguien de verdad supiera cuidar a aquella niña, quería que alguien se diera el tiempo de quererla aun sabiendo que yo, la mujer que trabajo para Charlie Jolson, era la madre.

Fue duro, ver como los meses pasaban y el juez cada vez me decía que las familias se estaban arrepintiendo de eso, de querer adoptar a una niña que tendría la sangre de dos asesinos...

Pero los Hamilton, los Hamilton siempre estuvieron al tanto de todo aquello que pasaba dentro de la correccional, siempre estuvieron al tanto de querer saber a más profundidad que otros requisitos se pedirían para la adopción total de la niña. Estaban tan frustrados por saber cada movimiento que se haría, simplemente mi atención se fue hacia esa pareja que día y noche estaban detrás del juez y de las demás personas a cargo de mí y de mi embarazo...

Al dar a luz, supe que los Hamilton se quedarían con la custodia total de la niña, no hice trato alguno con ellos, no hice nada para al menos poder ver a esa niña dos o tres veces por semana, no hice nada al respecto pero ellos sí.

Ellos prometieron que la custodia seria compartida conmigo, ellos prometieron que le hablarían a la niña de mí... y de él.

Lo han hecho, no han roto ninguna de sus promesas establecidas para la seguridad de la niña, no han hecho nada más y nada menos que llenarme de tranquilidad por saber que ella está en buenas manos con dos personas que la aman, que la cuidan, que la respetan y que le cumplen todos sus caprichos como si fuera su propia hija biológica...

Jayden me dijo que ellos serían buena opción, que confiara en ellos, puse mi confianza en los Hamilton y ahora, veo que Jayden no se equivocó en lo que dijo.

─ ¿Cómo se llama? ─la pregunta salió de mis labios al momento en que Trevor se colocó de pie para acercarse a uno de los retratos colgados en la pared, los estudiantes graduados son su atención ahora.

─Christine... ─Meredith suelta con una sonrisa en sus labios, me mira con sus ojos cristalizados─ Christine Jenell...

─...

La mujer, toma aquel bolso de color negro de sus piernas acercándolo más a ella, de un momento a otro la observo buscar algo sobre el interior de su bolso, busca algo con un afán de encontrarlo, con un afán de querer mostrarlo. Trevor, su esposo se acercó hasta ella para colocar una de sus manos encima del hombro de aquella mujer.

Ella, se detuvo en el momento en que sus manos sostenían algo, un marco, color café oscuro simbolizando el material de madera, la mujer sonrió ampliamente mientras le dirigía una mirada fugaz a su esposo quien se encontraba con una sonrisa corta, una sonrisa que apareció de un de repente.

─Mi esposo compro una cámara hace algunos meses, Christine la tomo de la mesita de centro y corrió hasta mí, sus gritos llenos de alegría eran lo que más resonaba en la casa. Recuerdo que al bajar el libro que estaba leyendo me miro y me dijo «¿Podrías tomarme una foto?» no sabía el motivo del por cual me lo estaba pidiendo. Tome la cámara y la fotografié, dijo que... Deseaba que algún día pudiese entregarte esa fotografía.

KRYPTONITE |[SG Libro 2]|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora